Vol. 78/No. 7 24 de febrero de 2014
Reuters/Antonio Bronix |
Protestas contra despidos masivos, salarios atrasados y corrupción del gobierno empezaron en Tuzla, Bosnia, el febrero 4 y se extendieron a otras ciudades. Arriba, Sarajevo, 9 de febrero. |
Las manifestaciones empezaron el 4 de febrero en la ciudad industrial de Tuzla. Trabajadores cesanteados de cuatro empresas que anteriormente pertenecían al estado salieron a las calles para exigir remuneración por el salario perdido y compensación por atención médica y pensiones. Estas empresas habían sido privatizadas después de la desintegración de Yugoslavia — cuando los ex burócratas estatales trataron de enriquecerse a sí mismos — y después se fueron a la bancarrota.
El dirigente sindical Dzevad Mehmedovic dijo a Businessweek que a los trabajadores de la fábrica de detergentes Dita no habían recibido su paga por 26 meses. Miles de trabajadores desempleados y jóvenes unieron a las protestas.
Los trabajadores marcharon de nuevo el día siguiente. “No tenemos que comer, ¿y tú?” decía una pancarta. Las protestas continuaron y se extendieron a otras ciudades, incluyendo a Zenica, Bihac, Mostar y la capital Sarajevo.
“La gente tiene hambre, los jóvenes no tienen empleos, no hay seguro médico, ni derechos básicos”, dijo uno de los manifestantes en Tuzla a Balkan Insight el 6 de febrero.
Al menos 30 manifestantes y 104 policías resultaron heridos en Tuzla durante los enfrentamientos en los primeros tres días. Según channelnewsasia.com, la policía y los manifestantes “se rociaron mutualmente con gases lacrimógenos”. La policía también atacó la protesta en Sarajevo.
Bosnia está dividida de acuerdo a la nacionalidad, algo que quedó codificado en los acuerdos de Dayton, orquestados por Washington, que pusieron fin a la guerra de 1992–95. La república está dividida en una república serbia y una federación croata-musulmana, que a su vez está subdividida en 10 cantones, en gran parte segregados dependiendo de la nacionalidad.
Una característica notable de las protestas ha sido la unión entre trabajadores musulmanes, croatas y serbios.
Cientos se congregaron en Banja Luka, capital de la parte serbia de Bosnia, el 7 de febrero para expresar su solidaridad con los manifestantes en otras partes del país. En Belgrado, en el país vecino de Serbia, los manifestantes portaban pancartas hechas a mano. “¡Apoyar al pueblo de Bosnia-Herzegovina! Hoy Tuzla, mañana Belgrado”, decía una pancarta.
“La desesperación ha unido al pueblo, ha habido unidad en Mostar por primera vez en 20 años”, dijo Dzenan Jelin, un musulmán desempleado, a la Agence France-Presse, en una protesta en Mostar, una ciudad con mayoría croata.
Oficialmente más de uno de cada cuatro personas en Bosnia está desempleada, pero Associated Press dice que la cifra real es casi del 40 por ciento.
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