Vol. 78/No. 18 12 de mayo de 2014
En un esfuerzo para intimidar y desmovilizar a los defensores de la integridad territorial de Ucrania, personal militar ruso y matones locales han llevado a cabo una ola de asesinatos, secuestros y ataques contra periodistas, políticos, observadores de Naciones Unidas y trabajadores. Los métodos de terror han alimentado la desconfianza y repugnancia hacia las fuerzas pro-anexionistas y han fortalecido el apoyo a la soberanía de Ucrania.
A las pequeñas bandas pro-Moscú “les falta un elemento que fue vital para el éxito de las protestas en Kiev que derrocaron al presidente pro-ruso de Ucrania: el pueblo”, observó el Wall Street Journal del 24 de abril, haciendo referencia a las masivas movilizaciones que derrocaron al presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich en febrero.
Los mineros y el Sindicato Independiente de Mineros de Ucrania —el sindicato más grande del país— han estado organizando unidades de autodefensa pro-ucranianas y han jugado un papel importante en las acciones de protesta.
“Ucrania no perderá Donbas”, dijo Nikolay Volinko, dirigente del Sindicato Independiente de Mineros de Donbas, a Ilya Azar del Eco de Moscú el 23 de abril. “La resistencia está creciendo”.
Las provocaciones y la toma de posesión de edificios gubernamentales están “ocurriendo con la ayuda de autoridades y agencias locales del orden público y son producto de la falta de acción decisiva del gobierno central”, dijo Volinko.
“¿Alguien lo ha atacado, porque habla ruso?” le preguntó Volinko al reportero Azar. “En realidad no. Yo diría que tengo más posibilidades de que me ataquen si hablo ucraniano”, respondió Azar.
Fuerzas respaldadas por el gobierno ruso en Donetsk se tomaron el ayuntamiento, el edificio administrativo regional de Donetsk y otras instalaciones gubernamentales, proclamaron una República Popular de Donetsk “independiente” y pidieron la intervención militar rusa.
Volodymyr Rybak, miembro del pro-ucraniano consejo municipal en Horlivka, una ciudad en la región de Donetsk, fue secuestrado el 17 de abril, torturado y asesinado después de que intentó poner la bandera ucraniana en el ayuntamiento de Horlivka.
El cuerpo de Rybak fue recuperado en un río cercano por fuerzas pro-Moscú, junto con el cadáver de Yuriy Popravka, un estudiante de Kiev que también fue asesinado. Al principio Vyacheslav Ponomariov, patrón de una fábrica de jabón y autoproclamado alcalde de Slovyansk, la sede paramilitar de la llamada República Popular de Donetsk, afirmó que eran los cuerpos de dos “activistas” pro-rusos, con “sus vientres desgarrados y señas de tortura”. Esta mentira fue difundida por los medios de comunicación controlados por el gobierno ruso, pero pronto se conoció la verdad y abandonaron la noticia.
Después de una manifestación a favor de Ucrania de 2 mil personas en Donetsk el 28 de abril, se aparecieron decenas de matones armados con palos, barras de metal, cuchillos y bombas de humo y comenzaron a atacar. Más de diez manifestantes terminaron en el hospital. La policía local se mantuvo al margen y algunos entregaron sus escudos antidisturbios a los matones, regresándoselos después del ataque. Cinco partidarios del equipo de fútbol Shakhtar Donetsk (Minero) de la ciudad que estaban defendiendo el mitin fueron tomados como rehenes por un día.
Treinta comandos armados fueron de Slovyansk a Konstantyantynivka en camionetas el 28 de abril y, con la pasividad de la policía local, se tomaron la comisaría. Al día siguiente se apoderaron del edificio de la administración regional en Luhansk, una capital provincial de 465 mil habitantes. De nuevo, la policía local se mantuvieron al margen.
Un agente de inteligencia militar ruso conocido con el nombre de Igor Strelkov, se ha acreditado varias de estas operaciones. Fue identificado por primera vez por la seguridad del estado de Ucrania a mediados de abril como un agente que operaba bajo el nombre de “Tirador”. Grabaron conversaciones de él dirigiendo provocaciones pro-Moscú.
Strelkov se presentó a la prensa el 27 de abril como el comandante de la milicia Slovyansk. “El pelotón que llegó a Slovyansk conmigo se formó en Crimea; no voy a pretender ocultar eso”, dijo. Muchos tienen previa experiencia en combate, dijo Strelkov, porque han estado en Chechenia, Asia central y, algunos, en Siria.
La seguridad estatal informó que Strelkov voló de Rusia a Crimea el 26 de febrero, el día que fuerzas paramilitares pro-Moscú se tomaron el edificio del parlamento allí.
El Batallón de Autodefensa de Donbas, dirigido por los mineros hizo un llamamiento el 28 de abril al ministro ucraniano de asuntos internos Arsen Avakov: “Hacemos un llamado para que involucre ampliamente a patriotas ucranianos para resolver esta situación, a que ayuden a establecer unidades de voluntarios, coordinar nuestras actividades con las de la Guardia Nacional e inmediatamente proveernos de armas”.
En las ciudades orientales de Krivii Rih, Odessa, Dnepropetrovsk y otras, unidades de voluntarios locales han ayudado a prevenir que las bandas pro-Moscú se apoderen de edificios del gobierno o cometan otras provocaciones.
“A pesar de todo, ya hay una guerra de guerrillas”, dijo Volinko al Echo de Moscú. “Mientras que el gobierno central no toma acción, el pueblo está resistiendo”.
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