Vol. 78/No. 23 16 de junio de 2014
Petr Shelomovskiy/Demotix/Corbis |
Manifestación en defensa de la soberanía de Ucrania en Kharkiv, Ucrania, el 1 de junio. |
Mientras una ola de disturbios separatistas ha sido reforzada por nuevas fuerzas que han venido de Rusia, las luchas internas y las divisiones han crecido entre los diversos grupos pro-Moscú.
El 29 de mayo el Batallón Vostok —que según el diario Kyiv Post “se identificaron como ciudadanos rusos, con muchos que dijeron que eran de la República Autónoma de Chechenia”— le arrebataron el control del edificio de la administración regional de Donetsk de otras fuerzas separatistas dirigidas por Denis Pushilin.
Al día siguiente, el edificio estaba bajo el control de Alexander Borodai, un ex asesor ruso para un fondo de inversión, que se proclamó “primer ministro” de la “República Popular de Donetsk”.
Antes de los cambios recientes, “la autoridad de la supuesta nación apenas se extend[ía] más allá de su torre de oficinas de diez pisos y algunos puestos de control fuertemente armados en las carreteras que conducen a” Donetsk, informó Associated Press el 21 de mayo.
Desde que ocupó el edificio, el Batallón Vostok ha enviado escuadras a la ciudad, para levantar barricadas y retenes en zonas residenciales densamente pobladas y han realizado algunas operaciones contra posiciones militares ucranianas, incluyendo un ataque del 2 de junio contra una estación de la patrulla fronteriza en las afueras de Luhansk.
“Ucrania unida, independiente”
“La Confederación de Sindicatos Libres de Ucrania está profundamente preocupada por la situación en la parte oriental de Ucrania”, dijo Mikhailo Volynets, presidente de la federación sindical, en un comunicado el 19 de mayo, enumerando “la captura de edificios administrativos, actividades terroristas seguidas por decenas de muertes de ciudadanos pacíficos, la proclamación de su propio gobierno, la intimidación de los habitantes locales, secuestros, la tortura de periodistas en favor de Ucrania, políticos, observadores internacionales y simplemente trabajadores”.Aunque la mayoría de los trabajadores en el este están a favor de una Ucrania unida, la polarización es cada vez mayor.
“Ucrania es un país, y debe permanecer como un solo país”, dijo Lyudmila, una maestra de secundaria jubilada, a la AP, y agregó que tenía miedo de dar su nombre completo por temor a represalias separatistas.
A pesar de que sigue apoyando firmemente la soberanía nacional, también dijo que no tiene simpatía o confianza en el nuevo gobierno en Kiev.
Muchos trabajadores están de acuerdo con eso. Y algunos, bajo la influencia del bombardeo incesante de los medios de comunicación de Moscú —los únicos programas de noticias permitidos por los comandos separatistas que tomaron control de las torres en Donetsk y Lugansk— se sienten atraídos a apoyar a los separatistas, en busca de una salida del caos, incertidumbre y dificultades.
El nuevo presidente de Ucrania electo el 25 de mayo, Petro Poroshenko, un magnate multimillonario del chocolate, tiene planes para recortar drásticamente los gastos del gobierno para cumplir con las condiciones de los préstamos del Fondo Monetario Internacional y aumentar la rentabilidad a costa de los trabajadores.
El 29 de mayo, el Fondo de Propiedad Estatal anunció que subastará 38 minas de carbón de propiedad estatal como parte del acuerdo para obtener los préstamos del FMI, minas que habían recibido un subsidio estatal de casi 1.8 mil millones de dólares para permanecer abiertas. Las minas más rentables fueron tomadas y privatizadas hace años.
Los mineros y otros trabajadores han estado resistiendo. Los mineros de mineral de hierro en Krivyi Rih han organizado marchas y concentraciones allí, y han recibido el apoyo de los trabajadores siderúrgicos y otros de la zona, que están luchando por duplicar sus salarios.
“El 23 de mayo organizamos una manifestación de solidaridad para los mineros de Krivyi Rih”, dijo al Militante Aleksei Oleksyevych, dirigente del sindicato de mineros independientes en Dnepropetrovsk. “Organizamos una línea de piquetes aquí, bajo el lema, ‘Salarios altos, la base de la unidad de Ucrania’ ”.
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