Vol. 79/No. 10 23 de marzo de 2015
(portada)Marty Poche |
Mitin de apoyo a huelguistas en Texas City, Texas, el 6 de marzo cerca de refinería de Marathon. La solidaridad para la lucha de los obreros petroleros por condiciones seguras sigue creciendo. |
POR JOHN HAYS
CATLETTSBURG, Kentucky—“Fuimos los primeros en salir a la medianoche del 31 de enero”, dijo con orgullo Dave Martin, vicepresidente del Local 8-791 del sindicato USW. “Los patrones no creyeron que lo haríamos”.
Martin estaba describiendo el inicio de la primera huelga a nivel nacional de los trabajadores del petróleo desde 1980 y la batalla sindical más importante en Estados Unidos en la actualidad. El paro involucra a casi 7 mil trabajadores en 12 refinerías y tres plantas químicas.
La cuestión principal en la huelga es la seguridad tanto de los trabajadores como de las comunidades que rodean las refinerías. En las líneas de piquetes los huelguistas describieron cómo la negativa de la empresa de contratar más trabajadores significa que periódicamente sean forzados a trabajar largas horas con poco tiempo entre turnos, lo cual conduce a la fatiga.
Los huelguistas también están luchando para recuperar los empleos de mantenimiento, los cuales son imprescindibles para mantener operaciones seguras, y que ahora son realizados por trabajadores contratistas.
El USW representa a 30 mil trabajadores del petróleo en más de 200 refinerías y plantas químicas.
Cinco semanas después del comienzo de la huelga los trabajadores de Catlettsburg siguen firmes. “Ni uno solo de los 420 miembros del USW en la refinería ha cruzado la línea de piquetes”, dijo Martin al Militante el 6 de marzo.
Los trabajadores han mantenido piquetes las 24 horas frente a las puertas de la planta y han recibido del sindicato leña, comida y otras cosas esenciales.
“Trabajé en un empleo no sindicalizado”, dijo el huelguista Jeff Camer. “El patrón me dijo que no necesitaba un sindicato. Entonces un día me despidió sin motivo. Me di cuenta que sin un sindicato, no tienes nada”.
“La gente tiene que entender que esto no es una huelga, es un movimiento. No se trata solo de lo económico”, dijo Brandon Marshall al Militante mientras estaba en la línea de piquetes. “Tomará tiempo, pero vamos a cambiar y el sindicato va a cambiar”.
Alrededor de 1 100 miembros del Local 7-1 del USW han estado en huelga contra la BP en Whiting, Indiana, desde el 8 de febrero.
“Un día más, un día más fuerte”, corearon más de 150 huelguistas y sus partidarios en una línea de piquetes expandida, designada una “Fiesta de Piquetes de Huelga” frente a varias puertas de la masiva refinería el 9 de marzo.
Familiares, jubilados y sindicalistas de la aledaña fábrica de acero ArcelorMittal, donde están imprimiendo miles de letreros de apoyo a la huelga para poner en frente de las casas, fueron parte del animado piqueteo.
“¡No vuelen la refinería antes de que regresemos al trabajo!” gritaron los huelguistas y sus partidarios a los gerentes, supervisores y trabajadores de reemplazo mientras entraban y salían.
En el evento “Roqueros y el Fondo de Ayuda 2015” el 7 de marzo se recaudó más de 7 200 dólares para los huelguistas con apremiantes necesidades financieras. El huelguista Ken Dianda dijo al Militante que organizó a sus amigos y compañeros sindicalistas en bandas de rock para que tocaran en el evento. “Lo hicimos para demostrar que podemos contar con nosotros mismos”, dijo.
Durante el concierto, Dianda tomó el micrófono y preguntó, “¿Podemos ganar?” La multitud de varios cientos de personas gritó que “¡Sí!”
Artículos en la prensa de los patrones intentan negar y socavar la creciente fuerza de la batalla sindical. El Wall Street Journal del 4 de marzo citó una declaración de la compañía Royal Dutch Shell que afirmó que para mediados del verano su instalación de Houston estaría operando a niveles normales de personal con “empleados recién entrenados que no están afiliados al USW”.
En Anacortes, Washington, miembros del Local 12-591 del USW en huelga contra la empresa Tesoro detienen todo vehículo que entra o sale de la refinería en cada cambio de turno.
Tesoro pidió una orden de restricción para poner fin a la obstrucción del tráfico, pero un juez del condado de Skagit rechazó la petición.
Steve Croft, de 38 años, un asiduo participante en la línea de piquetes en la planta de Tesoro en Martinez, California, trabaja en la unidad de alquilación con ácido sulfúrico. Hace un año él y otro operador recibieron extensas quemaduras de ácido de primer y segundo grado cuando se reventaron tuberías mal instaladas.
A medida que los trabajadores de mantenimiento se iban jubilando, dijo Croft al Militante, “Tesoro cesó de reemplazarlos y empezó a subcontratar el trabajo a una agencia. Necesitamos gente capacitada para hacer el mantenimiento. Nuestra huelga es por la seguridad”.
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