Vol. 79/No. 10      23 de marzo de 2015

POR MARY-ALICE WATERS
LA HABANA—“Este honor que recibimos hoy es a la vez un reto que nos exige estar a la altura de los nuevos desafíos que enfrenta la Revolución”, dijo Gerardo Hernández el 24 de febrero. Hernández se dirigía al presidente cubano Raúl Castro y a más de 2 mil compatriotas cubanos e invitados internacionales en una ceremonia en esta ciudad durante la cual él y Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González fueron condecorados formalmente por el presidente con la distinción “Héroe de la Republica”.

“Cuente la patria con estos cinco soldados”, dijo Hernández. Seremos “siempre fieles a las ideas de Martí, del Che, de Fidel y de Raúl”.

Hernández estaba hablando a nombre de los hombres conocidos por todo el mundo como los Cinco Cubanos, quienes se juntaron nuevamente en suelo cubano el 17 de diciembre, más de 16 años después de haber sido arrestados e injustamente encarcelados por el gobierno de Estados Unidos. Los cargos amañados contra ellos incluían conspiración para cometer espionaje y, en el caso de Hernández, conspiración para cometer asesinato. Su verdadero “crimen” era su compromiso con la defensa de la revolución socialista en Cuba.

La decisión de ceder ante las demandas internacionales por la libertad de los Cinco Cubanos se enmarcó en un cambio de táctica más amplio por parte de los gobernantes capitalistas de Estados Unidos, quienes mantienen su objetivo histórico de borrar el ejemplo de las relaciones sociales y de propiedad conquistadas por los trabajadores y agricultores de Cuba a lo largo de más de 55 años.

Hernández, Labañino, Guerrero, Fernando González y René González habían recibido la distinción “Héroe de la República” muchos años atrás. Se la otorgó la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba el 29 de diciembre de 2001, apenas unos días después de que un tribunal federal norteamericano les impusiera sentencias draconianas, a tres de ellos cadena perpetua sin derecho de libertad condicional.

La ocasión para darles las medallas que les correspondían fue la conmemoración en La Habana del 120 aniversario del reinicio de la guerra por la independencia de Cuba en 1895.

Televisado en vivo aquí, el acto del 24 de febrero fue a la vez un homenaje solemne a los Cinco Héroes y un momento de júbilo y celebración para el pueblo cubano. Por decisión del Consejo del Estado, también se les concedió la Orden de Playa Girón por su “decidida defensa de la patria”.

“Nuestro primer pensamiento es de gratitud y fidelidad hacia todos los que a lo largo de la historia, con su sacrificio, han hecho posible que vivamos en una Cuba socialista, revolucionaria y victoriosa”, dijo Hernández, “conscientes de que corresponde a nuestra generación, y a las que nos siguen, defender la continuidad de esta obra, los sueños y los ideales de nuestros libertadores”.

Después de las palabras de Hernández, Eusebio Leal, historiador de la ciudad de La Habana, habló sobre la lucha por la independencia de Cuba contra el coloniaje español. El programa finalizó con una presentación de La Colmenita, conjunto cubano de teatro infantil de renombre mundial.

Unos días más tarde, entrevistado por la emisora nacional Radio Rebelde, René González dijo que lo que más lo conmovió en la ceremonia fue la emoción en el rostro de Raúl cuando les otorgaba las medallas. “Yo creo que él estaba viendo a sus hijos recibiendo de su generación todo el resultado de la lucha que ellos han llevado a cabo por tantos años”, dijo.

Días después, Hernández, Labañino, Guerrero, Fernando González y René González pasaron cinco horas conversando con Fidel Castro sobre sus experiencias. “Ninguno de los Cinco Héroes realizó sus tareas en busca de aplausos, premio o gloria”, escribió Fidel al describir ese encuentro. “Recibieron sus honrosos títulos porque no lo buscaron”.
 
 
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