Vol. 79/No. 11 30 de marzo de 2015
Paul Davies es el candidato de la Liga para el parlamento por el distrito Manchester Central. Junto con Davies están postulados Catharina Tirsén (distrito de Bradford) y Andrés Mendoza (distrito de Moston) para las elecciones del 7 de mayo para el consejo municipal. En Londres, el obrero metalmecánico Jonathan Silberman es el candidato de la Liga Comunista en el distrito Hackney North y Stoke Newington.
“Independientemente de quien sea electo no va a cambiar cual clase es la que gobierna”, dijo Davies a Radio Mineros por Internet en Moston, un barrio de Manchester. “Los trabajadores necesitan organizarse independientemente de los capitalistas y emprender un camino hacia el derrocamiento del régimen capitalista.”.
Los salarios reales en el Reino Unido han caído casi un 10 por ciento desde 2008. Los trabajos temporales y a tiempo parcial han proliferado, muchos sin horas de trabajo garantizadas cada semana. Mientras que la tasa de sindicalización es del 56 por ciento para los trabajadores públicos, en la industria y el comercio privado ha caído al 14 por ciento.
“Los salarios parecen ser mejor de lo que realmente son”, dijo Elizabeth McDougall, quien trabajaba en un café, a Davies y partidarios de la campaña comunista que tocaron en su puerta en Newton Heath. “Después de pagar el alquiler, el agua, la electricidad, la calefacción y la comida no queda mucho”.
“El problema es la competencia por empleos la cual es utilizada por los patrones para bajar los salarios”, contestó Davies. “La Liga Comunista propone la creación de un programa masivo de obras públicas que de trabajo a millones de personas, con salarios establecidos por los sindicatos. La lucha por este programa aumentará nuestra confianza en nosotros mismos y la unidad de clase”.
“Tenemos que tomar el poder de las manos de los ricos”, dijo Davies.
“Tiene razón”, dijo McDougall. “Pero ellos no creen que lo podemos hacer. Porque somos los de abajo, piensan que somos demasiado estúpidos”.
“Requiere la acción de millones de trabajadores para derrocar la dominación capitalista”, dijo Davies. “Y tendremos que construir nuestro propio partido para dirigir esa lucha”.
Los partidos de los patrones están atacando a los trabajadores inmigrantes en un intento de debilitar la unidad y la capacidad de lucha de la clase obrera.
“¿Están de acuerdo con el control de la inmigración para que nuestra economía y los servicios locales sirvan a los trabajadores contribuyentes?” dicen los conservadores en su sitio web.
El Partido Laborista está a favor de requerir que los nuevos inmigrantes esperen dos años antes de solicitar beneficios de seguro social, mientras se lamenta de las empresas que se aprovechan de resquicios legales para emplear a trabajadores extranjeros con salarios más bajos.
El populista Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) ganó dos elecciones parlamentarias recientemente y espera ganar más escaños en mayo. El UKIP culpa a la inmigración por los salarios bajos y exige que el Reino Unido se salga de la Unión Europea.
En ausencia de una dirección independiente de la clase obrera, algunos trabajadores le prestan atención al UKIP.
“Yo no soy racista, pero necesitamos detener la inmigración”, dijo Elizabeth Downer, una trabajadora desempleada”.
“Los periódicos, los políticos, la BBC, todos hablan de ‘nosotros’ como si los trabajadores tuvieran algo en común con los patrones solo por el lugar donde nacimos”, dijo Davies. “Los patrones utilizan la inmigración para bajar los salarios de todos los trabajadores. La única manera en que podemos enfrentar esto es forjando la unidad de la clase obrera independientemente de nacionalidad”.
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