Vol. 79/No. 16 4 de mayo de 2015
En 1993 el presidente Bill Clinton promulgó una Ley de Restauración de la Libertad Religiosa que estipula que “los gobiernos no deben agobiar sustancialmente el culto religioso sin justificación válida”. Cuatro años después la Corte Suprema dictaminó que la ley no podía aplicarse a los gobiernos estatales. Desde entonces 19 legislaturas estatales han aprobado leyes parecidas a la ley federal.
“Esta legislación no se trata de una cuestión de discriminación”, dijo Pence cuando estallaron las protestas en contra de su aprobación.
Pero estas leyes no tienen nada que ver con prevenir la discriminación contra el libre ejercicio del derecho de culto. Su meta es de legitimar la discriminación contra los homosexuales y otras personas.
“¡VICTORIA EN EL CAPITOLIO!” dijo el grupo conservador Advance America en un comunicado después de aprobación de la legislación. “Panaderos, floristas y fotógrafos cristianos no deben ser castigados por negarse a participar en un matrimonio homosexual”.
Esta medida hace caso omiso del drástico crecimiento de la oposición a las leyes matrimoniales estatales discriminatorias que perpetúan los prejuicios contra los homosexuales y la intolerancia al negar la igualdad de protección a las personas debido a su género u orientación sexual.
Antes de que Pence firmara la ley, el alcalde de Indianápolis Gregory Ballard del partido Republicano le instó a reconsiderar, advirtiendo de las posibles negativas consecuencias económicas y políticas.
Miles se manifestaron en Indianápolis el 28 de marzo en contra de la ley.
El sindicato de empleados públicos AFSCME fue “la primera organización en cancelar una convención en Indianápolis debido a la ley”, dijo al Militante Carli Stevenson, vocera del Comité Organizador 962 de AFSCME de Indiana-Kentucky. “Nuestro sindicato tiene una larga historia de defender los derechos civiles”.
La Asociación Nacional de Atletas Universitarios (NCAA), con sede en Indianápolis, dijo que la ley “puede afectar eventos futuros así como nuestra fuerza laboral”. Los Discípulos de Cristo, a cuya convención anual asisten unas 6 mil personas, amenazó con boicotear el estado.
Poco después de firmar la ley, Pence abogó por la aprobación de un proyecto de ley para “esclarecerla”. La nueva ley fue aprobada por la legislatura el 2 de abril.
La “aclaración” adoptada incluye una prohíbición a la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género, así como en raza, religión, incapacidad o en el servicio militar.
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