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Vol. 79/No. 17      11 de mayo de 2015

 
(portada)
Acuerdo nuclear Irán-EE.UU. se desmorona
 
POR NAOMI CRAINE  
El orden mundial imperialista impuesto sobre el Medio Oriente después de la Primera Guerra Mundial se desbarata más cada día. El proyecto de acuerdo nuclear con Irán anunciado por el presidente Barack Obama con mucha fanfarria el 2 de abril ya se está desbaratando.

A pesar del anuncio de la monarquía saudí el 21 de abril de que suspendería su brutal bombardeo contra Yemen, el cual ya ha durado casi un mes, el día siguiente aviones de combate saudís bombardearon Taiz y los combates continuaban por todo el país. Los combates reflejan el intenso conflicto entre los gobernantes de Arabia Saudita e Irán, su rival económico, político y militar más grande en la región.

Una semana después del anuncio del acuerdo nuclear, altos funcionarios iraníes disputaron la versión de la Casa Blanca sobre lo que es el tácito “marco” que va a guiar las negociaciones hasta el 30 de junio.

“No firmaremos ningún acuerdo a menos que se levanten totalmente las sanciones económicas el primer día en el que se comience a implementar el convenio”, dijo el presidente iraní Hassan Rouhani el 9 de abril. La administración Obama insiste en que el plan es levantar gradualmente las sanciones imperialistas que están estrangulando la economía de Irán, tras los correspondientes pasos que tome Teherán para cumplir con los límites en el enriquecimiento y almacenamiento de uranio.

El líder supremo iraní, el ayatola Ali Jamenei, declaró el mismo día que “no se pueden inspeccionar los sitios militares de Irán bajo el pretexto de la supervisión nuclear”, poniendo en duda la declaración de Obama del 2 de abril de que Irán “estaba de acuerdo en que se realizaran las inspecciones más robustas y más intrusas… de cualquier programa nuclear en la historia”.

El gobierno israelí se opone al convenio. “Los términos del marco del acuerdo —que terminarán con un Irán no reformado, más fuerte, más rico y con una trayectoria clara hacia la creación de una bomba— aumentan la probabilidad de una guerra”, escribió el ministro de defensa israelí Moshe Ya’alon en un comentario en el Washington Post el 8 de abril, argumentando a favor de que se mantuvieran las sanciones para asegurar un “mejor acuerdo”.

El gobierno de Arabia Saudita emitió una declaración de cautela el 6 de abril diciendo que esperaba que las negociaciones alcanzarían “un acuerdo vinculante y definitivo que llevaría a la consolidación de la seguridad y la estabilidad en la región”. La misma declaración pidió “la no interferencia en los asuntos de los estados árabes” por parte de Teherán, refiriéndose al apoyo iraní a los grupos paramilitares en Iraq, Siria y Yemen.

El ataque de Arabia Saudita contra Yemen es en gran medida una guerra indirecta contra Teherán, que Riad dice está apoyando a los rebeldes Huthi quienes recientemente derrocaron al gobierno respaldado por Washington y Riad. El bombardeo dirigido por Riad, que comenzó el 26 de marzo, ha destruido hospitales, escuelas, mezquitas y fábricas y ha matado a casi mil personas. Las fuerzas encabezadas por Arabia Saudita también impusieron un bloqueo naval contra Yemen que ha cortado la entrada de alimentos y suministros médicos que se necesitan urgentemente. La guerra ha desplazado a 150 mil personas de sus hogares, según la ONU.

Funcionarios iraníes anunciaron el 8 de abril que estaban enviando dos buques de guerra a la costa de Yemen “para salvaguardar las rutas navales para los barcos de la región” cerca del estratégico estrecho de Bab el-Mandeb.

El 20 de abril funcionarios norteamericanos dijeron que el portaaviones Theodore Roosevelt y un crucero con misiles teledirigidos se unirían a otros 10 buques de guerra norteamericanos frente a Yemen.

Ante la amplia oposición tanto de republicanos como de demócratas, Obama acordó el 14 de abril firmar una ley que le permitirá al congreso bloquear cualquier acuerdo nuclear final negociado con Teherán. Esto retrasaría el relajamiento inmediato de las sanciones económicas por un mes o más, y permitiría que una mayoría de dos tercios del congreso pueda prevenir el levantamiento de las sanciones, lo cual hundiría cualquier acuerdo.

“No estamos negociando con el senado de Estados Unidos ni con la cámara de representantes”, respondió el presidente iraní Rouhani, señalando que las negociaciones incluyen a los gobiernos de China, Francia, Alemania, Rusia y el Reino Unido, además de Washington. “Si no va a haber un fin a las sanciones en esta ronda de negociaciones, no va a haber un acuerdo”. En una rueda de prensa el 17 de abril, Obama dijo que los diplomáticos norteamericanos deben utilizar “negociaciones creativas” para encontrar un camino hacia el levantamiento de las sanciones que los gobernantes en Teherán puedan vender con mayor facilidad.

“Cómo se van disminuyendo las sanciones, cómo podremos reimponerlas si hay una violación, hay muchos mecanismos y maneras de hacer eso”, dijo Obama.  
 
 
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