El Militante (logo)  

Vol. 79/No. 19      25 de mayo de 2015

 
(portada)
Afán de lucro, raíz de desastre ferroviario
 
POR BRIAN WILLIAMS  
Un tren de 109 vagones cargado de petróleo muy inflamable se descarriló y se incendió en Dakota del Norte el 6 de mayo. Es el último incidente en una serie de descarrilamientos de trenes transportadores de petróleo, incluyendo el que ocurrió en Lac Mégantic, Quebec, el 6 de julio de 2013, en el que murieron 47 personas. En su afán por aumentar sus ganancias, los dueños de los ferrocarriles en América del Norte han incrementado el envío de crudo bajo condiciones inseguras que ponen en peligro las vidas de trabajadores ferroviarios y de personas en las comunidades aledañas.

Este último descarrilamiento, ocurrido cerca de Heimdal, Dakota del Norte, a unas 115 millas al norte de Bismark, involucró un tren de la compañía BNSF Railway. Diez vagones cisterna se incendiaron, emitiendo nubes de humo negro espeso.

“Este descarrilamiento, junto con la mayoría de los otros, puede ser atribuido a la falta de mantenimiento como resultado de la obsesión de los patrones de hacer más con menos”, dijo al Militante Jeff Kurtz, un maquinista jubilado de la BNSF, de Fort Madison, Iowa, el 10 de mayo. “La longitud y el peso de estos trenes”, dijo, “magnifican cualquier error y contribuyen a la degradación de los rieles y el balasto”.

Kurtz es miembro de Railroad Workers United (Trabajadores Ferroviarios Unidos), una organización que ayudó a dirigir una exitosa campaña que derrotó la demanda de los patrones de la BNSF de reducir las tripulaciones a una sola persona durante las negociaciones por un contrato realizadas el año pasado.

Desde 2009, el transporte de crudo por tren ha aumentado más de 4 mil por ciento a 434 mil carros en 2014. Muchos son parte de trenes de una milla de largo llenos con más de 3 millones de galones de petróleo, que atraviesan zonas agrícolas y ciudades.

Por primera ves, desde que el gobierno comenzó a mantener estos datos, la mayoría del crudo suministrado en febrero a las refinerías de la costa este fue transportado por tren en vez de barco.

“Yo me preocupo por la seguridad de mis compañeros de trabajo y por los 200 o más pasajeros en mi ruta diaria”, dijo Jack Krueger, trabajador de Amtrak y miembro del Brotherhood of Locomotive Engineers (Hermandad de Maquinistas de Locomotoras) que conduce trenes entre Lincoln, Nebraska, y Ottumwa, Iowa. “Yo paso seis trenes de petróleo o más. Con el creciente número de descarrilamientos, todos los trenes de petróleo u otra carga peligrosa deberían tomar un apartadero o detenerse en la otra vía cuando pasa un tren de pasajeros”.

Las crecientes protestas por los descarrilamientos y las explosiones de vagones cisternas llevaron al Departamento de Transporte a emitir nuevas reglas el 1 de mayo que requieren que las compañías ferroviarias modernicen o reemplacen los actuales vagones cisterna e instalen nuevos sistemas de frenos. El plazo para cumplirlas es entre dos y diez años.

El gobierno dice que los vagones cisterna construidos después de octubre de 2015 deben tener láminas de acero más gruesas y una “cubierta” termal para reducir el peligro de una explosión. La generación de vagones “actualizados” construidos desde el 2011 —que estuvieron involucrados en los cinco mayores incendios de tanques de petróleo este año— no tienen que cumplir con las nuevas normas hasta 2020.

Las nuevas reglas son “muy costosas”, dijo al Wall Street Journal Charles Moorman, presidente ejecutivo de la compañía ferroviaria Norfolk Southern, el 5 de mayo. “Llega un momento en que las finanzas ya no justifican el envío de petróleo por tren”.

“Los patrones y la Administración Federal de Ferrocarriles saben que si admiten que los problemas son causados por la falta de frenos electrónicos o por el uso de tanques diferentes, pueden posponer, prácticamente para siempre, tener que hacer algo”, dijo Kurtz. “Pero si hacen algo para limitar la longitud y el peso de un tren, eso se puede hacer en cinco minutos”.
 
 
Artículos relacionados:
Muertes laborales reflejan necesidad de sindicatos, lucha por seguridad
 
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto