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Vol. 79/No. 23      22 de junio de 2015

 
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Los Angeles aprueba aumento del
salario mínimo, pero a paso lento

 
POR BERNIE SENTER  
LOS ANGELES—A medida que las protestas a nivel nacional para exigir 15 dólares por hora y un sindicato se han extendido y han estado ganando impulso, el concejo municipal de esta ciudad aprobó el 10 de junio un aumento gradual a paso de tortuga del actual salario mínimo de 9 dólares la hora a 15 dólares para julio de 2020. El primer aumento no entrará en vigor hasta el próximo verano.

Además de enfrentar las habituales afirmaciones de los patrones de que un alza de salarios aumentará los precios y causará la pérdida de empleos, los trabajadores involucrados en esta lucha también enfrentan los esfuerzos de algunos altos funcionarios sindicales para que las empresas sindicalizadas sean exentas, lo cual significaría que algunos sindicalistas recibirían un pago menor que el salario mínimo. La demanda por “15 dólares y un sindicato” se convertiría en “15 dólares o un sindicato”.

En los últimos años por lo menos 23 gobiernos estatales, municipales y de condados han aprobado leyes que aumentan el salario mínimo, pero solo unos pocos han llegado a 15 dólares la hora, incluyendo los de San Francisco, Seattle y SeaTac, Washington.

Casi la mitad de la fuerza laboral de Los Angeles gana menos de 15 dólares la hora. Bajo la propuesta de ordenanza el salario mínimo para empresas con más de 25 empleados subiría a 10.50 dólares a partir del 1 de julio de 2016, del mínimo de 9 dólares en el estado, con incrementos cada año.

Los negocios con menos empleados y los llamados “sin fines de lucro” tendrían un año adicional antes de tener que implementar los aumentos.

En una audiencia del concejo municipal el 19 de mayo, Rubén González, un vicepresidente de la Cámara de Comercio del área de Los Angeles, afirmó que muchos negocios locales van a despedir empleados, recortar las horas o cerrar si se aprueba el aumento. “Es pura matemática”, alegó. “Simplemente no hay suficiente espacio, suficiente margen en estos negocios para poder absorber un aumento de más del 50 por ciento en los costos de mano de obra en un corto plazo”.

Pero los trabajadores de restaurantes de comida rápida, Walmart, atención médica a domicilio, lavado de autos, aeropuertos y otros que han ganado confianza a través de las protestas por los 15 dólares y un sindicato y contra la brutalidad policial lo ven de otra manera.

“La gente tiene hambre ahora. Las empresas pueden pagar 15 dólares ahora y nos lo merecemos ahora”, dijo al Militante Barbara Collins, miembro de OUR Walmart en una protesta el 28 de mayo de 150 trabajadores de Walmart y sus partidarios en Los Angeles.

“No es justo que tenemos trabajadores con más de 30 años laborando y todavía están ganando 9 dólares la hora”, dijo Manuel Valdovinos, trabajador de Skychef, una empresa organizada por el sindicato UNITE HERE, en una marcha el 18 de mayo para exigir que el concejo municipal apruebe el aumento en el salario mínimo.

Funcionarios proponen escapatoria

Una semana antes del voto, Rusty Hicks, secretario executivo y tesorero de la Federación Laboral del Condado de Los Angeles y dirigente de la coalición Alzar el Salario, solicitó una modificación a la ordenanza para otorgar una exención a las empresas con convenios sindicales. Muchas leyes de salario mínimo a través del país incluyen exenciones similares.

“Con un acuerdo de negociación colectiva, el dueño de un negocio y los empleados negocian un acuerdo que funcione para ambos”, dijo Hicks. “El acuerdo le permite a cada parte priorizar lo que es importante para ellos. Esta disposición le da a cada parte la opción, la libertad, de negociar ese acuerdo. Y eso es algo bueno”.

La declaración de Hicks le dio una oportunidad a la Cámara de Comercio para alegar que el aumento del salario mínimo fue una maniobra para permitirle a los oficiales sindicales negociar contratos preferenciales que aumentarían la base de cuotas sindicales sin traer ningún beneficio a los trabajadores.

“Yo estaba un poco asombrado”, dijo al Militante Edgar González, trabajador de McDonald’s y activista en la lucha por 15 dólares. “Estamos luchando por un sindicato y un aumento, no solo un aumento. Estamos ganando porque seguimos luchando y poniendo mucha presión sobre ellos”.

El concejo municipal decidió someter a más estudio la exención para los centros de trabajo con sindicato.
 
 
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