Vol. 79/No. 24 13 de julio de 2015
Más de 250 personas asistieron al evento en la sede del sindicato de trabajadores metalúrgicos donde participaron González y José Portilla García, un médico cubano que estaba terminando una gira a través del país titulada “África llamó, Cuba respondió”. El evento se celebró conjuntamente con la Séptima Convención de la Red Canadiense de Solidaridad con Cuba.
Muchos de los presentes fueron partidarios de la lucha exitosa para liberar a los Cinco Cubanos, revolucionarios encarcelados por el gobierno norteamericano en 1998 bajo cargos fabricados que incluyeron conspiración para cometer espionaje.
En la tribuna se encontraban Julio Garmendia Peña, embajador de Cuba en Canadá; Sandra Ramírez, del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos; y otros diplomáticos cubanos en Canadá.
Portilla, quien ha estado al frente de misiones médicas de Cuba en el Congo y en Angola, habló primero. “Actualmente hay 52 mil trabajadores de la salud en 67 países. Enviamos a 256 de estos trabajadores a África, donde trabajamos muy duro para luchar contra el ébola”, dijo. “Muchas personas preguntaron por qué el pueblo cubano ha respondido de esta manera. Tenemos un muy buen maestro, Fidel. Él nos enseñó a tener solidaridad con los pueblos de todas partes del mundo”.
González dijo que la labor de los internacionalistas tuvo un gran impacto en la moral de los Cinco en la prisión. Un día él recibió “una carta de un médico cubano en una isla en el Pacífico con solamente 10 mil personas, pero tenía un grupo de médicos y enfermeras cubanos. Me sentí tan orgulloso, tan feliz de ser parte de una revolución que fue capaz de hacer esas cosas, y decidida a hacer lo que sea para defenderla”.
“Hemos enviado médicos”, agregó durante el animado debate, “pero también enviamos soldados a Angola durante 14 años y ayudamos a Namibia a ganar su independencia”.
“En los años 80 Estados Unidos ofreció a Cuba la posibilidad de negociaciones si nos retirábamos de África. Estábamos pasando tiempos difíciles, pero los principios de Cuba están primero”, dijo. “La solidaridad es parte de nuestra cultura. No hubiera sido posible sin nuestra revolución socialista”.
González describió cómo el FBI trató de lograr que los Cinco se convirtieran en traidores cuando fueron arrestados. “El agente del FBI me dijo que estaba perdiendo la oportunidad de vivir en una tierra libre”, dijo, “y me dijo que Fidel Castro no iba a mover un dedo para salvarme. Tuve que controlar mi risa porque conocía la larga historia en Cuba de nunca dejar abandonado un soldado”.
González también respondió preguntas sobre cuáles son las próximas tareas para los partidarios de la Revolución Cubana. Junto a la lucha para poner fin al embargo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba y de exigir la devolución de Guantánamo a Cuba, González llamó a apoyar los esfuerzos para ganar la libertad de otros presos políticos en Estados Unidos, incluyendo a Mumia Abu-Jamal y Oscar López Rivera, un luchador por la independencia de Puerto Rico con quien González “tuvo el honor de compartir una celda durante cuatro años”.
El revolucionario cubano también denunció las amenazas de Washington contra Venezuela. “Cuba nunca va a abandonar a sus amigos”, dijo González.
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