Vol. 79/No. 24      13 de julio de 2015

“El pueblo trabajador en Estados Unidos y en México enfrentan el mismo sistema, las mismas fuerzas de clase, los gobernantes capitalistas y su policía”, dijo Steve Clark, dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores y moderador del evento. “Tenemos una larga historia de luchas entrelazadas”.

Los tres panelistas —David Valle, representante del grupo Somos los otros; Nelli Moctezuma, obrero de la construcción; y Andrés Pérez, hablando por el Partido Socialista de los Trabajadores— han estado participando en actividades en respuesta a la “desaparición” de 43 estudiantes en el estado de Guerrero, México.

Los estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa fueron atacados por la policía en el pueblo de Iguala el pasado septiembre cuando se preparaban para asistir a una manifestación política. Tres resultaron muertos y a otros 43 no se les ha visto desde entonces. El gobierno federal dice que las autoridades locales los entregaron a un cartel de narcotraficantes y que fueron asesinados. Se han presentado cargos contra el alcalde de Iguala, su esposa y otras 100 personas.

Muchas personas no creen la versión del gobierno. Han habido grandes protestas en México, Estados Unidos y otros países, incluida una marcha a la ONU en abril con parientes de los desaparecidos, para exigir una investigación plena e imparcial.

Valle dijo que las desapariciones son comunes en México, pero que este caso ha inspirado un creciente movimiento de protesta que es “hasta ahora la más grande amenaza al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto”. Valle señaló a las comunidades autónomas de los pueblos indígenas en México encabezadas por el movimiento zapatista como el camino a seguir.

Desde 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional ha encabezado protestas en el estado sureño de Chiapas contra las condiciones que enfrenta la población indígena rural pobre en el estado. El gobierno mexicano respondió ocupando Chiapas con 50 mil efectivos y la continua represión durante varios años pese a un alto el fuego. Actualmente los zapatistas organizan municipalidades autónomas, independientes de los gobiernos locales, en tierra tomada en la lucha de la década de 1990.

Los estudiantes de Ayotzinapa “eran pobres, mayoritariamente agricultores. Las autoridades los consideraban rebeldes”, dijo Moctezuma. La mayoría de las escuelas “no les enseñan a los indígenas nuestra verdadera historia, ni nuestra belleza”.

Muchos agricultores indígenas son expulsados de sus tierras y obligados a irse a otras partes de México o a otros países, dijo Moctezuma. “Tenemos que pagarle a alguien para que nos ayude a cruzar la frontera. Encontramos empleos que no pagan lo suficiente”.

Moctezuma elogió a los 30 mil obreros agrícolas en Baja California que recientemente ganaron una huelga por aumentos salariales y contra el acoso sexual de las trabajadoras. “Debido a esta opresión, la gente se da cuenta de que tienen que unirse”.

“El Partido Socialista de los Trabajadores apoya la lucha para exponer la verdad sobre los 43 estudiantes”, dijo Pérez. Hizo hincapié en que los propietarios de los carteles narcotraficantes son parte de la clase capitalista de México. “El comercio de drogas está totalmente entrelazado con la economía legal. No se puede eliminar el crimen organizado sin poner fin a la clase capitalista”.

“En nuestro hemisferio existe un país que asestó un golpe mortal al dominio capitalista, tanto legal como ilegal”, dijo Pérez. “Ese país es Cuba, donde los trabajadores y campesinos, dirigidos por el Movimiento 26 de Julio, se or ganizaron para tomar el poder, deshacerse del crimen organizado, destruir el aparato represivo, llevar a cabo una reforma agraria y una masiva campaña de alfabetización, y en el proceso transformaron su autoconfianza y capacidades. Eso es lo que hace falta en México y en Estados Unidos”.

También se abordó la demanda de algunos de los participantes en las protestas de que renuncie Peña Nieto, y cuáles serían las alternativas posibles. En México hay tres partidos capitalistas principales: el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Peña Nieto, el Partido de Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

“La gente ya no quiere votar por estos partidos. Lo que dicen los zapatistas acerca de las comunidades autogobernadas es correcto”, dijo Moctezuma.

Si Peña Nieto renuncia, “no cambiaría el sistema, pero daría esperanza al pueblo”, dijo Valle. “La creación de un nuevo partido tampoco es la solución. Simplemente se corrompería”. Lo que se necesita es una comunidad autogobernada sin dirigentes, como los zapatistas, dijo, porque los dirigentes inevitablemente “se convierten en opresores”.

“Los zapatistas son un movimiento social local”, dijo Pérez. “No tienen un programa para organizar un partido de trabajadores, agricultores e indígenas que sea capaz de acabar con la clase capitalista y organizar un gobierno de trabajadores y agricultores”.

Pérez dijo que él era estudiante en la Ciudad de México en 1968 cuando el gobierno mexicano masacró a estudiantes en una manifestación. Luego empezó a estudiar sobre la Revolución Cubana, incluyendo la Segunda Declaración de La Habana, un programa revolucionario para el continente generado por el pueblo trabajador de Cuba a través de sus movilizaciones de masas, a principios de los años 60.

“Vine a Estados Unidos y encontré al Partido Socialista de los Trabajadores, el cual no solo defiende a la Revolución Cubana, sino además quiere emularla y hacer una revolución aquí”. Dirigiéndose a sus compañeros panelistas, dijo, “Creo que eso es lo que ustedes deben hacer mientras estén aquí”.  
 
 
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