Vol. 79/No. 29 17 de agosto de 2015
A través de sus acciones ellos han ayudado a inspirar protestas contra las muertes a manos de la policía por todo el país en los últimos dos años. Esto los ha hecho retroceder, como en el caso más reciente con la presentación de cargos contra el policía de la Universidad de Cincinnati Ray Tensing por la muerte de Samuel DuBose.
En una impactante sesión de apertura, los miembros de más de 20 familias afectadas por la policía y la violencia racista se congregaron en la tarima. En presentaciones cortas y emotivas hablaron con una foto del pariente muerto proyectada atrás de ellos. Cada uno terminó diciendo, “Y esto es por qué yo lucho”.
La primera presentación fue por los primos de Emmett Till, un adolescente africano-americano de 14 años de edad, que fue linchado en Mississippi en 1955 por supuestamente coquetear con una mujer blanca. La masiva asistencia a su funeral en Chicago —con un ataúd abierto a insistencia de su madre— fue un catalizador para el movimiento masivo por los derechos de los negros que derrocó la segregación Jim Crow durante la década siguiente.
Durante la conferencia los participantes escucharon a familiares de víctimas muy conocidas de la brutalidad policiaca: Oscar Grant, de Oakland, California; Eric Garner, de Staten Island, Nueva York; Ramarley Graham del Bronx, Nueva York; Michael Brown Jr., de Ferguson, Missouri; Tamir Rice de Cleveland; Rekia Boyd de Chicago. Y se enteraron de muchos casos que no han recibido atención a nivel nacional.
La conferencia atrajo a muchas personas que han estado participando en luchas contra la brutalidad policial, así como activistas en la lucha contra la discriminación de los homosexuales, bisexuales y transexuales.
Intercambian experiencias
Los aproximadamente 80 talleres generaron discusiones de amplio alcance sobre todos los aspectos de la lucha las cuales continuaron durante las meriendas. Hubo sesiones sobre la política electoral, la militarización de la policía, el papel del movimiento sindical, el papel de la mujer y la organización comunitaria.“Estoy aquí porque no puedo permanecer callada”, dijo Shannon Rice, una estudiante universitaria de 19 años de edad, de Cincinnati. “Tenemos que encontrar la manera de poner fin a estos asesinatos y responsabilizar a la policía”.
Al taller sobre “Homicidio justificable: Construyendo un movimiento con las familias afectadas por la violencia sancionada por el estado” asistieron más de 100 personas y fue presidido por Cephus Johnson, el tío de Oscar Grant. Hubo mucho debate entre los miembros de las familias presentes.
El Departamento de Justicia “casi nunca obtiene una condena. Tenemos que empujarlos”, dijo Franclot Graham, el padre de Ramarley Graham, en respuesta a alguien que preguntó si “¿Sería útil pedir que se haga una investigación federal?”
“Los números son importantes”, dijo Graham. “Necesitamos tu presencia física”.
Portada (este número) |
Página inicial |
Página inicial en versión de texto