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Vol. 79/No. 34      28 de septiembre de 2015

 
(artículo principal)
Protesta en Quebec exigirá
seguridad ferroviaria

Defienda a obreros acusados de desastre en 2013
 
Journal MRG/Daniel Pouli
Rueda de prensa el 14 de septiembre convoca a protesta el 11 de octubre en Lac Megantic, Quebec, sitio de desastre ferroviario en 2013. Desde izq., activistas por seguridad ferroviaria Gilles Fluet, Richard Poirier, André Lachapelle, Gilbert Carette, Robert Bellefleur y André Blais.

POR JOHN STEELE  
MONTREAL—“La mayoría de la gente en Lac-Mégantic está de acuerdo que Tom Harding y Richard Labrie no son más que chivos expiatorios”, dijo André Blais, un dirigente de la Coalición de Ciudadanos y Grupos por la Seguridad Ferroviaria, al Militante el 14 de septiembre.

Harding y Labrie enfrentan cargos fabricados por el descarrilamiento y la explosión de un tren cargado de petróleo el 6 de julio de 2013 que mató a 47 personas en Lac-Mégantic, Quebec.

“Los culpables son Transportes de Canadá y los dueños de la empresa ferroviaria Montreal, Maine and Atlantic Railway”, dijo Blais. “La empresa redujo el personal y las labores de mantenimiento, operó los trenes con tripulaciones de una persona y Transportes de Canadá no hizo nada”.

El apoyo a los ferrocarrileros está entrelazado a un creciente movimiento en el área para obligar a los patrones ferroviarios a operar los trenes de manera segura.

El 6 de julio de 2013, un tren de 72 vagones de la empresa Montreal, Maine and Atlantic Railway —la cual se encuentra actualmente en bancarrota— que había sido estacionado en una inclinación, rodó cuesta abajo, se descarriló, explotó y se incendió en Lac-Mégantic. El tren estaba cargado de petróleo crudo con destino a la refinería Irving Oil en Saint John, New Brunswick. El centro de la ciudad se fue destruido y millones de galones de petróleo fueron vertidos al suelo y vías fluviales.

Harding y Labrie, junto con un funcionario de bajo nivel de la Montreal, Maine and Atlantic Railways, Jean Demaître, enfrentan cadena perpetua por 47 cargos cada uno de negligencia criminal con resultado de muerte.

Una prohibición gubernamental de transportar petróleo crudo por Lac-Mégantic expira en enero de 2016. El fondo de alto riesgo estadounidense Fortress Investment Group compró la empresa en bancarrota y creó la Central Maine and Quebec Railway, con la esperanza de sacar provecho de la reanudación del transporte de petróleo.

“Nuestra meta original era colectar 2 500 firmas para octubre en una petición para demandar una orden judicial que impida que la Central Maine and Quebec Railway transporte mercancías peligrosas y exigir que reparen las vías inseguras que pasan por Lac-Megantic”, dijo André Lachapelle, un dirigente del Comité Sécu-Rail de la región Lac-Mégantic. “Colectamos 2 500 en dos semanas. Estamos organizando una manifestación el 11 de octubre a las 1:30 p.m. en el Centro Deportivo de Lac-Mégantic”.

Los fiscales de Quebec —preocupados por el amplio apoyo hacia Harding y Labrie en Lac-Mégantic donde muchos están convencidos que Harding es un héroe por haber arriesgado su vida para prevenir la explosión de otros nueve tanques de petróleo— están maniobrando para trasladar el juicio fuera del área. La próxima audiencia será el 1 de diciembre.

“Todavía no sabemos cual es el argumento central del proceso”, dijo el abogado de Harding, Thomas Walsh, al Militante.

Harding y Labrie cuentan con el apoyo de su sindicato, United Steelworkers, que organizó un fondo de defensa y hasta ahora ha recaudado 206 mil dólares (US$155 mil); del sindicato Teamsters Rail Conference, el principal sindicato ferroviario en Canadá; la División de Transporte del sindicato SMART, que organiza a obreros ferroviario en Estados Unidos; y la division Brotherhood of Locomotive Engineers and Trainmen del sindicato Teamsters.

Los barones ferroviarios canadienses se han unido al gobierno para culpar a Harding por el desastre. El desastre sucedió “por la conducta de una persona”, dijo el presidente de la Canadian Pacific Railway, Hunter Harrison, al Globe and Mail de Toronto.

La línea ferroviaria que pasa por Lac-Mégantic es crucial para los propietarios de Tafisa Canada Inc., la fábrica de tableros de partículas más grande de Norteamérica, ubicada en una colina en Lac-Mégantic. Tafisa emplea a 350 trabajadores, miembros del sindicato Canadian Energy and Paper Workers. La empresa Central Maine and Quebec Railway también presta servicios a decenas de aserraderos de la zona, y operaciones de pulpa y papel al otro lado de la frontera en el estado de Maine.

El Comité de Ciudadanos ha hecho campaña para exponer las condiciones en la línea ferroviaria Central Maine and Quebec. Blais y Lachapelle le entregaron a este reportero fotos que muestran durmientes de ferrocarril podridos, espigas rotas y otros ejemplos del estado peligroso de las vías.

El presidente de Central Maine and Quebec Railway, John Giles, atacó la labor del comité con una “carta abierta” el 12 de agosto, donde dijo que “individuos bien intencionados pero equivocados” están promoviendo “mitos” sobre el ferrocarril. “No hay planes para reiniciar el transporte de crudo por Lac-Mégantic en este momento”, dijo Giles. “Pero”, añadió, “las cosas cambian todo el tiempo”.  
 
 
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