Vol. 79/No. 36 12 de octubre de 2015
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU el 28 de septiembre, el dirigente revolucionario dijo que desde 1945 cuando la organización fue fundada “han sido constantes las guerras de agresión, la intervención en los asuntos internos de los estados, el derrocamiento por la fuerza de gobiernos soberanos”.
Hoy “795 millones de personas sufren hambre, 781 millones de adultos son analfabetos y 17 mil niños mueren cada día de enfermedades curables, mientras que los gastos militares anuales en todo el mundo ascienden a más de 1.7 millones de millones de dólares. Con solo una fracción de ese monto podrían solucionarse los problemas más acuciantes que azotan a la humanidad”, dijo el presidente cubano.
“Incluso, en los países industrializados ya prácticamente desaparecieron las ‘sociedades de bienestar’, que se nos presentaban como el modelo a seguir”, añadió Castro, describiendo los efectos de la crisis capitalista.
Castro condenó los esfuerzos continuos de las potencias imperialistas, principalmente Estados Unidos, de socavar gobiernos que no sigan sus mandatos, incluyendo los de Nicolás Maduro en Venezuela y Rafael Correa en Ecuador. Reafirmó el apoyo de Cuba a la independencia de Puerto Rico “luego de más de una centuria sometido a la dominación colonial”.
A pesar del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, Castro señaló que la guerra económica de Washington contra Cuba continúa.
Añadió que la normalización de relaciones “se alcanzará cuando se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero; se devuelva a Cuba el territorio ocupado ilegalmente por la Base Naval de Guantánamo; cesen las transmisiones radiales y televisivas y los programas de subversión y desestabilización contra la isla, y se compense a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que aún sufre”.
“No menos de 2.7 mil millones de personas en el mundo viven en la pobreza”, dijo Castro el 26 de septiembre en la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible. “Los acaudalados y las compañías transnacionales se hacen cada vez más ricos, y aumentan dramáticamente los pobres, los desempleados y las personas sin casa debido a crueles políticas llamadas ‘de austeridad’. Oleadas de inmigrantes desesperados arriban a Europa huyendo de la miseria y de los conflictos que otros desataron”, dijo.
El día siguiente el dirigente revolucionario habló en una conferencia de “líderes globales” sobre la igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, donde señaló los avances hechos en las condiciones y los derechos de la mujer en Cuba, con uno de los índices de mortalidad materna más bajos en el mundo y un gran número de mujeres en la fuerza laboral del país.
“No renunciaremos jamás a la dignidad, la solidaridad humana y a la justicia social, que son convicciones profundas de nuestra sociedad socialista”, dijo Castro en la cumbre del 26 de septiembre.
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