Vol. 79/37 19 de octubre de 2015
Toledo Blade/Shelby Kardell |
La hostilidad hacia las dos escalas de salarios y beneficios sorprendió a patrones automotrices y funcionarios sindicales. Arriba, acto en Toledo, Ohio, 27 de septiembre, rechaza contrato. |
La patronal y los funcionarios sindicales creyeron que un bono de 3 mil dólares por suscribir el contrato y algunos aumentos salariales convencería a los sindicalistas. Pero estaban ajenos al profundo nivel de hostilidad contra el acuerdo de establecer dos niveles salariales, especialmente entre los obreros más jóvenes.
“La votación es nuestro rechazo al sistema de dos niveles salariales”, dijo Alan Epstein, quien ha trabajado en la fábrica Jeep de Toledo desde los años 80, en una entrevista el 3 de octubre. El 87 por ciento de los obreros ahí votaron en contra del acuerdo. “En 2007 las empresas automotrices alegaron pobreza y la UAW les permitió establecer un sistema salarial de dos niveles. Han empleado a miles de trabajadores desde aquel entonces. Ahora las Tres Grandes automotrices están haciendo grandes ganancias. Pero el contrato propuesto establece muchos más niveles”.
Actualmente, los nuevos empleados empiezan ganando un poco más de la mitad del salario de los trabajadores contratados antes de 2007. El contrato rechazado agrupa a los contratados desde el 2007 en niveles basados en los años de servicio. Su máximo salario llegaría a entre 22 y 25.35 dólares por hora, pero nunca alcanzaría los 29.76 prometidos a los trabajadores antiguos al término del contrato.
En 2007 y 2011 a los trabajadores les dijeron que el segundo nivel estaría limitado al 25 por ciento de la fuerza de trabajo, pero eso nunca fue incluido en el contrato.
“Cuarenta y tres por ciento de los trabajadores de Fiat Chrysler están en el segundo nivel”, dijo Epstein. “Ellos simplemente no creen en la propuesta”.
La UAW negocia convenios modelos con las Tres Grandes empresas automotrices: Chrysler, GM y Ford. Una vez que se logra el primer contrato, la idea es que las otras dos aceptarán lo mismo.
La votación tomó lugar después de una exitosa campaña de sindicalización de la UAW en septiembre en la empresa CVG en Piedmont, Alabama. Los 210 trabajadores de esa empresa fabrican asientos de camiones. Alan Amos, un soldador, quien ayudó a iniciar el esfuerzo de sindicalización, dijo al New York Times que el punto de ruptura llegó esta primavera. “Estábamos hablando en la sala de descanso sobre cómo las cosas iban de mal en peor”, dijo Amos, señalando las altas temperaturas en la fábrica, beneficios cada vez peores y el extenso uso de trabajadores temporales que ganan solo 9.70 la hora.
La creciente combatividad de los trabajadores de restaurantes de comida rápida, de Walmart y otros trabajadores con salarios bajos ha elevado el espíritu de lucha de los trabajadores automotrices.
“La Lucha por $15 muestra que algunos trabajadores peor pagados han decidido dar batalla”, dijo al Militante Aradia Clark, miembro del Local 551 del UAW en la Ford en Chicago, añadiendo que tiene esperanza en las luchas por los contratos automotrices.
“La empresa y los dirigentes sindicales están sorprendidos por el voto en la Chrysler”, dijo Clark. “Ellos apuestan en la ignorancia de los trabajadores jóvenes y esperan que voten sin hacer uso de su cerebro”.
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