Vol. 80/No. 13 4 de abril de 2016
(portada)
Obama en Cuba, pueblo defiende su revolución
El viaje de Obama a Cuba del 20 al 22 de marzo, el primero por un presidente estadounidense en 88 años, es la primera “a una Cuba dueña de su soberanía y con una revolución en el poder”, señaló un editorial en Granma, el periódico del Partido Comunista de Cuba, antes de su llegada. Registra el creciente consenso en la clase dominante de Estados Unidos que su intento de derrocar a la revolución socialista de Cuba mediante una guerra económica ha fracasado. Refleja la decisión del liderazgo histórico de millones de trabajadores en Cuba de defender su revolución.
Castro reiteró la demanda del gobierno cubano de que Washington ponga fin a su embargo económico que ha durado 55 años, el cual es “el obstáculo más importante para nuestro desarrollo económico y el bienestar del pueblo cubano”. La normalización de relaciones también debe incluir “que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la base naval en Guantánamo”, añadió.
Haciendo reconocimiento de la posición de Obama “contra el bloqueo”, Castro dijo, “las últimas medidas adoptadas por su gobierno son positivas, pero no suficientes”.
“La realidad es que el bloqueo sigue en vigor”, incluyendo la prohibición de exportaciones a Estados Unidos y de muchas importaciones, dijo el ministro de relaciones exteriores de Cuba Bruno Rodríguez en una rueda de prensa el 17 de marzo.
Obama fue acompañado por casi 40 congresistas, demócratas y republicanos, y empresarios en busca de oportunidades para inversiones.
En una rueda de prensa conjunta Obama reconoció que “Cuba es soberana”, pero instó al gobierno cubano a que “demostrara que esta dispuesto a hacer más intercambios comerciales, que incluye permitir más empresas mixtas y que las compañías extranjeras contraten a cubanos directamente”.
Este es el propósito principal del viaje: aumentar la presión al gobierno cubano para que acepte una mayor inversión capitalista estadounidense y ampliar el funcionamiento de las relaciones del mercado. De ese modo, los gobernantes capitalistas norteamericanos buscan socavar la confianza de la clase trabajadora y las relaciones sociales de solidaridad que predominan en Cuba como producto de la revolución.
La “realidad laboral” que los trabajadores han alcanzado en Cuba “se caracteriza por el derecho al empleo sin discriminación de ningún tipo, remuneración igual para hombres y mujeres por el desempeño de la misma faena, seguridad social que incluye entre otros beneficios la protección a la madre trabajadora y a los jubilados”, dijo en una declaración emitida el 18 de marzo la Central de Trabajadores de Cuba.
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