Vol. 80/No. 16 25 de abril de 2016
Arriba, Dan Fein, der., candidato del Partido Socialista de los Trabajadores en Illinois para el senado, durante una protesta en Indianapolis en contra de ley anti-aborto el 9 de abril. Recuadro, Osborne Hart, izq. candidato del PST para vicepresidente, en línea de piquetes de empresa California Cartage en Los Angeles durante un paro de
un día el 6 de abril.
“Estamos luchando por 15 dólares la hora y por descansos para beber agua y paliar el calor”, dijo durante el periodo de discusión Víctor Gonzáles, uno de los trabajadores que salió en huelga contra la California Cartage el 6 de abril. “Vamos a seguir teniendo huelgas hasta que entiendan.
“Y no solo somos nosotros”, dijo. “Fue bueno escuchar sobre las otras luchas que usted mencionó esta noche”.
Este es el tipo de respuesta que están recibiendo los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores cuando presentan al partido y su perspectiva revolucionaria obrera en las líneas de piquetes, manifestaciones y en los portales de casas.
“Esta elección va a ser transformativa”, dijo Gill Tori de 18 años de edad, a la candidata del PST para presidente de Estados Unidos, Alyson Kennedy, mientras marchaban en defensa del derecho de la mujer a elegir el aborto en Indianápolis el 9 de abril. “Estoy trabajando como voluntaria para Bernie Sanders porque no quiero vivir en un país donde mande Ted Cruz o Donald Trump”.
“En 1964, cuando estaban postulados el republicano Barry Goldwater y el demócrata Lyndon Johnson, había un ambiente histérico y mucha gente decía que si Goldwater ganaba, habría guerra”, le dijo Kennedy. “Johnson ganó, y fue él el que intensificó la guerra de Vietnam.
“Esto me abrió los ojos a la realidad de la política bajo el capitalismo”, dijo Kennedy. “Tratan de hacernos creer que podemos cambiar las cosas mediante el voto, pero no es cierto. Lo que puso fin a su guerra imperialista en Vietnam fue la lucha implacable del pueblo vietnamita por su liberación nacional y el movimiento contra la guerra que esta resistencia inspiró en Estados Unidos. Esa lucha cambió la manera en que millones de trabajadores, incluso soldados, miraban las cosas.
La crisis de producción y comercio capitalista está empeorando. La manufactura y la minería se han desplomado, desde China a Brasil.
Mientras que los funcionarios del gobierno estadounidense siguen diciendo que el desempleo está por debajo del 5 por ciento y que la economía se ha recuperado, los hechos dicen lo contrario. Más de medio millón de personas serán descalificadas del programa de cupones de alimentos porque Washington considera que la recesión se ha terminado.
En este contexto, el Partido Socialista de los Trabajadores está recibiendo una acogida más amplia y reclutando más voluntarios. Y por la misma razón candidatos como el republicano Donald Trump y el demócrata Bernie Sanders, que dicen que hay una crisis y que se están enfrentando a los poderes existentes, están atrayendo a miles de personas a sus eventos.
Tanto los burgueses liberales como los conservadores están haciendo todo lo posible para derrotar a Trump. Por ejemplo, los directores del pro-demócrata Boston Globe, están instando a los votantes en las primarias a que respalden a cualquiera de los candidatos menos a Trump.
Estos ataques no han detenido a Trump. Actualmente lidera las encuestas en Nueva York por unos 20 puntos, con Ted Cruz en tercer lugar.
Radicales pequeñoburgueses de todo tipo dicen que Trump es un fascista, tan peligroso como el nazi Adolf Hitler. “Tenemos la intención de hacer lo que los llamados dirigentes electos de la ciudad se niegan a hacer: Prevenir que Trump propague su mensaje de odio”, dijo el Partido Mundo Obrero en su sitio web bajo el título “No a un movimiento fascista”.
Sanders enfrenta ataques paralelos por los liberales del partido Demócrata.
Para muchos trabajadores Trump y Sanders son similares. En un evento para Sanders en el sur del Bronx el 31 de marzo, Stephanie Edwards dijo al Financial Times que lo apoya sobre Clinton. Dijo “que sería más posible para ella votar por el Sr. Trump que por la Sra. Clinton, a pesar del hecho de que es mujer y africano-americana”.
Ni Sanders ni Trump ofrecen un camino para que los trabajadores se defiendan. Ambos promueven el nacionalismo de “Estados Unidos primero” en un esfuerzo para vincular el destino de los trabajadores al de los patrones.
“El Partido Socialista de los Trabajadores es un partido obrero con una perspectiva revolucionaria que está participando en las luchas de la clase trabajadora”, dijo Kennedy a Shobi Pratap en la manifestación por el derecho al aborto en Indianápolis. “Estamos construyendo un movimiento obrero revolucionario para derrocar la dictadura del capital y tomar el poder político. Entonces nos uniremos a trabajadores por todo el mundo para transformarlo”.
Artículos relacionados:
Ayude a poner al PST en la papeleta de votación
Campaña de suscripciones abril 2 a mayo 17 (semana 1)
Portada (este número) |
Página inicial |
Página inicial en versión de texto