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Vol. 80/No. 17      2 de mayo de 2016

 

Cómo el ‘race-baiting’ debilita la lucha contra brutalidad policial

 
POR KEVIN DWIRE
MINNEAPOLIS—Cómo avanzar la lucha contra la brutalidad policial y el peligro que representa el race-baiting, cuando alguien de una nacionalidad oprimida (o un individuo que dice hablar en nombre de sus intereses) desvirtúa demagógicamente la credibilidad o aptitudes de liderazgo de una persona cuya piel es de un color diferente, fueron temas debatidos en un foro celebrado aquí el 2 de abril.

Entre las 20 personas que asistieron al evento para Alyson Kennedy, la candidata para presidente de Estados Unidos del Partido Socialista de los Trabajadores, y David Rosenfeld, candidato del PST para el congreso, se encontraban varios activistas de la lucha para que se enjuicie a los policías involucrados en la muerte en noviembre de Jamar Clark. El fiscal del distrito anunció el 30 de marzo que no presentaría cargos contra los oficiales implicados, generando nuevas protestas.

Thandisizwe Jackson-Nisan dijo que ella no estaba de acuerdo con la posición de algunos dirigentes de las protestas de que las personas caucásicas no pueden participar en la lucha como iguales. Señaló que en una manifestación reciente a un estudiante de secundaria no se le permitió hablar sobre cómo organizar a los estudiantes “porque era blanco”.

“El carácter multinacional de las protestas es una señal de fuerza”, dijo Rosenfeld, señalando la participación de Bill Kirvelay en la manifestación del 26 de marzo, en la que habló de la muerte de su hermano Michael por la policía de St. Paul. La familia Kirvelay es caucásica. “Esa fortaleza es socavada si se les impide a quienes se les considere blancos poder hablar y participar en el liderazgo de las protestas contra la brutalidad policiaca”.  
 
 
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