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Vol. 80/No. 21      30 de Mayo de 2016

 
(portada)

Trabajadores de Honeywell luchan contra cierre patronal

 
POR BETSY FARLEY  
SOUTH BEND, Indiana—Los trabajadores de producción de la planta de la Honeywell International en esta ciudad están manteniendo sus líneas de piquetes las 24 horas tras el cierre patronal impuesto el 9 de mayo contra 317 miembros del Local 9 del sindicato automotriz UAW. El local rechazó con un voto de 270 contra 30 “la última, mejor y final oferta” de la Honeywell, que aumentaría drásticamente los costos de atención médica, anularía los horarios de trabajo y le permitiría a la empresa hacer caso omiso de las clasificaciones de puestos de trabajo.

La planta produce frenos y ruedas de aviones para la Boeing, Airbus y otras gigantes empresas aeroespaciales. La Honeywell también impuso un cierre contra 41 miembros del sindicato automotriz en su fábrica de pastillas de freno en Green Island, Nueva York.

“No podemos aceptar un alza de 68 a 114 dólares por semana en el costo del seguro médico familiar y de 3 400 a 8 000 dólares en el deducible”, dijo Adam Stevenson, el presidente del Local 9.

“Siempre hemos tenido horarios de trabajo fijos”, dijo Ivan Donaldson, un electricista con 19 años en la planta. “Honeywell quiere eliminar eso para que empecemos cuando ellos quieran y trabajemos tantas horas como ellos quieran, igual a lo que hacen con los trabajadores de Walmart”. También aumentarían las horas extras obligatorias.

La Honeywell contrató a por lo menos 200 personas de la Strom Engineering, una agencia rompehuelgas, dos meses antes del comienzo del cierre patronal. “Estaban en la planta tratando de aprender nuestros trabajos incluso antes de que votáramos si nos declararíamos en huelga”, dijo Stevenson. “Pero eso también ayudó a que los que vacilaban vieran las verdaderas intenciones de la compañía. Nos unió más”.

Honeywell se jactó de haber aumentado sus ganancias en un 6.3 por ciento en el primer trimestre de 2016, un aumento de ingresos netos de 1.19 mil millones de dólares, y un aumento de 3 por ciento en las ventas de su división aeroespacial, donde obtiene sus mayores ingresos. La empresa dice que las concesiones exigidas son “consecuentes con las realidades económicas que enfrenta la industria”, señalando los “miles de empleos eliminados en marzo por nuestro mayor cliente”.

“Nos tratan como si fuéramos una mercancía, como si fuéramos maíz o soja”, dijo John Billington, un electricista.

“Los sindicatos tienen problemas”, dijo William Bolen, un operador de máquinas con 8 años de antigüedad. “Si no lo paramos aquí, se extenderá. Y el gobierno está con las corporaciones estadounidenses. Son las que controlan el gobierno, ¿por qué no tenemos por lo menos un salario mínimo de 15 dólares la hora?”

El uso de un cierre patronal por la Honeywell no es nada nuevo. En 2010 y 2014 la compañía impuso un cierre en su planta de conversión de uranio en Metropolis, Illinois, después de que los miembros del Local 7-669 del sindicato de obreros del acero USW rechazaron grandes demandas de concesiones. En ambas ocasiones los trabajadores lograron rechazar algunas de las demandas de la empresa.

 
 
 
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