Vol. 80/No. 24 20 de junio de 2016
“Estamos un poco más sindicalizados y un poco más fuertes”, dijo Steve Boswell cuando detuvo su coche para hablar. “Pero todavía estamos luchando por los salarios y beneficios que nos deben”.
“Kellogg pensó que nos veríamos obligados a aceptar sus demandas”, dijo el trabajador Todd Parnell. “La mitad de los trabajadores aquí son caucásicos y la otra mitad son negros, y los patrones pensaron que no íbamos a poder unirnos. Pero lo hicimos”.
Parnell se suscribió al Militante, siete trabajadores compraron ejemplares del periódico y dos hicieron contribuciones.
Equipos de partidarios del Partido Socialista de los Trabajadores comúnmente encuentran una respuesta como esta al hacer campaña por todo el país para discutir y debatir con trabajadores en sus portales, en piquetes y puertas de fábricas sobre como avanzar los intereses de la clase trabajadora.
Los equipos hicieron campaña aquí y en Nashville, Chattanooga, Jackson, Murfreesboro, Smyrna, Lebanon, Knoxville, Alcoa y Johnson City del 20 de mayo al 29 de junio.
“Desde luego que necesitamos algo diferente, porque las cosas van por un camino equivocado,” dijo Joey Yopp, un ex trabajador de una empresa de gas proveniente de una familia de sindicalistas, el 4 de junio en el noreste de Memphis. Yopp favorece a Donald Trump y Bernie Sanders. Firmó para poner a los candidatos del PST, Alyson Kennedy para presidente y Osborne Hart para vicepresidente en la boleta electoral de Tennessee.
El mismo día, John Benson, un miembro del PST habló con Robin Long en el portal de su casa. Long tiene una enfermedad crónica y está recibiendo beneficios de discapacidad, pero le gustaría encontrar un trabajo que pueda hacer. “El hecho de que uno está incapacitado no quiere decir que no puedes hacer nada útil”, dijo ella a Benson.
“En el capitalismo hay un enorme desperdicio de potencial humano y de creatividad”, respondió Benson. Long, quien dijo no querer votar por ninguno de los candidatos principales firmó para poner la lista de candidatos del PST en la boleta.
En Nashville el 2 de junio, John Miller llamó a su esposa, Pascale Killian, a la puerta para hablar acerca de la perspectiva política del PST. Killian, una enfermera, se suscribió al Militante y compró un ejemplar de ¿Es posible una revolución socialista en Estados Unidos?
“Parece estar más cerca que hace unos años”, dijo refiriéndose al título del libro. Miller firmó para ser elector para el partido.
Durante los nueve días de campaña de puerta en puerta, los partidarios del PST recolectaron 456 firmas y consiguieron los 11 electores requeridos. Vendieron 38 suscripciones al Militante y cerca de 100 ejemplares individuales. Más de una decena de trabajadores compraron libros.
Los trabajadores de Triumph han estado en líneas de piquetes desde el 11 de mayo (ver artículo en la portada).
La visita tuvo lugar mientras partidarios del PST estaban terminando un esfuerzo de tres semanas para hacer campaña por todo el estado, ganar nuevos lectores al Militante, familiarizar a los trabajadores con los libros de la editorial Pathfinder sobre la historia de la clase obrera y el programa del PST y para recolectar firmas para poner a Kennedy y a Osborne Hart el candidato para vicepresidente en la boleta electoral. En Spokane, 10 de los 111 trabajadores que firmaron también compraron suscripciones. En todo el estado más de 1 650 personas —mucho más de las mil requeridas— firmaron para poner a los candidatos del partido en la boleta.
Ataques a partidarios de Trump
“Las agresiones físicas a los partidarios de Trump son un ataque a la clase trabajadora”, dijo Kennedy a muchos trabajadores que conoció en Spokane, en referencia al ataque el 2 de junio de personas que salían de un evento en San José, California. “Trabajadores fueron golpeados cobardemente cuando salían de la reunión, y les tiraron huevos y otros objetos”, dijo Kennedy. “La prensa liberal y grupos de izquierda que dicen que Trump es un fascista ven a sus partidarios como el verdadero peligro y los miran como ‘basura blanca’ estúpida y reaccionaria”.“Estos crecientes ataques a nuestra clase demuestran que los trabajadores tienen que organizarse para luchar por el poder obrero”, dijo Kennedy. “Y están haciendo que muchos se interesen en el Partido Socialista de los Trabajadores”.
Un hombre que vino a su puerta dijo que estaba apoyando a Donald Trump porque él tiene algo diferente que ofrecer. Kennedy respondió que los trabajadores necesitan organizarse y prepararse para luchar por el poder político por su propia cuenta. Su esposa se acercó. “No me gusta ninguno de los otros candidatos”, dijo. “Me gusta lo que usted dice y el hecho de que es una trabajadora”.
Otras tres personas en la casa se unieron a la conversación, diciendo que se sentían atraídos por Bernie Sanders. Los cinco firmaron la petición y compraron una suscripción.
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