Vol. 80/No. 25 11 de julio de 2016
Más de 50 mil personas portando carteles que decían “Nuestra indignación ya llegó a su límite” y “Saquen a los marines norteamericanos” protestaron el 19 de junio en Naha, capital de Okinawa, Japón, contra la presencia de tropas norteamericanas en la isla. La protesta sucedió después del arresto de un ex infante de la marina empleado como contratista civil vinculado a la violación y muerte de una mujer de la localidad en abril.
Las tropas estadounidenses están dispersadas en 85 bases e instalaciones en Japón. El 75 por ciento de ellas se encuentran en Okinawa, donde están estacionados alrededor de 30 mil soldados y empleados civiles.
Las bases se remontan al fin de la Segunda Guerra Mundial cuando las tropas norteamericanas ocuparon Japón. La ocupación de Okinawa duró hasta 1972 y una quinta parte todavía permanece bajo control militar norteamericano.
En 1995 tres militares norteamericanos fueron arrestados por violar a una niña de 12 años de edad, lo cual provocó amplia indignación.
Para apaciguar las protestas, Washington y Tokio acordaron cerrar la estación aérea del Cuerpo de Marines estadounidense en Futenma en 1996 y sustituirla con una base en la costa norte de la isla. Veinte años más tarde Futenma todavía sigue funcionando y la construcción de una nueva base quedó en nada debido a la continua resistencia local.