Vol. 80/No. 25 11 de julio de 2016
El Partido Socialista de los Trabajadores lucha hombro a hombro con todos los que luchan por el fin del dominio colonial estadounidense y por la independencia de Puerto Rico.
Por todo Estados Unidos, hemos estado instando a los trabajadores a que se unan a la campaña para exigirle al gobierno norteamericano: ¡Liberen a Oscar López ya! En Chicago, donde yo resido, y en Nueva York he participado en protestas a favor de la libertad de Oscar, preso ya por más de 35 años por sus acciones por un Puerto Rico libre.
Mis compañeras y compañeros aquí han descrito, con abundantes hechos, las consecuencias del dominio colonial norteamericano para el pueblo de Puerto Rico. Han explicado por qué la independencia es una necesidad si el pueblo de esa nación ha de decidir libremente su futuro.
Yo quisiera agregar que una lucha exitosa por la independencia de Puerto Rico también beneficiará a la inmensa mayoría del pueblo de Estados Unidos. Desde su fundación hace casi ocho décadas, mi partido ha apoyado esta lucha.
Yo y los partidarios de mi campaña hemos estado yendo de puerta en puerta en barrios obreros por todo Estados Unidos. Hemos intercambiado con otros trabajadores sobre el camino a seguir ante la crisis capitalista económica y social en el mundo. Hablamos sobre la necesidad de organizar un movimiento obrero —independiente de todos los partidos capitalistas— para defender nuestros intereses, y finalmente para tomar el poder político.
Recibimos una buena respuesta a esta perspectiva porque los trabajadores están indignados por el empeoramiento de las condiciones en Estados Unidos y el mundo. Hace dos semanas me sumé a las líneas de piquetes del sindicato de torneros IAM en Spokane, Washington, quienes están luchando para eliminar la escala salarial divisiva y contra los intentos patronales de eliminar pensiones y desmantelar el seguro médico. Recientemente estuve con huelguistas en Montreal, Quebec, quienes luchan por aumentar el salario mínimo a 15 dólares la hora.
El pueblo de Puerto Rico y los trabajadores en Estados Unidos tenemos intereses comunes, un enemigo común, una lucha común. Es el gobierno norteamericano y el sistema capitalista que este defiende, el responsable de la creciente crisis tanto aquí como en Puerto Rico. Cuando luchamos juntos somos más fuertes.
Muchos trabajadores en Estados Unidos pueden ver cómo la crisis de la deuda de 70 mil millones de dólares en Puerto Rico se usa como garrote en beneficio de los bancos y bonistas, mientras se exprime al pueblo trabajador: un ejemplo flagrante de cómo funciona el dominio colonial. Por sus propias luchas y experiencias con el sistema de “justicia” capitalista, muchos en Estados Unidos se identifican con Oscar López y su batalla por la libertad.
Cinco millones de puertorriqueños residen actualmente en Estados Unidos. Recibimos como hermanos y hermanas a las decenas de miles de trabajadores que se ven forzados a inmigrar a Estados Unidos por la crisis en la isla. Vamos a encontrarnos luchando hombro a hombro, y ellos ayudarán a fortalecer la solidaridad entre los trabajadores en ambos países.
Recientemente visité Cuba como parte de una delegación de trabajadores de Estados Unidos cuyos hijos fueron asesinados por la policía y que han ayudado a dirigir protestas contra la brutalidad policiaca. Aprendimos de primera mano acerca de una sociedad que, como resultado de una profunda revolución social, está basada en la solidaridad, y no en las relaciones capitalistas de “sálvese quien pueda”. El Primero de Mayo, marchamos junto a cientos de miles de trabajadores y jóvenes en una masiva expresión de orgullo, confianza y apoyo a la revolución. ¡Era la primera vez que vimos a trabajadores marchar por las calles sin estar rodeados de policías con equipo antimotines!
Los gobernantes estadounidenses tratan de convencer a los puertorriqueños de que no pueden sobrevivir sin depender de Washington, de igual forma que tratan de convencer a los trabajadores en este país de que los necesitamos para que dirijan la sociedad. Es una mentira.
La revolución socialista cubana es un ejemplo vivo de que cuando los trabajadores y agricultores toman el poder de manos de la minoría capitalista, pueden usarlo para conquistar la verdadera independencia y empezar a reorganizar la sociedad para beneficio de la inmensa mayoría. La Revolución Cubana es un ejemplo para los trabajadores en todo el mundo, incluyendo aquí en Estados Unidos.
Señor presidente, este comité, al condenar el dominio colonial de Washington sobre Puerto Rico, responderá a los intereses de todos los que luchan por la autodeterminación y contra la opresión.
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