Vol. 80/No. 29 8 de agosto de 2016
En los primeros seis meses de este año, el producto interno bruto de Cuba creció en 1 por ciento, la mitad de lo que estaba planeado, dijo Castro, en parte debido a la disminución en los ingresos de las exportaciones de níquel, azúcar y petróleo refinado, dada la caída precipitosa de los precios de las mercancías a nivel mundial.
También ha habido “una determinada contracción en los suministros de combustible pactados con Venezuela”, dijo Castro, “a pesar de la firme voluntad del presidente Nicolás Maduro y su gobierno por cumplirlos”.
Castro enfatizó que la solidaridad de Cuba con Venezuela “no se debilitará, en lo más mínimo”. Unos 46 mil voluntarios, trabajadores de la salud, maestros, y otros técnicos trabajan en Venezuela, donde el pueblo trabajador está haciendo frente a los intentos de partidos pro-imperialistas de aprovecharse de la profunda crisis económica capitalista. “Los cubanos jamás olvidaremos el apoyo de los venezolanos cuando hemos enfrentado graves dificultades”, dijo.
El embargo de Washington “se mantiene vigente”, dijo Castro. Hace más de tres meses el presidente Barack Obama anunció que “se eliminaría la prohibición a Cuba para utilizar el dólar en sus transacciones internacionales”, dijo Castro, pero esto no ha sucedido.
“Como era de esperar, con el propósito de sembrar el desánimo y la incertidumbre en la ciudadanía, comienzan a aparecer especulaciones y augurios de un inminente colapso de nuestra economía con el retorno a la fase aguda del período especial que enfrentamos a inicios de la década del 90 del pasado siglo”, dijo Castro, haciendo referencia a las dificultades que Cuba encaró cuando el país perdió el 85 por ciento de su comercio exterior tras el colapso de la Unión Soviética. Castro agregó, lo “supimos superar gracias a la capacidad de resistencia del pueblo cubano y su confianza ilimitada en Fidel y el partido”. Aunque habrán dificultades, “estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas”.
“No hay espacio para las improvisaciones y mucho menos para el derrotismo”, dijo el presidente cubano. “De una situación coyuntural como la que enfrentamos se sale victorioso actuando con mucha energía, ecuanimidad, racionalidad y sensibilidad política, continuar estrechando la coordinación entre el Partido [Comunista] y el Gobierno y sobre todo con mucho optimismo y seguridad en el presente y el futuro de la revolución”.
“Es preciso reducir gastos de todo tipo que no sean imprescindibles”, dijo Castro. Esto incluye reducir el uso de la electricidad en un 6 por ciento y el del combustible en un 28 por ciento en el sector estatal. No se planean reducciones en las áreas residenciales. “Al propio tiempo, se preservan los servicios sociales que la revolución ha conquistado para nuestro pueblo y se adoptan medidas con el propósito de elevar paulatinamente su calidad”, dijo.
Un excelente ejemplo de esto son las medidas adoptadas para contrarrestar el Zika y otros virus transmitidos por mosquitos mediante la movilización de miles de trabajadores y estudiantes. Solamente ha habido un caso de Zika transmitido localmente, informó Castro, y otros 22 detectados en individuos que entraron de otro país. Los casos de dengue, inicialmente presentes en las 14 provincias, hoy solo existen en un solo municipio de la provincia de Guantánamo.
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