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Vol. 81/No. 6       13 de febrero de 2017

 
(artículo principal, Declaración de la campaña del PST)

0rden ataca refugiados, migrantes, unidad obrera

¡Amnistía para inmigrantes! ¡No deportaciones!

Militante/Betsey Stone
Protesta en aeropuerto de San Francisco el 29 de enero, una de decenas en el país para exigir que liberen a inmigrantes detenidos tras la implementación de orden antiobrera aprobada por presidente Donald Trump. La orden se basa en dos décadas de ataques por parte del gobierno.
 
La siguiente declaración fue emitida el 1 de febrero por Osborne Hart, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para alcalde de Nueva York, a raíz de las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump que atacan a los inmigrantes y refugiados en nombre de la “seguridad nacional”.

Las órdenes se basan en medidas antiobreras adoptadas en los últimos 20 años por las administraciones tanto demócratas como republicanas. La orden de Trump prohíbe la entrada de refugiados provenientes de Siria indefinidamente; la de refugiados de otras partes del mundo por cuatro meses y la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de Irán, Iraq, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen hasta que la administración establezca un régimen de “escrutinio extremo”.

Las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump que preparan el camino para deportar a miles de trabajadores sin papeles y que prohíben la entrada de refugiados a Estados Unidos son una amenaza para la clase trabajadora en su conjunto. El Partido Socialista de los Trabajadores exige que se extienda amnistía a todos los inmigrantes indocumentados que se encuentran en Estados Unidos.

Los gobernantes capitalistas dependen de la competencia y las divisiones entre los trabajadores para mantener su dominio y seguir llenando sus bolsillos de la riqueza producida por nuestro trabajo. Desde el desempleo y la discriminación racista hasta el mantener a los trabajadores inmigrantes y los refugiados como parias, su sistema de explotación necesita mantenernos enfrentados unos contra otros.

Para impulsar la lucha para superar estas divisiones, el Partido Socialista de los Trabajadores exige que cesen todas las deportaciones y se ponga fin a la criminalización de los inmigrantes y la negación de sus derechos civiles, tanto para los que huyen de las guerras imperialistas como para los que buscan una vida mejor. Forjemos la solidaridad y la unidad entre los trabajadores. Luchemos por programas de obras públicas financiados por el gobierno para proveer empleos con salario a escala sindical para todos, construyendo infraestructuras, escuelas, hospitales y otras cosas que el pueblo trabajador necesita.

Los patrones usan su gobierno para abrir o cerrar la afluencia de inmigrantes según se expande o se contrae su economía capitalista. Lo que nunca cambia son sus esfuerzos para forzar a esta sección de la clase trabajadora a vivir en un estado de menos legalidad, imponiendo la sobreexplotación y empeorando las condiciones de todo el pueblo trabajador.

Durante décadas, la cúpula sindical de pensamiento nacionalista se ha negado a asumir este reto. Dicen que es imposible organizar a los trabajadores sin papeles. Nosotros decimos: organicemos a los no organizados, independientemente de qué papeles tiene un trabajador. El movimiento obrero en Estados Unidos fue forjado uniendo a todos los trabajadores a través de luchas: nativos, antiguos esclavos y las oleadas sucesivas de inmigrantes.

Tanto Trump como sus oponentes burgueses liberales dicen que hablan por “nosotros los norteamericanos”. Pero no existe tal cosa. Para ver con claridad lo que enfrentan los trabajadores y poder trazar un camino hacia adelante, tenemos que comenzar con la división fundamental entre los gobernantes capitalistas y la clase trabajadora.

El sistema capitalista de los gobernantes se encuentra en una crisis profunda. Padece de un descenso en las tasas de ganancias, una contracción de la producción y el comercio y de crecientes conflictos por recursos y mercados. La competencia entre los gobernantes capitalistas a nivel mundial ha producido una creciente carnicería, devastadoras crisis económicas y el despojo de millones de seres humanos en todo el mundo. Washington y otras potencias imperialistas han estado enfrascados en guerras incesantes en Iraq, Afganistán, Pakistán, Libia, Yemen, Siria y otros lugares desde el principio del milenio.

Los trabajadores necesitamos nuestro propio partido para organizarnos independientemente de los patrones y sus partidos políticos, para defender nuestros intereses en la lucha hacia la toma del poder de las manos de los gobernantes capitalistas. El Partido Socialista de los Trabajadores es su partido.

Luchemos juntos: ¡Sindicalizar a todos los trabajadores! ¡No a las deportaciones! ¡Condene los ataques contra los musulmanes y las mezquitas! ¡Fuera todas las tropas estadounidenses del Medio Oriente!
 
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