Vol. 81/No. 11 20 de marzo de 2017
Mary Martin, candidata del PST para alcalde de Seattle (recuadro), habla en mitin en Bellevue, Washington, el 5 de marzo, contra ataques a inmigrantes surasiáticos. Arriba, Martin habla con participantes sobre la demanda del partido de una amnistía para los inmigrantes.
El 27 de febrero, el Centro Comunitario Judío Stroum en Mercer Island, Washington, recibió una amenaza de bomba, una de decenas de amenazas y ataques antisemitas sucedidos durante los últimos meses en el país. La carta siguiente fue entregada personalmente el día siguiente a Dana Weiner, la directora de relaciones comunitarias del centro, por Mary Martin, candidata para alcalde de Seattle del Partido Socialista de los Trabajadores. Martin y Weiner abordaron la lucha contra el odio a los judíos durante el encuentro.
Les escribo en nombre del Partido Socialista de los Trabajadores en el estado de Washington para agregar nuestra voz en protesta contra la amenaza de bomba hecha contra el centro el 27 de febrero. Condenamos esta acción de la forma más rotunda y exigimos que los responsables sean arrestados, procesados y encarcelados.
Llamamos también a los trabajadores y sindicatos a que condenen este y todos los actos de odio a los judíos que están ocurriendo en el país, incluyendo los actos de vandalismo en cementerios de Filadelfia y St. Louis. Instamos a defender a cualquier persona que sea atacada o convertida en chivo expiatorio —incluyendo a los musulmanes e inmigrantes que viven en este país— en un esfuerzo para dividir y debilitar a la clase trabajadora. ¡Un ataque contra uno es un ataque contra todos!
Por favor no dude en llamar al Partido Socialista de los Trabajadores si tiene actos públicos relacionados a este ataque o para cualquier ayuda que pueda necesitar.
Rita Meher de Tasveer, uno de los grupos surasiáticos que organizaron el evento, dio la bienvenida a los participantes.
A Kuchibhotla lo mató un atacante en un bar en Kansas mientras le gritaba que regresara al país de donde había venido. Su amigo Alok Madasani, también de la India, fue herido pero sobrevivió el ataque.
Deep Rai fue herido en el brazo mientras trabajaba en su carro frente a su casa. El tirador, un hombre caucásico con una mascara, le dijo a Rai “regrésate a tu país”.
Y el 2 de marzo, Harnish Patel, un pequeño comerciante originario de la India, fue asesinado a balas en Carolina del Sur.
Los oradores representaban varias organizaciones de surasiáticos; el alcalde y el jefe de policía de Bellevue; políticos del partido Demócrata, incluyendo la congresista demócrata Pramila Jayapal; Mary Martin, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para alcalde de Seattle: Kshama Sawant, miembro de Socialist Alternative y concejal de la ciudad de Seattle; y miembros de varios grupos religiosos.
“La administración Trump ha fomentado un ambiente de miedo y odio”, dijo Sawant a la multitud. El director ejecutivo del Condado de King Dow Constantine, un demócrata, dijo que los ataques son producto del “ambiente” creado por el presidente Donald Trump.
“El Partido Socialista de los Trabajadores exige que los responsables de estos ataques sean arrestados, procesados y encarcelados”, dijo Martin, la candidata del PST. “Llamamos a los trabajadores y a los sindicatos a que condenen estos ataques, que se pronuncien contra el uso de trabajadores inmigrantes como chivos expiatorios y a que se opongan a los recientes ataques y amenazas dirigidas contra los judíos y los musulmanes.
“Todos estos actos son esfuerzos para dividir a la clase trabajadora”, dijo Martin. “Para hacer frente a estas divisiones exigimos amnistía para todos los inmigrantes que viven en este país, no importa de dónde vinieron ni cómo llegaron aquí. Exigimos un alto a las redadas y deportaciones. Decimos ¡Un ataque contra uno es un ataque contra todos!”
“El problema no es Trump”, dijo Martin en discusiones en la protesta, “sino es el sistema capitalista. Desde Clinton hasta Bush, Obama y Trump, los gobernantes capitalistas abren y cierran el grifo de la inmigración según su necesidad de mano de obra barata. Usan a los trabajadores indocumentados para dividir a la clase trabajadora, para bajar los salarios de todos.
“Pero los gobernantes se han dado cuenta que tienen un problema”, agregó Martin. “Ellos querían trabajadores, pero recibieron personas. Y estas personas están exigiendo sus derechos. Su lucha coincide con los intereses de todos los trabajadores”.
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