El Militante (logo)  

Vol. 81/No. 12      27 de marzo de 2017

 
(especial)

Cuba y Angola: la guerra por la libertad en África del sur

Evento en La Habana sobre libro de ‘Pombo’ resalta internacionalismo y valores morales de la Revolución Cubana

 
POR RÓGER CALERO
Y REBECCA WILLIAMSON
LA HABANA — “Me habían pedido que hablara de mis experiencias en prisión y como combatiente internacionalista”, dijo Gerardo Hernández. “Pero francamente, me siento un poco incómodo hablando de eso aquí, rodeado de tantos combatientes con tanta historia”.

Hernández estaba hablando el 15 de febrero en una presentación de Cuba y Angola: La guerra por la libertad, por Harry Villegas, conocido en todo el mundo por su nombre de guerra, Pombo. El lanzamiento del libro de la editorial Pathfinder, publicado en español e inglés, fue parte de la Feria Internacional del Libro de La Habana.

La descripción de Hernández no era una exageración. El público, que colmaba la sala con más de 120 personas, incluía a decenas de combatientes revolucionarios —veteranos de misiones internacionalistas cubanas, especialmente en Angola y otras naciones africanas, y de las batallas revolucionarias en Cuba. El mismo Hernández es uno de los cinco cubanos que estuvieron presos más de una década y media en Estados Unidos por sus acciones en defensa de la Revolución Cubana. Él y otros dos de los Cinco también cumplieron misión en Angola.

Asistieron también representantes diplomáticos de ocho países africanos. Entre ellos estaban los embajadores de Congo-Brazzaville (República del Congo), Sudáfrica, Namibia, Etiopía, República Democrática del Congo (anteriormente Zaire) y Guinea Ecuatorial, así como los agregados culturales de Angola y Malí.

Cuba y Angola: La guerra por la libertad es una entrevista con Harry Villegas, general de brigada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FAR), ahora retirado. Es un relato de primera mano de la misión militar voluntaria cubana en Angola, que entre 1975 y 1991 ayudó a defender al país recién independizado de repetidas invasiones por el régimen sudafricano del apartheid y sus partidarios en Washington y otros gobiernos imperialistas.

La derrota del ejército sudafricano en 1988 en lo que se conoce como la batalla de Cuito Cuanavale aseguró la soberanía de Angola. También llevó a la independencia de Namibia y aceleró el fin del dominio supremacista blanco en Sudáfrica.

Además de Villegas, los oradores que presentaron el nuevo libro fueron Víctor Dreke, Gerardo Hernández y Mary-Alice Waters.

Dreke es presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución de Cubana en la provincia de La Habana y presidente de la Asociación de Amistad Cuba-África. Hernández es hoy vicerrector del Instituto Superior de Relaciones Internacionales en La Habana. Waters es presidenta de la editorial Pathfinder, coeditora de Cuba y Angola: La guerra por la libertad, y miembro del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores en Estados Unidos.

Los acompañaron en la tribuna la generala de brigada Delsa Esther “Teté” Puebla, vicepresidenta de la Asociación de Combatientes, y el coronel Leonardo Tamayo, más conocido como “Urbano”, quien en 1966-67, junto con Villegas, formó parte de una columna revolucionaria que combatió en Bolivia bajo el mando de Che Guevara. Urbano y Pombo fueron dos de los cinco combatientes que eludieron al ejército boliviano y sus asesores estadounidenses cuando Che y otros fueron asesinados.

También estaban en la tribuna Aleida Guevara March, hija de Che Guevara, e Iraida Aguirrechu de la Editora Política, quien ayudó en la preparación del libro.

La guerra por la libertad, dijo Dreke al público, recoge la historia de “la participación de Cuba en la liberación de Angola y otros países africanos, en respuesta a las solicitudes de gobiernos y movimientos de liberación africanos”.

Dreke formó parte de una unidad de voluntarios cubanos, dirigida por Che Guevara, que en 1965 luchó en el Congo junto a combatientes anti-imperialistas congoleses. En 1966-68, Dreke también encabezó la misión cubana para ayudar a las fuerzas en Guinea-Bissau que luchaban por independizarse de Portugal.

Dirección decisiva de Fidel
Este relato de la misión en Angola, dijo Dreke, se narra desde una perspectiva única. Villegas estuvo en Angola de 1977 a 1979, al mando de un regimiento de infantería motorizado en la región norte del país. Luego regresó en 1981 y durante unos siete años fue enlace entre el mando cubano en Angola y el puesto de mando especial de las FAR en Cuba, encabezado por Fidel Castro.

“La misión de un enlace en la guerra, además de los peligros militares, significa grandes responsabilidades políticas”, apuntó Dreke. “Ofrecer información exacta es vital para la toma de decisiones. Y Fidel, como comandante en jefe, preguntaba hasta sobre el más mínimo detalle. Leerán en el libro cómo el comandante le preguntaría a Pombo: ‘Dime lo que has visto, no lo que otros te han dicho. Dime tu opinión’”.

Hernández dijo que La guerra por la libertad ofrece un relato exacto del papel de Cuba en la liberación del sur de África. Los jóvenes cubanos necesitan conocer esta historia, insistió. Y eso es cada vez más importante a medida que los acontecimientos se vuelven más distantes para las nuevas generaciones.

“No es secreto para nadie que hoy en día en muchos lugares del mundo, cuando se habla de la independencia de Angola, o el fin del apartheid y la liberación de Nelson Mandela, muchas veces ni se menciona a Cuba”, dijo Hernández. “Los revolucionarios del mundo estamos en una guerra constante contra la maquinaria propagandística del imperialismo, que trata de tergiversar y reescribir la historia a su manera”.

Combatientes cubanos dan ejemplo
Hernández rindió homenaje a los miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana presentes en el evento, no solo por su apoyo a la campaña mundial por la excarcelación de los Cinco Cubanos, sino sobre todo por el propio ejemplo que han brindado. Fueron “los héroes y las heroínas que vinieron antes de los Cinco”, dijo, “quienes con su ejemplo nos trazaron un camino de lucha y resistencia que nos inspiró en la prisión”.

Mary-Alice Waters explicó cómo los trabajadores comunistas en Estados Unidos y otros países usan Cuba y Angola en su actividad política entre los trabajadores y los jóvenes. Con el ejemplo vivo de la Revolución Cubana, dijo, los hechos que Villegas presenta nos ayudan a explicar lo que realmente significa el socialismo. Una revolución socialista “significa aprender qué tipo de personas somos capaces de ser: cómo nos transformamos, a medida que luchamos por transformar nuestras relaciones económicas y sociales”.

Lo que se destaca en el relato de Pombo, dijo Waters, son los valores morales proletarios inculcados por la dirección revolucionaria cubana, especialmente Fidel Castro: “La dignidad y respeto con que se trata a cada ser humano, sea cubano, angolano, namibio, sea amigo o combatiente enemigo”. La voluntad de ganar cada batalla con el mínimo sacrificio de vidas humanas”.

Y “por qué, según las palabras de Fidel, ‘quien no esté dispuesto a combatir por la libertad de los demás no sería jamás capaz de combatir por su propia libertad”. (Ver el texto íntegro de las palabras de Waters en la página 14).

Necesario para nuevas generaciones
Villegas describió cómo Cuba y Angola surgió de varios años de colaboración con los editores del libro, mientras él era vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Combatientes, bajo la dirección de su presidente, el comandante Juan Almeida. El libro va dirigido especialmente a los jóvenes en Estados Unidos y otros países, dijo. Pero la dirección de la Asociación de Combatientes también lo encontró valioso para “promover valores revolucionarios entre las jóvenes generaciones de cubanos”.

La colaboración entre Pathfinder y la Asociación de Combatientes, agregó Villegas, también ha llevado a la publicación de libros basados en entrevistas con otros generales de las FAR. Mencionó Marianas en combate por Teté Puebla, un relato testimonial sobre el pelotón femenino Mariana Grajales en el Ejército Rebelde durante la guerra revolucionaria cubana; De la sierra del Escambray al Congo por Víctor Dreke; y Nuestra historia aún se está escribiendo: La historia de tres generales cubano-chinos en la Revolución Cubana. Uno de los autores del último libro, el general de brigada Gustavo Chui, estaba en el público.

Teté Puebla señaló que la solidaridad internacionalista de Cuba va mucho más allá de África e incluye experiencias menos conocidas como su apoyo a la guerra por la liberación de Vietnam.

“Fidel siempre nos recordó que en todos los lugares donde los cubanos han combatido, solo hemos traído los cuerpos de nuestros compañeros caídos”, dijo Puebla.

‘Conocimos el colonialismo’
Leonardo Tamayo habló sobre su participación en Angola en un batallón de tropas especiales del Ministerio del Interior de Cuba. El batallón aterrizó apenas horas antes de la ceremonia oficial de independencia del país el 11 de noviembre de 1975, y fue vital en las batallas iniciales que repelieron la invasión de las fuerzas de Zaire y Sudáfrica.

“Tuvimos la oportunidad de conocer las vicisitudes y penurias que el colonialismo le había impuesto al pueblo angolano”, dijo Tamayo, “Y nosotros fuimos respetuosos en todos los aspectos hacia el pueblo de ese país”.

Aleida Guevara habló de su participación en la misión angolana como joven pediatra. Para los cubanos de su generación que estuvieron en Angola, “fue una experiencia que nos marcó para toda la vida”, dijo. Ella contrastó las brutales realidades que presenció —y que enfrentan millones de personas en el mundo semicolonial— con los logros que el pueblo trabajador cubano ha conquistado con una revolución socialista.

Hablando desde el público, el general Gustavo Chui, quien fue gravemente herido en la guerra angolana, mencionó su propia experiencia como jefe del personal del puesto de mando especial en La Habana al comienzo de la guerra en 1975. Coincidió con Villegas en lo decisivo que fue el liderazgo político y militar de Fidel Castro en la victoria.

Hoy, dijo Chui, cuando la gente habla de la guerra en Angola, a menudo solo piensa en la victoriosa batalla de Cuito Cuanavale en 1987-88. “Pero Angola fue una lucha prolongada. Duró 15 años”.

Pascal Onguemby, embajador de Congo-Brazzaville y decano del cuerpo diplomático en La Habana, comentó que, al hablar sobre la guerra en Angola, “muchas veces se olvida de mencionar a la República del Congo”. Él destacó la decisión crucial que tomó el gobierno de Congo-Brazzaville, en noviembre de 1975, al permitir que las fuerzas cubanas iniciales desembarcaran allí en camino a Angola para derrotar la invasión de Zaire y Sudáfrica.

A lo largo de las décadas, ningún país del mundo ha hecho por África lo que Cuba ha hecho, explicó Onguemby.

“Cuba fue a África a combatir el ébola, y otros mandaron fusiles”, dijo. “¿Cómo se puede tirar un fusil sobre el ébola?” Onguemby se refería a los voluntarios médicos cubanos que fueron a Guinea, Liberia y Sierra Leona en 2014 para luchar contra la epidemia mortal, en contraste con Washington, que envió unos pocos profesionales médicos junto con cientos de soldados.

Embajadores y representantes diplomáticos de otros países africanos también tomaron la palabra para agradecerle a Cuba su solidaridad internacionalista.

Al final del evento, los presentes compraron todos los 180 ejemplares disponibles de Cuba y Angola: La guerra por la libertad, además de decenas de otros libros en la mesa de Pathfinder.
 
 
Artículos relacionados:
‘Ejemplo vivo de la Revolución Cubana ayuda a explicar lo que realmente significa el socialismo’
Se celebrará conferencia en solidaridad con Cuba en NY
 
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto