Vol. 81/No. 47 18 de diciembre de 2017
(portada)
Nevada: Comienza juicio en caso amañado contra rancheros Bundy:
‘Todo de lo que nos acusan, el gobierno nos hace a nosotros’
Si son declarados culpables de los 15 cargos de conspiración, entre otros, podrían enfrentar condenas de más de 170 años.
Los cargos provienen del 12 de abril de 2014, cuando 200 agentes federales —muchos de ellos fuertemente armados— se enfrentaron a varios cientos de manifestantes en Bunkerville, Nevada. Exigían que regresaran el ganado y el cese del hostigamiento del gobierno contra los Bundy. El BLM afirma que Cliven Bundy debe más de un millón de dólares en aranceles y multas por pastoreo. Un pequeño número de manifestantes estaba armado, pero ninguno de los cuatro que están siendo enjuiciados.
La protesta terminó cuando las autoridades federales acordaron retirarse y el ganado confiscado fue liberado.
En su declaración de apertura, el fiscal federal Steven Myhre afirmó que los policías “fueron superados en número y en armas”.
Simplemente no es verdad, dijo Ryan Bundy, actuando como su propio abogado. “Hubieran visto las armas apuntando hacia nosotros”, le dijo al tribunal. “Cámaras de vigilancia en una colina. Francotiradores apuntando”.
“¿Quieren hablar de extorsión? ¿Quieren hablar de violencia? ¿Quieren hablar de apuntar con armas?”, preguntó. “Todo lo que nos imputan es lo que nos están haciendo”.
“No hubo conspiración para impedir, lesionar, dañar”, dijo Ryan Bundy. “Estamos tratando de proteger nuestra vida, nuestra libertad, los derechos que tenemos, nuestro sustento y patrimonio”.
El 27 de noviembre, los fiscales llamaron al estrado al agente del BLM Robert Shilaikis. El jurado escuchó la grabación secreta hecha por Shilaikis de una llamada telefónica entre el agente de la BLM Michael Johnson y Ryan Bundy el 27 de marzo de 2014.
Los fiscales pusieron 13 minutos de conversación, argumentando que esta era la parte relevante para los cargos. Tras las protestas de la defensa, los fiscales produjeron los 46 minutos completos.
En respuesta a las amenazas hechas por el agente Johnson respecto a la confiscación del ganado, Ryan Bundy dijo: “Tenemos derecho a defendernos si nos están quitando nuestra propiedad. No reclamamos la propiedad de la tierra, reclamamos la propiedad de los derechos de agua, los derechos de pastoreo y las mejoras en las granjas”.
A pesar de los esfuerzos de Johnson para hacer que Bundy dijera que los rancheros responderían con violencia, nunca lo hace.
El abogado defensor Ryan Norwood reintrodujo un segmento de la grabación el día siguiente, donde Ryan Bundy dice que los Bundy se habían reunido con cientos de ganaderos de la región. “Estos ganaderos creen que, si nosotros perdemos, ellos serán los próximos”, dice Bundy. “Personas en Japón, China, de todo el mundo están interesadas en cómo se manejarán los derechos de los Bundys”.
Hasta 1990 había unos 50 ganaderos en el condado de Clark, Nevada. Poco a poco fueron expulsados y solo quedó el rancho de los Bundy, a la vez que el gobierno restringía los derechos de pastoreo, supuestamente para proteger a la tortuga del desierto .
Alrededor del 87 por ciento de la tierra en Nevada —y casi el 50 por ciento de toda la tierra al oeste del río Misisipi— es propiedad del gobierno federal. La única forma en que muchos rancheros pueden sobrevivir es pastoreando su ganado en ellas.
Cliven Bundy dejó de pagar aranceles de pastoreo en 1993 después que el BLM redujera la cantidad de vacas permitidas en las tierras casi por la mitad.
Ammon y Ryan Bundy fueron arrestados el 26 de enero de 2016 por su papel en la ocupación del refugio de vida silvestre Malheur en Oregón, cuyo fin era llamar la atención a la cruzada legal del gobierno para encarcelar a los rancheros locales Dwight y Steven Hammond. Después de la absolución de los Bundy de todos los cargos en octubre de ese año, fueron trasladados a una prisión en Nevada.
Cliven Bundy, quien tiene 71 años, fue arrestado en febrero de 2016 después de viajar a Oregón para visitar a sus hijos encarcelados. Ha perdido por lo menos cinco dientes durante su encarcelamiento, ya que la “atención dental” ofrecida es sacar los dientes.
Ante el desmoronamiento del caso amañado, el 29 de noviembre la jueza Gloria Navarro ordenó la excarcelación de Ammon y Cliven Bundy bajo arresto domiciliario. Ryan Bundy había sido liberado la víspera del juicio, pero tiene que portar un dispositivo de rastreo GPS.
Cliven Bundy rechazó las condiciones de liberación, y dijo que no saldría mientras los otros acusados en espera de juicio estén presos.
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