SOUTH BURLINGTON, Vermont — Dennis Richter, el candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para vicepresidente de Estados Unidos, se unió a partidarios de la campaña socialista para hablar con trabajadores afuera de un supermercado Hannaford el 9 de julio en esta ciudad. Conoció allí a Robert Gray, un instalador de teléfonos de Happy Valley, Pensilvania, que estaba de compras.
“Demasiada gente cree que no pueden cambiar las cosas. Que los que estamos a favor de grandes cambios somos demasiado pequeños y débiles”, dijo Gray.
“Bajo el capitalismo, todo está diseñado para reforzar esa idea”, respondió Richter. “Pero cuando los trabajadores nos involucramos en luchas, es cuando descubrimos nuestras capacidades y nuestra autoestima. Hoy en día, muchos trabajadores tienen ganas de luchar”.
“El país está gobernado por dinero, por gente que no trabaja”, dijo Gray. “Van a diferentes escuelas de las nuestras para aprender a hacerse más ricos, a ser otro Rockefeller”.
“Son una clase social, son capitalistas”, dijo Richter. “Consideran que explotarnos es su derecho. Los trabajadores tenemos que quitarles el poder de sus manos para formar nuestro propio gobierno.
“No les importan en lo absoluto las necesidades de los trabajadores. Están enfrentando una crisis mundial de su sistema capitalista, con una creciente inestabilidad y un aumento de conflictos. Todos están ampliando sus fuerzas armadas. Los gobernantes imperialistas de todas partes están colisionando debido a sus intereses contrapuestos que se están agudizando”.
Además de hacer campaña, el PST está recogiendo firmas en peticiones para incluir a Rachele Fruit, la candidata del partido para presidente, en la boleta electoral del estado junto con Richter.
Richter habló con el Militante para relatar sobre algunas de sus experiencias. Describió un intercambio afuera de un Walmart en Williston. “Las primeras palabras que salieron de su boca fueron: ‘Soy republicana’”, dijo Richter.
Antes de lesionarse en el trabajo, trabajaba limpiando casas. Ahora recibe pagos por discapacidad. “Cuando dijo que solo le preocupaba lo que estaba sucediendo en Vermont, no en el resto del mundo, le respondí que lo que sucede en el mundo afecta a todos los trabajadores, incluso en Vermont. Desde la guerra de Rusia contra la independencia de Ucrania hasta el ataque asesino de Hamás el 7 de octubre contra los judíos en Israel, todos los trabajadores deben tomar partido para defender a nuestra clase y a nuestros aliados.
“Ella inmediatamente estuvo de acuerdo en que los ataques antisemitas están aumentando y que es necesario enfrentarlos”.
“También hablé con una madre y su hija originarias de Bosnia que ahora viven en Vermont. La madre está observando la política internacional con ansiedad debido a los paralelos que ve en Ucrania con la guerra que desgarró a Yugoslavia en los años 90”, dijo Richter. Hasta la invasión de Ucrania por Moscú, el conflicto yugoslavo fue la mayor guerra terrestre en el continente europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
“Le expliqué que las mismas fuerzas que condujeron a la Primera y Segunda Guerra Mundial están alimentando hoy los cañonazos iniciales de la Tercera Guerra Mundial”, dijo Richter. “Si bien tiene motivos para estar ansiosa, también hay motivos para ser optimista de que la clase trabajadora puede impedir la marcha hacia una nueva guerra imperialista. Necesitamos construir partidos obreros revolucionarios en Estados Unidos y en todo el mundo. Le dije que, en última instancia, la clase trabajadora necesita arrebatar el poder de las manos de los belicistas.
“Tanto los demócratas como los republicanos están erosionando las opciones y los derechos de las mujeres, incluido el derecho al aborto”, dijo John Greenia, quien trabaja en una clínica médica cercana, a los partidarios del PST en St. Albans, una ciudad de 7 mil habitantes ubicada en una zona agrícola a 30 millas al norte de Burlington. “Es importante considerar todas las etapas de la planificación familiar. No eres ‘pro-vida’ si una vez que nace un niño no te importa su vida”.
“La clase trabajadora puede empezar a confrontar estos problemas”, dijo la peticionaria del PST Abigail Rosen. “Un partido obrero lucharía por la emancipación de la mujer uniendo y movilizando a los trabajadores de forma independiente de los partidos de los patrones en una lucha por empleos, viviendas de calidad, cuidado infantil, atención materna y anticonceptivos seguros y por la despenalización del aborto”.
“Me gustaría leer más sobre eso”, dijo Greenia, y compró un Militante.
En los primeros 11 días de una campaña de 16 días para incluir la fórmula del PST en la boleta electoral, los partidarios han vendido 29 suscripciones al Militante, 19 libros de dirigentes del PST y recogido 1,474 firmas en todo el estado.
Para participar en el esfuerzo final para superar el número requerido de firmas, o para hacer una contribución, póngase en contacto con la campaña del PST al 646-434-8117 o newyorkswp@gmail.com.