EAST PALESTINE, Ohio — El 25 de junio, en su audiencia final sobre el descarrilamiento de un tren de Norfolk Southern en febrero de 2023 y el subsecuente desastre para los residentes aquí, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) dijo que la compañía ferroviaria tiene toda la responsabilidad. Su conducta fue “inaudita y reprensible”, dijo la presidenta de la junta, Jennifer Homendy.
Al mismo tiempo los trabajadores de East Palestine tenían la fecha límite del 1 de julio para decidir si aceptarían un acuerdo por la demanda por 600 millones de dólares aceptado por los patrones de Norfolk Southern.
“No han hecho nada para evitar que esto suceda de nuevo”, dijo al Militante Jami Wallace, presidenta del Consejo de Unidad por el Descarrilamiento del Tren en East Palestine. Wallace fue una de los trabajadores que asistieron a la audiencia y a dos reuniones comunitarias auspiciadas por la Junta. Wallace recalcó que la junta había concluido que los funcionarios de Norfolk Southern se demoraron en proporcionar información crucial sobre las sustancias químicas peligrosas que había en el tren a los servicios de emergencia. “Todo bombero en Estados Unidos debería estar indignado por esto”, afirmó.
A la audiencia asistieron representantes de tres sindicatos ferroviarios: la División de Transporte de SMART, el principal sindicato que representa a los conductores de trenes; la Hermandad de Maquinistas de Locomotoras BLET; y el Sindicato de Comunicaciones de Transporte-Hermandad del Ferroviaria Carmen BRT-TCU.
Resultados de Junta echan la culpa
Los sindicatos han explicado que la campaña de los patrones de Norfolk Southern y otras compañías ferroviarias para reducir el tamaño de las tripulaciones, imponer horarios que dejan a los trabajadores exhaustos y destruyen a sus familias, y recortar las inspecciones, el mantenimiento y otras medidas claves para la seguridad de las operaciones fueron la causa del desastre. El informe de la Junta respalda esta conclusión.
Como parte de la lucha de los residentes para sacar a la luz la verdad y para que la empresa asuma responsabilidad, Wallace y otros han criticado el acuerdo en la demanda. “Todos los gastos que el ferrocarril pagó cuando fuimos evacuados, como habitaciones de hotel, se restarán de tu porción”, dijo al Militante Chris Albright, trabajador de tubería de suministro de gas residencial y miembro del sindicato Laborers. “Eso significa que recibiremos unos 35 mil dólares. Eso no es nada.
“Me puse muy enfermo por el descarrilamiento y ahora estoy luchando para recuperar mi trabajo”, dijo. “Nuestra principal lucha es por atención médica de por vida”.
El Washington Post informó que un nuevo estudio muestra que la contaminación provocada por el descarrilamiento del tren en East Palestine, el incendio inicial y la posterior “ventilación y quema” de los peligrosos vagones cisterna con cloruro de vinilo lanzaron sustancias químicas peligrosas a 16 estados. El informe de la NTSB dijo que la ventilación y la quema se basaron “en información incompleta y engañosa proporcionada por funcionarios y contratistas de Norfolk Southern”.
La Hermandad de Maquinistas BLET ha explicado que “la estrategia de ventilación y quema fue la forma más rápida para reabrir las vías”. El vicepresidente del BLET, Randy Fannon, dijo a Associated Press: “Cuando tienes 35 o 45 trenes esperando para pasar, no hay forma de evitarlo”.
Otro factor importante en este desastre fue la insistencia de los patrones, impulsada por su afán de ganancias, de utilizar vagones cisterna propensos a agrietarse con un impacto para transportar carga peligrosa. Está previsto que estos vagones, conocidos como DOT-111, se eliminen gradualmente, pero no hasta 2029.
Homendy dijo que la NTSB ha venido insistiendo que estos vagones sean retirados de servicio desde 1991. Las industrias química y de transporte se han resistido.
“La vida útil de estos vagones puede ser de 20 a 30 años”, dijo Robert Sumwalt, ex presidente de la NTSB, señalando que las compañías ferroviarias quieren sacar el máximo rendimiento de ellos. Actualmente hay 25 mil de ellos en uso.
El informe de la NTSB concluyó que un cojinete de rueda defectuoso en uno de los vagones que fue detectado demasiado tarde causó el descarrilamiento. ¿Pero por qué?
Recortan empleos, desdén patronal
“Las empresas ferroviarias han aumentado sus ganancias recortando la fuerza laboral en casi un tercio en los últimos siete años”, dijo el presidente del BLET, Eddie Hall, en un comunicado distribuido en la audiencia. “Han reducido el número de inspecciones completas de los vagones, además de otros recortes de servicios”.
“La reducción del tiempo para la inspección de cada lado del vagón a 30 segundos”, hizo más difícil detectar problemas en los vagones, dijo al Militante Jason Cox, representante nacional del sindicato BRC-TCU.
Hall también señaló la “excesiva dependencia en la tecnología” de los patrones. Los detectores al costado de la vía, que supuestamente miden la temperatura de los cojinetes de las ruedas y emiten una alerta si están calientes, “no deberían sustituir a los trabajadores ferroviarios que realizan inspecciones completas”, dijo.
Jared Cassity, director del equipo nacional de seguridad del sindicato SMART-TD, le había dicho a la Junta que el tren “debería haberse detenido cuando se detectó la primera temperatura elevada. Antes de 2021, la tripulación hubiera recibido una alerta audible”.
La audiencia también documentó cómo los recortes de empleos en Norfolk Southern condujeron a que solo un trabajador fuera asignado esa noche para monitorear todos los detectores en las 19,500 millas de vías férreas. Estaba trabajando “solo” en una computadora en casa, en un turno de 12 horas, sin pausa programada para el almuerzo ni tiempo para ir al baño.
Le dijo a la NTSB que cuando llegó la alerta sobre el tren que se acercaba a East Palestine, “Honestamente, no la vi cuando llegó por primera vez. Estaba trabajando en otros tres trenes”.
El informe de la NTSB (que no tiene poder de ejecución) presenta una imagen condenatoria de la responsabilidad de los patrones de Norfolk Southern, producida por su afán de ganancias a toda costa. Los trabajadores ferroviarios y sus sindicatos deben tomar la iniciativa en una lucha por el control de todos los aspectos de su trabajo para protegerse a sí mismos y a los que viven cerca de las vías.