‘Sindicatos están dando pasos para enfrentar ataques de los patrones’

Por Terry Evans
2 de diciembre de 2024
Rachele Fruit (izq.), candidata del PST para presidente de EE.UU., en línea de piquetes en Eagan, Minnesota, 1 de octubre, durante día nacional de protestas de trabajadores postales.
Militante/Mary MartinRachele Fruit (izq.), candidata del PST para presidente de EE.UU., en línea de piquetes en Eagan, Minnesota, 1 de octubre, durante día nacional de protestas de trabajadores postales.

‘Aprendimos mucho en la campaña’: entrevista con candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores Rachele Fruit y Dennis Richter

Rachele Fruit y Dennis Richter, los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores para presidente y vicepresidente de Estados Unidos en 2024, presentaron el programa obrero del PST a trabajadores en ciudades, pueblos y áreas rurales por todo Estados Unidos e internacionalmente.

Hablaron con el Militante el 11 de noviembre sobre el interés que encontraron durante la campaña sobre los esfuerzos para ganar apoyo para las luchas sindicales contra las acciones de los patrones para poner la crisis capitalista sobre las espaldas de los trabajadores y sobre lo que está en juego para la clase trabajadora dada la creciente inestabilidad económica y política a nivel mundial.

Y debatieron con los trabajadores sobre los acontecimientos decisivos que representan el asalto de Moscú contra la soberanía de Ucrania, el pogromo de Hamás en Israel y la creciente amenaza de más guerras. En todas partes encontraron una apertura a discutir la vía obrera que impulsa el partido.

“Muchísimas veces los trabajadores con quienes hablé señalaron las crecientes dificultades que enfrentan para formar y mantener a sus familias ”, dijo Fruit. En el estado de Florida donde ella reside, “casi el 30% de los padres de familia están renunciando a su trabajo o reduciendo sus horas de trabajo para cuidar a sus hijos porque no pueden costearse el cuidado infantil”.

La crisis social, económica y moral que enfrentan los trabajadores no desaparecerá con un presidente diferente, afirmó.

Durante la campaña, Fruit y Richter se unieron a las líneas de piquetes de la huelga en Boeing, de los estibadores de los puertos del Golfo y de la Costa Este, enfermeras, trabajadores postales que luchaban por un mejor contrato y de otros sindicalistas. Utilizaron su campaña para ganar apoyo para estas luchas.

Durante décadas los patrones han impuesto contratos de dos niveles a los sindicatos, pero cuando los miembros del sindicato automotriz UAW amenazaron con salir en huelga a principios de este año en Daimler Truck en Carolina del Norte, los patrones dieron marcha atrás “y pusieron fin al sistema de salarios de dos niveles, algo que fue notado por decenas de miles de otros trabajadores”, dijo, como ha sucedido con otras luchas sindicales.

Dennis Richter (der.), candidato del PST para vicepresidente, brinda solidaridad a enfermeras en su lucha por un contrato en University Medical Center en Nueva Orleans, 17 de julio.
Militante/Josefina OteroDennis Richter (der.), candidato del PST para vicepresidente, brinda solidaridad a enfermeras en su lucha por un contrato en University Medical Center en Nueva Orleans, 17 de julio.

“Enfermeras de Pittsburgh lucharon y ganaron un nuevo contrato que incluía la contratación de más empleados”, dijo Fruit, y señaló lo que un huelguista dijo, de que para mejorar la atención médica es necesario extender la lucha a los hospitales de toda la región, incluso donde las enfermeras aún no tienen sindicato.

“Cuando los trabajadores logran avances en un lugar”, dijo Richter, “eso es bueno para el resto de nosotros. Más trabajadores buscan resolver nuestros problemas juntos como clase, no como individuos.

“Se interesaron cuando les explicamos que nuestro programa se basa en las experiencias de luchas obreras previas y los avances revolucionarios, no en algunas ‘buenas ideas’”.

“Los trabajadores saben que los patrones los explotan”, dijo Fruit. “Lo que nosotros aportamos a estas discusiones es el reconocimiento de que la sociedad se puede organizar de otra manera. Eso es posible si derrocamos el gobierno de la clase capitalista y lo reemplazamos con un gobierno propio.

“Millones de trabajadores se dan cuenta que los demócratas y los republicanos no son la respuesta a lo que enfrentamos”, dijo. “Recibimos una respuesta tremenda cuando explicamos que los trabajadores necesitan un partido obrero, un vehículo político para luchar por las cosas que nuestra clase necesita”.

“Trump dice que va a acabar con la inflación y detener las guerras de hoy”, dijo Richter. “Pero muchos trabajadores no lo creen”. Al mismo tiempo, “muchos estaban de acuerdo cuando decíamos que los trabajadores somos una clase con nuestros propios intereses, que somos la gran mayoría, producimos toda la riqueza y necesitamos organizarnos juntos para defendernos”.

En el curso de las luchas sindicales, los trabajadores “buscamos formas de superar las divisiones que los patrones usan para debilitarnos”, dijo Fruit. Señaló una lucha en julio de camioneros en México y Estados Unidos que se unieron para tratar de mejorar sus condiciones de trabajo.

Fruit visitó Charleroi, Pensilvania, en octubre, donde trabajadores inmigrantes haitianos habían sido calumniados, dijo. “En la puerta de una fábrica conocí a trabajadores que no estaban de acuerdo con ver a los inmigrantes de esa manera. Un trabajador nacido aquí me dijo: ‘Los inmigrantes son seres humanos como nosotros’”.

Ambos partidos pretenden controlar la inmigración, según las necesidades de mano de obra barata de los patrones. El presidente Joseph Biden emitió una orden ejecutiva en junio para acelerar las deportaciones. El presidente electo Donald Trump está amenazando con deportaciones masivas. A lo largo de su campaña, Fruit y Richter explicaron que la lucha por una amnistía para los trabajadores indocumentados en Estados Unidos es clave para forjar la unidad de la clase trabajadora y construir un movimiento sindical más fuerte.

La lucha contra el odio antijudío

“Comenzamos la campaña respondiendo al pogromo de Hamás del 7 de octubre”, dijo Fruit, un punto de inflexión en la política mundial. “Utilizamos la continuidad del movimiento comunista, que se remonta a la lucha librada por Lenin y los bolcheviques durante la Revolución Rusa contra todas las expresiones de odio a los judíos.

“La mayoría de los trabajadores se sienten repelidos por lo que hizo Hamás y estuvieron de acuerdo cuando dijimos que Israel debe ser defendido como refugio para los judíos. Algunos preguntaron: ‘¿Por qué tiene que haber tantas muertes de los palestinos?’ Les explicamos que Hamás era responsable de eso, que ellos deliberadamente colocan sus depósitos de armas, misiles, túneles y bases en escuelas, hospitales y debajo de las casas de los trabajadores”.

“Cuando los trabajadores ven a las fuerzas israelíes actuando para defender a los judíos de los escuadrones de la muerte de Hamás, se identifican con esta lucha”, dijo Richter. “Muchos se preguntan: ‘¿Por qué le hacen esto a los judíos?’

“Sin entender el origen del odio a los judíos en la época imperialista en medio de la decadencia del capitalismo mundial, la cuestión judía parece un gran misterio”, dijo. “Todo movimiento obrero eventualmente enfrentará a las fuerzas fascistas, las cuales se organizan bajo la bandera del odio a los judíos. Si no apreciamos esto la cuestión judía no se puede entender.

“Si no estás en el seno de la clase trabajadora, podrías creer que más y más personas se están volviendo contra los judíos”, dijo Richter. “Nosotros estamos encontrando exactamente lo contrario: es dentro de la clase trabajadora donde uno encuentra a trabajadores que defienden a los judíos”.

Una política exterior obrera

Se necesita una política exterior de la clase trabajadora, dijo Fruit, “porque los gobernantes norteamericanos no hacen nada en el Medio Oriente, ni en ningún otro lugar del mundo, que no esté basado en sus propios intereses de clase”.

“Las dos guerras en Iraq y la guerra en Afganistán no fueron ‘errores’ de los gobernantes capitalistas de Estados Unidos”, añadió Richter. “Volverán a utilizar sus enormes fuerzas militares, con consecuencias mortales para los trabajadores. Lo que puede impedirlo es que la clase trabajadora tome el poder en sus propias manos”.

“La pregunta más importante que nos hicieron fue: ‘¿Es posible que los trabajadores hagan eso?’”, dijo Fruit. “Lo es, a medida que crezca la confianza y la conciencia de clase”.

Durante su visita al Reino Unido, relató Fruit, conoció a trabajadores ferroviarios en Manchester que lucharon con éxito por el reconocimiento sindical. “Uno de ellos preguntó: ‘¿Cómo se logra que los trabajadores que participan en una lucha por mejores salarios aprendan sobre cuestiones políticas más amplias?’ Dije que eso empieza a suceder cuando los trabajadores luchan juntos y empiezan a ver a qué nos enfrentamos —los patrones, sus partidos y su gobierno— y a ver lo que los trabajadores son capaces de hacer.

“Señalamos la revolución socialista de Cuba, su liderazgo y lo que los trabajadores lograron allí y han defendido desde entonces”, dijo. “Muestra lo que es posible.

“Y señalamos la solidaridad de la clase trabajadora que sale a la luz cuando hay una catástrofe social, como tras el reciente huracán en Carolina del Norte o las inundaciones mortales en España”. En ausencia de ayuda de los gobiernos capitalistas, “los trabajadores salen adelante para hacer lo que es necesario. Ejemplos como este muestran la capacidad de la clase trabajadora para dirigir la sociedad. Pero para liberar ese potencial, los trabajadores necesitan tomar el poder político”, dijo Fruit.

“En el camino, los trabajadores necesitarán defender las libertades constitucionales de los ataques tanto de los demócratas como de los republicanos”, dijo Richter. “No importa quién esté en la Casa Blanca, usarán el sistema de ‘justicia’ capitalista: la policía, el FBI y los tribunales contra los trabajadores y la vanguardia obrera”.

“Hoy los demócratas están reaccionando histéricamente a su derrota electoral”, dijo Fruit. “Culpan a los trabajadores que nada pudo convencerlos a votar por Kamala Harris”.

En marcado contraste, “el PST mira hacia adelante”, dijo. “Los trabajadores se enfrentan a una buena situación, muchos de nosotros estamos seguros de que podemos usar nuestros sindicatos para defendernos. Y a los trabajadores que apoyaron la campaña del PST les decimos: ‘Nuestro partido es su partido’. Conozcan más sobre el PST y su programa, y únanse a nosotros en las luchas de clases que tenemos por delante”.