YAKIMA, Washington — “Buenas noticias en Monson”, anunció el 22 de mayo el sindicato de trabajadores agrícolas Familias Unidas por la Justicia. Era la primera vez desde que los trabajadores iniciaron su huelga en las plantas empacadoras de frutas en el condado de Yakima en Washington, que un comité de trabajadores, elegido por los huelguistas, llegó a un acuerdo preliminar con una de las empresas y acordó a regresar a trabajar, informó el sindicato. La noticia animó a los trabajadores que aún se encuentran en huelga en otras cuatro plantas.
“Continúan las negociaciones con Monson sobre el aumento permanente que los trabajadores quieren”, dijo al Militante el presidente de Familias Unidas, Ramón Torres. El sindicato ha ayudado a los empacadores de frutas a organizarse y luchar por sus demandas. En cada planta, los huelguistas han elegido un comité para representarlos y liderar las huelgas.
“Están negociando en Frosty Packing”, donde los trabajadores permanecen en las líneas de piquetes, dijo Torres. “Todavía estamos luchando en las otras compañías. Es importante que las huelgas lograron que Monson se sentara y negociara de buena fe con el comité que eligieron los trabajadores. Ambas partes se comprometieron a trabajar e implementar todo lo necesario para tener seguridad y salud en el trabajo”.
Las huelgas comenzaron como resultado de las demandas de medidas para detener la propagación del coronavirus en las hacinadas plantas de empaque. Pero rápidamente, los trabajadores plantearon cuestiones sobre salarios, horas de trabajo, aceleración de la producción y otras demandas más amplias sobre condiciones laborales en las plantas, y para ser tratados con respeto.
Una de las demandas es una semana laboral garantizada de 40 horas. Los trabajadores dicen que a menudo les dan solo 20 horas de trabajo, pero los presionan a empacar lo que harían en 40.
“Si vamos a hacer el trabajo de tres personas, queremos que nos paguen por tres personas”, dijo al Militante Rosa, una huelguista de la Columbia Reach Pack. No quiso dar su apellido por temor a represalias. “Queremos que nos traten de manera justa y con dignidad. Necesitamos que nos paguen un salario decoroso”.
En Monson, los trabajadores exigen que haya más de un baño para las mujeres en un departamento donde trabajan 50 mujeres.
Las huelgas no han paralizado las plantas, pero han frenado la producción y han llamado la atención de los patrones de esta región agrícola. Los cultivadores de frutas de Washington y los patrones de las empacadoras ganaron alrededor de 2.7 mil millones de dólares de las ventas de frutas y bayas en 2019. Cerca de 2 mil millones de esos fueron solo de manzanas.
La industria frutícola del estado está dominada por cultivadores y empacadoras integrados cada vez más en grandes fondos de inversión de capital que han introducido nuevas tecnologías para acelerar la producción. Allan Brothers, donde comenzaron las huelgas, construyó un nuevo edificio de empaque en 2019 que costó 35 millones de dólares. Muchos de los patrones del área, incluidos los de Allan Brothers y Matson Fruit, donde los trabajadores permanecen en huelga, están conectados a través de una empresa de comercialización común.
Los patrones han introducido nuevas tecnologías, que incluyen el amarre de árboles frutales a cables de suspensión. Esa configuración cuesta tres veces más que las huertas tradicionales, pero los árboles pueden comenzar a producir en su segundo o tercer año mientras que los árboles independientes producen en cuatro o cinco años. También permite a los patrones presionar a que los trabajadores aceleren la producción.
Estas condiciones contribuyeron a que se iniciarán las huelgas. Los trabajadores dicen que están decididos a permanecer en huelga hasta que obtengan contratos. “Y Familias Unidas se quedará en Yakima hasta que termine la última huelga”, dijo Torres.