MIAMI — Miembros y partidarios del Partido Socialista de los Trabajadores se reunieron aquí el 10 de mayo para celebrar la vida de Cindy Jaquith, un cuadro del PST durante 55 años. Jaquith falleció el 1 de mayo. Tenía 72 años. Asistieron a la celebración participantes de Florida, Atlanta, Nueva York, Pittsburgh y Louisville, Kentucky.
Una exhibición de cinco paneles con fotografías y artículos que resaltó el trabajo del PST durante las últimas cinco décadas, y las muchas contribuciones de liderazgo de Jaquith para ayudar a impulsar el partido, permitió que los participantes apreciaran la riqueza y productividad política de su vida.
Se recibieron más de 40 mensajes de compañeros y amigos que la conocieron y trabajaron con ella. Entre ellos el de Jonathan Silberman en nombre del Comité Político de la Liga Comunista del Reino Unido, y otros de dirigentes de las Ligas Comunistas en Australia, Nueva Zelanda y Canadá. Uno era de su hermana Diane, que describió los primeros años de la vida de Cindy.
“Cindy fue la segunda de cuatro hijos criados en Lexington, Massachusetts, un suburbio afluente de Boston”, escribió Diane Jaquith. “Cindy se destacó en la escuela y dedicó mucho tiempo a las Girl Scouts, incluso asistiendo a la reunión nacional. Le gustaba enseñar a su hermana menor a cocinar y a coser, y ayudó con la tropa Brownie de su hermana. El único problema en el que estuvo involucrada fue cuando, en la escuela secundaria, Cindy y sus amigas lograron robarse las banderas de Estados Unidos de todas las aulas y las escondieron”.
“Una de las primeras tareas de Cindy cuando trabajó para el Militante fue cubrir las batallas de los mineros del carbón en el condado de Harlan, en Kentucky, a principios de la década de 1970”, dijo Jacquie Henderson en el evento. Henderson trabajó con Jaquith cuando ambas eran miembros de la rama del PST en Houston.
“Esos viajes iniciales a los yacimientos de carbón contribuyeron a que el PST estableciera una rama en Morgantown, Virginia del Oeste, y una fracción del partido en el sindicato minero UMW”.
“Cindy se convirtió en una trabajadora-bolchevique en la lucha de clases de Estados Unidos”, dijo Paul Mailhot, hablando en nombre del Comité Político del PST. “Desde su participación en la lucha contra la guerra de Vietnam, la lucha por los derechos de los negros, la construcción del movimiento para la liberación de la mujer, hasta las luchas en los yacimientos de carbón y su participación en muchas de las fracciones sindicales del partido, estas fueron las experiencias que convirtieron a Cindy, en una luchadora proletaria de cierta reputación. Y adquirió la capacidad de trabajar con otros, e informar para el Militante sobre los desarrollos en el movimiento obrero a nivel internacional.
“Cuando Cindy realizaba una tarea para escribir sobre algún suceso en la lucha de clases”, dijo Mailhot, “siempre brindó ayuda a aquellos con quienes estaba trabajando, no solo para que fueran mejores corresponsales obreros sino para ser mejores luchadores proletarios”.
Los mensajes ilustraron eso claramente. “Cindy vino a Price, Utah, para cubrir la primera Conferencia de Mujeres Mineras del Carbón del Oeste en 1985”, escribió Cecelia Moriarity, miembro del partido en Seattle. “Nos enseñó a Charlene Adamson y a mí a escribir para el Militante. Nos enseñó cómo incluir lo que creíamos eran los hechos más importantes y emocionantes sobre esta reunión tan concurrida. Fue una lección que recordamos hasta el día de hoy”.
La revolución iraní de 1979
A principios de 1979, una masiva movilización revolucionaria de trabajadores y jóvenes derrocó al odiado régimen del sha de Irán y abrió el camino para que millones de personas se involucraran en la política. El Militante envió a Jaquith para informar sobre esos eventos, en enero y febrero, y de nuevo a fines de ese año hasta 1980.
Ma’mud Shirvani describió este trabajo en un mensaje. “La cobertura semanal que Cindy brindó como corresponsal obrera para el Militante, hablando con trabajadores, soldados, luchadores kurdos, mujeres luchando por sus derechos y otros, no tiene paralelo con ningún otro material escrito sobre la revolución iraní. Ella informó con un sentido bolchevique sobre el presente como historia”.
El potencial de la revolución en Irán fue interrumpido por una sangrienta contrarrevolución clerical-burguesa. El pueblo trabajador allí, sin embargo, ha luchado y mantenido abierto el espacio para la discusión de ideas políticas. Desde 1992, la editorial Pathfinder ha presentado libros de dirigentes obreros revolucionarios en la Feria Internacional del Libro de Teherán que tiene lugar anualmente.
A partir de 1999, Jaquith fue a Irán casi una vez al año durante una década para ser parte del stand de Pathfinder, hasta que las restricciones migratorias no lo permitieron. El distribuidor de Pathfinder del Reino Unido ha mantenido este esfuerzo hasta el día de hoy.
Mailhot destacó un mensaje de Tony Hunt, de la distribuidora de Pathfinder en Londres. Hunt trabajó con Jaquith en la feria de Teherán. “Cindy podía ser severa, a menudo exigente”, dijo. Pero eso estaba “acompañado de un encantador y inexpresivo sentido del humor”.
“Recuerdo su habilidad de explicar pedagógicamente un asunto político o describir el contenido de un libro a los visitantes de la feria de una manera que lo hacía cobrar vida, como si estuviera contando una historia”, escribió Hunt. “Aprendí mucho de Cindy: el firme liderazgo que mostraba cuando era necesario y su disciplina”.
El periodismo proletario de Jaquith fue subproducto de su compromiso principal: ser una revolucionaria proletaria. En ese sentido, dijo Mailhot, el ejemplo político que estableció como dirigente del PST para los trabajadores de tendencia revolucionaria en Irán fue invaluable. “Ese fue el partido al que se orientaron por su programa y conducta proletaria”, dijo Mailhot, “porque el liderazgo del PST había sido probado en el curso de la lucha de clases y su respuesta a las revoluciones populares en todo el mundo”.
El buró de Managua
Desde finales de 1985 hasta 1987, Jaquith fue la organizadora del equipo de reportaje del Militant en Nicaragua que cubría la lucha de los trabajadores y los agricultores para defender su revolución.
“A las pocas semanas del derrocamiento de Somoza en 1979, el partido estableció lo que se convirtió en el buró de Managua para aprender de la revolución y decir la verdad sobre lo que estaban logrando los trabajadores y los agricultores”, escribió en su mensaje Seth Galinsky, quien trabajó con Jaquith ahí.
“Para finales de 1986, la revolución había comenzado a estancarse, a pesar de que se siguieron haciendo algunos avances”, escribió. “Los trabajadores dieron golpes decisivos a los contras, que contaban con el respaldo de Washington.
“En lugar de usar esa victoria para avanzar la revolución profundizando la participación de los trabajadores y jóvenes, el liderazgo del FSLN hizo lo contrario”, dijo, “al anunciar que no se tomarían más tierras de los ‘productores patrióticos’ para ser entregadas a las decenas de miles de campesinos sin tierra”. La revolución desapareció unos años más tarde.
Jaquith regresó a Nicaragua en 1990 para organizar algunos informes finales hasta que el buró se cerró ese año.
Por emancipación de la mujer
Varias exhibiciones y mensajes destacaron la participación de Jaquith en la lucha por la emancipación de la mujer.
“Conocí a Cindy en Nueva York a finales de los años 60, después que ella se transfiriera de Carleton College a Barnard”, dijo Susan LaMont, organizadora de la rama del PST en Atlanta. “Este era un período de radicalización que afectó profundamente sobre todo a los trabajadores y jóvenes: la lucha que aplastó la segregación racial Jim Crow en el sur de Estados Unidos y fortaleció la lucha por la igualdad de los negros en el norte, el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y el creciente movimiento contra la guerra de Washington en Vietnam. El movimiento de liberación de la mujer ascendió al escenario en este momento.
“El PST reconoció que esto afectaría el curso de la revolución en Estados Unidos y la construcción y desarrollo de liderazgo de nuestro propio partido”, dijo LaMont. “Cindy ayudó a liderar la creciente participación del PST en las batallas por los derechos de la mujer. Fue audaz en los debates que se desataron, ayudando a sentar un ejemplo de cómo enfrentar los ataques de hostigamiento anticomunista por parte de las fuerzas decididas a llevar la lucha a un callejón sin salida apoyando a políticos capitalistas”.
Jaquith asumió muchas responsabilidades de liderazgo. Fue elegida secretaria nacional de la Alianza de la Juventud Socialista en su convención nacional de 1970. Fue miembro del Comité Nacional del PST de 1976 a 1991 y asistió a la escuela de liderazgo del partido en 1980. Se unió a la redacción del Militant en 1972 y escribió para el periódico casi continuamente hasta 1991, sirviendo como su directora durante varios de esos años. El índice del Militante incluye más de mil artículos que ella escribió. Jaquith, sin importar que otras responsabilidades tenía, fue ejemplo de corresponsal obrera para la prensa revolucionaria.
Anthony Dutrow, organizador de la rama del PST en Miami, habló sobre la actividad de Jaquith para construir el partido durante los últimos cinco años en esta ciudad. “Cindy siempre venció los obstáculos que encontró en su camino para seguir construyendo el PST. Después de comenzar a ser parte de la fracción del partido en Walmart el año pasado la diagnosticaron con cáncer. Ella lo venció y fue recibida de nuevo por sus compañeros de trabajo.
“Cindy podía dar una charla en los programas del Militant Labor Forum y transmitir el programa del partido para la revolución socialista de una manera que todos lo podían entender”, dijo Dutrow. “Ella podía hacerlo porque entendía el programa y creía profundamente en él”.
Para describir los tiempos en que Jaquith practicó la política, Mailhot señaló los comentarios de Farrell Dobbs, dirigente del PST y de las batallas de los Teamsters en la década de los 30. “Algunas personas”, dijo Dobbs, “tienen la suerte de vivir más en un año que otras personas en una coyuntura histórica diferente podrían vivir durante toda su vida”.
“Y Cindy entendió la necesidad de construir al partido revolucionario y prepararse para las batallas que se avecinan”, dijo Mailhot. “Nos dio un buen ejemplo a todos nosotros y a las próximas generaciones de luchadores que continuarán a lo largo del curso que ella inició hace unos 55 años”.
Se recaudaron en la reunión 1 250 dólares para honrar y continuar el trabajo de toda la vida de Cindy Jaquith para construir el Partido Socialista de los Trabajadores.