Después de trabajar por casi tres años en las líneas ferroviarias de carga “Clase 1” del país bajo un contrato vencido, 23,000 maquinistas recibieron boletas para votar si salir en huelga. Pero esto no significa que una huelga esté cerca. Los trabajadores ferroviarios están atados a restricciones legales y trámites burocráticos que hacen que la convocación de una huelga sea un reto.
Su sindicato el BLET es parte de una alianza de once de los principales sindicatos ferroviarios que están negociando juntos y representan a 140 mil miembros. Se enfrentan a una coalición de patrones ferroviarios que solo están ofreciendo pequeños aumentos salariales, a la vez que exigen que los trabajadores paguen costos más altos por la cobertura médica.
La demanda clave de los patrones es eliminar el puesto de conductor, dejando al maquinista solo en la locomotora en trenes de hasta 3 millas de largo en turnos de hasta 12 horas.
Alrededor del 30% de la fuerza laboral total en estas líneas ferroviarias ha sido eliminada en los últimos seis años. Las empresas ferroviarias han elevado sus ganancias a más del 50% y quieren aún más. A lo largo de décadas los ataques de los patrones han reducido las tripulaciones de trenes de cinco a dos trabajadores. Ahora quieren operar los trenes con un solo trabajador.
Nuevo ataque a trabajadores
Esto se suma a las draconianas normas de trabajo y cambios en las reglas de asistencia impuestas por los patrones de las empresas Burlington Northern y Santa Fe Railway a principios de este año que causan estragos en la vida de los trabajadores y sus familias.
Impulsados por sus miembros, el BLET y el sindicato de conductores SMART-TD se prepararon para una huelga contra las nuevas reglas. Pero la empresa convenció a un juez de que la ley federal prohíbe una huelga porque el reglamento de asistencia era un “asunto menor”. Pero no es menor para los trabajadores, por supuesto.
En respuesta, unos 700 conductores y maquinistas han renunciado, dejando a los patrones sin personal. Las cargas de contenedores están en puertos de la costa oeste y en grandes patios ferroviarios en Chicago. A los nuevos empleados los están poniendo a trabajar con solo 10 a 12 semanas de capacitación. A menudo, los trabajadores solo tienen 10 horas libres antes de ser llamados a regresar al trabajo. Si pierdes una llamada puedes poner en peligro tu trabajo.
Esta corresponsal estuvo de servicio un total de 17 horas seguidas porque la compañía no quería pagar un taxi para llevarnos a un lugar a descansar además de las 15 horas cuatro días antes por la misma razón.
Los trabajos ferroviarios solían considerarse buenos trabajos y corrían en las familias. Pero eso ha cambiado. “Hay que renunciar a muchas cosas cuando trabajas para el ferrocarril, pero eso afecta aún más a tu familia”, dijo Brady Wassam, de 30 años de edad, quien dejó su trabajo como maquinista de BNSF, a Montana Free Press. Durante años nunca sabía si estaría en casa para los días festivos y otros eventos especiales.
“Lo único más rápido que una locomotora es la velocidad en que los obreros ferroviarios están renunciando debido a las condiciones inseguras y el acoso diario de los patrones”, dijo al Militante Lance Anton, un conductor de la BNSF en Lincoln, Nebraska. “La mayoría de los miembros del sindicato ferroviario con los que hablo quieren luchar por mejores condiciones de trabajo. Nos dicen que somos esenciales para mover la carga, entonces deberíamos tener derecho a trabajar de manera segura sin que nos empujen a trabajar más rápido.
“Necesitamos organizar, movilizar a todos los trabajadores ferroviarios en un gran sindicato industrial para luchar por el control obrero del servicio en las vías y patios”, dijo.
El peligro para los trabajadores y las comunidades aledañas crece bajo estas condiciones. El 23 de junio se descarriló un tren de carga en Marlin, Texas. Cinco días después, un tren de pasajeros de Amtrak que iba de Los Angeles a Chicago chocó contra un camión en un cruce sin barreras y se descarriló en las afueras de Menton, Missouri, matando a cuatro personas y lesionando a por lo menos 150 personas. “Tenemos que cruzar con equipos agrícolas para llegar a varios de nuestros campos”, dijo el agricultor del área Mike Spencer al Kansas City Star. “Hemos advertido a los ferrocarriles durante varios años que deben arreglar el acceso a los cruces elevando el camino, colocando señales, luces de señales o simplemente cortando la maleza”. Pero no hicieron nada.
‘Necesitamos el derecho de huelga’
La Ley de Trabajo Ferroviario de 1926, aprobada con apoyo bipartidista después de que 400 mil obreros ferroviarios se declararon en huelga cuatro años antes, fue diseñada para ayudar a los patrones y hacer que salir en huelga sea lo más difícil posible.
“Necesitamos luchar para hacer valer nuestra fuerza en números y la solidaridad sindical. Estas leyes antiobreras deben ser echadas a un lado”, dijo al Militante Henry Dennison, conductor y miembro de SMART-TD en Seattle. Dennison también es el candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para el Senado por el estado de Washington. “Este es el mayor obstáculo que enfrentamos: nosotros como trabajadores, no tenemos poder político. Necesitamos construir nuestro propio partido, un partido obrero, basado en sindicatos combativos”.
“Debemos luchar por un limite máximo de 50 vagones por tren y tripulaciones de cuatro personas: un maquinista y un conductor en la locomotora y dos conductores en la parte trasera”, dijo Dennison. “Necesitamos esto para la seguridad, para reducir la carga del trabajo y poder capacitar apropiadamente a los nuevos trabajadores”.
“En última instancia”, explica Dennison, “el futuro de la humanidad depende de que la clase trabajadora desarrolle un liderazgo respetado y lleve a nuestra clase y sus aliados a tomar el poder para construir un gobierno de trabajadores y agricultores, basado en las necesidades de todos los oprimidos y explotados por el capitalismo”.
Candace Wagner es conductora de trenes de carga y miembro del sindicato BLET. Es la candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para gobernadora de Pensilvania.