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   Vol. 69/No. 26           11 de julio de 2005  
 
 
Pugna en AFL-CIO amenaza
escisión en federación sindical
 
POR MARTÍN KOPPEL
Y SAM MANUEL
 
La lucha faccional en la cúpula de la AFL-CIO sobre cómo frenar la pérdida de miembros de los sindicatos —y por tanto de su ingreso por cuotas sindicales— parece estar llevándola hacia una escisión. Cinco presidentes de sindicatos internacionales anunciaron el 15 de junio que sus organizaciones habían formado un bloque independiente de la AFL-CIO. La coalición “Cambiar para Vencer” integra a los sindicatos de trabajadores de servicios SEIU, de los Teamsters (camioneros), de la industria alimenticia UFCW, de los Laborers (constructores) y del UNITE HERE (costura, textiles, hoteles y restaurantes), los cuales representan un 35 por ciento de los miembros de la AFL-CIO.

Unos días antes, las juntas ejecutivas de los sindicatos UFCW, SEIU y UNITE HERE autorizaron a sus funcionarios retirarse de la federación sindical. El presidente del UFCW Joseph Hansen indicó que antes librarían una lucha contra la reelección del presidente de la AFL-CIO, John Sweeney en la convención de la federación que tendrá lugar en Chicago en julio. Se anticipa, sin embargo, que Sweeney obtendrá suficientes votos para ganar otro mandato de cuatro años.

Los dirigentes del nuevo grupo culpan a la dirección actual de la AFL-CIO de no haber dedicado suficientes recursos para sindicalizar a nuevos miembros. En 1995 Sweeney, en aquel entonces jefe del SEIU, salió electo presidente de la federación con la promesa de que iba a frenar la pérdida de miembros. Sin embargo, el declive ha continuado. En 2001 el sindicato de los carpinteros, con medio millón de miembros, se separó de la AFL-CIO, objetando que “a pesar de usar palabras fuertes” la dirección no ha podido detener las pérdidas.

El número de trabajadores sindicalizados en Estados Unidos ha alcanzado la cifra más baja en décadas: el 12.5 por ciento de la fuerza de trabajo. Alcanzó su cenit en 1955, cuando la Federación Americana del Trabajo (AFL) se fusionó con el Congreso de Organizaciones Industriales (CIO), y los sindicalizados representaban el 33 por ciento de la fuerza laboral. Hoy día la cifra es del 13 por ciento en la manufactura y 8 por ciento en las compañías privadas.

Aunque dicen estar más atentos a las necesidades de los trabajadores, la “Coalición Cambiar para Vencer” dirigida por Andrew Stern, presidente del SEIU y antes el favorito de Sweeney, plantea básicamente el mismo curso que la actual dirección de la AFL-CIO.

La plataforma del nuevo grupo propone gastar 60 millones de dólares, la mitad del presupuesto de la federación, en esfuerzos de sindicalización. Propone que la AFL-CIO “reembolse” la mitad de las cuotas pagadas por los sindicatos afiliados para que lo usen para realizar campañas de sindicalización.

El nuevo grupo también aboga por aumentar las fusiones entre sindicatos. Ejemplos recientes de esto son la fusión del sindicato del acero con el sindicato de trabajadores de papel, químicos y energéticos (PACE), y la fusión entre el sindicato UNITE —que organizaba a trabajadores textiles y de la costura— y el de trabajadores de hoteles y restaurantes (HERE).  
 
‘Propuestas parecidas’
La AFL-CIO emitió una declaración diciendo que sus propias propuestas y las del grupo rival “son más parecidas que diferentes en cuanto a metas y principios”. La declaración afirmaba que el plan de la federación incluye “un fondo estratégico de sindicalización” ofreciendo “reembolsos” a los sindicatos afiliados.

Si surgen dos federaciones sindicales rivales, es posible que se roben miembros entre sí. Según el Business Week del 19 de mayo, funcionarios de ambos lados han hecho amenazas en ese sentido.

Durante el congreso de la Coalición de Sindicalistas Negros (CBTU) a fines de mayo, Sweeney, uno de los oradores principales, dijo que los sindicatos disidentes estaban “dividiendo y debilitando” al movimiento sindical, y subrayó la oposición del presidente de la CBTU, William Lucy, a las maniobras de desafiliación.

Presentándose como promotor de la “diversidad”, Sweeney condenó la propuesta del grupo de Stern de reducir el número de miembros del Consejo Ejecutivo de la AFL-CIO de 54 a 13 ó 16 para incluir solo a dirigentes de los sindicatos más grandes, lo cual reduciría el número de negros y mujeres en el Consejo.Sweeney anunció que la AFL-CIO iba a patrocinar una “cumbre nacional sobre diversidad” antes de su congreso de julio.
 
 
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