Vol. 74/No. 1      4 de enero de 2010

El jefe de la policía Matthew Nestor, el teniente William Moyer y el policía Jason Hayes son acusados de conspiración y de falsificación de documentos. El teniente Moyer también ha sido acusado de manipular a testigos, destruir evidencia y mentir al FBI.

Nestor está encarcelado y no puede ser puesto en libertad bajo fianza. El juicio de los tres miembros de la policía está programado para el 16 de febrero.

Brandon Piekarsky y Derrick Donchak, quienes fueron previamente enjuiciados por la muerte de Ramírez recibieron cargos federales de odio racial. Donchack también es acusado de mentir y conspirar con la policía para encubrir el caso. Están citados a presentarse ante la corte federal el 22 de diciembre .

Ramírez, un trabajador oriundo de México de 25 años de edad, murió de trauma severo en la cabeza el 14 de julio de 2008, dos días después de que fue brutalmente golpeado, incluyendo con patadas en la cabeza, por varios jóvenes de Shenandoah, entre los cuales estaban Piekarsky y Donchak.

Ramírez trabajó por seis años en fábricas y campos del noreste de Pennsylvania, una región de minas de antracita.

Según los testigos, los agresores gritaron frases racistas durante el ataque. En una audiencia preliminar, Eileen Burke testificó que ella escuchó a Piekarsky gritarle a un amigo de Ramírez en el lugar de los hechos, “dile a tu…amigo mexicano que desaparezca de Shenandoah o vas a quedar al lado de el”.

Durante el juicio el fiscal mostró una foto de Donchak en una fiesta de Halloween tres meses después de la muerte de Ramírez, en la cual vestía una camiseta que decía “U.S. Border Patrol” (Patrulla de la Frontera de Estados Unidos). El fue acusado de ataque agravado con un arma mortal, un artefacto de metal en su puño cuando golpeaba a Ramírez.

En mayo, un jurado compuesto únicamente de personas blancas, absolvió a Piekarsky de asesinato en tercer grado y de intimidación étnica, y a Donchak de ataque agravado e intimidación étnica. Ambos fueron declarados culpables de ataque simple, un delito menor, y están en la prisión del condado de Schuylkill. Está programado que Piekarsky salga libre en diciembre.

Tras ser presentados los cargos federales, Crystal Dillman, quien era la prometida de Ramírez declaró, “Creo firmemente en mi corazón que Luis podrá descansar en paz un poquito más, sabiendo que estos criminales y sus cómplices han recibido estos cargos”.
 
 
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