El Militante (logo)  

Vol. 80/No. 24      20 de junio de 2016

 
(portada)

Debate en Reino Unido refleja rivalidades en Unión Europea

 
POR PAUL DAVIES
LONDRES—La creciente competencia entre los países capitalistas está deshaciendo el tejido de la Unión Europea. La UE es un bloque comercial proteccionista y una aspirante unión política cuyos países miembros tienen burguesías nacionales con intereses propios y a menudo opuestos.

El estancamiento económico y la agudización de la competencia, así como la crisis de los refugiados y sus raíces en los conflictos del Medio Oriente, están al centro de las divisiones en la UE hoy en día. El referéndum que tendrá lugar el 23 de junio sobre si el Reino Unido debe permanecer en la UE está marcado por estas tensiones y por el descontento de millones de trabajadores.

La campaña por “Permanecer”, encabezada por el gobierno del Partido Conservador, cuenta con el apoyo de los sectores dominantes de la clase capitalista para quienes los beneficios económicos de la membresía en la UE parecen irresistibles, especialmente debido a sus escasas perspectivas de producción y comercio rentables. La producción industrial en el Reino Unido se encuentra en recesión y la productividad sigue por detrás de la de sus competidores.

Los magnates capitalistas señalan que la UE es la mayor zona comercial del mundo. Como miembro, las empresas británicas pueden vender mercancías en el continente pagando menos aranceles, y el Reino Unido sirve de plataforma para empresas estadounidenses y de otros países que quieren comercializar sus productos en la UE. Como resultado, el Reino Unido tiene uno de los más altos niveles de inversión extranjera directa en el mundo. Membresía en la UE, argumentan los patrones capitalistas, compensa por el declive de Gran Bretaña como potencia mundial, permitiéndole a Londres operar por encima de su peso.

Londres ya ha logrado que el Reino Unido sea exento de la cláusula en la carta de fundación de la UE que habla de la meta de lograr una “unión cada vez más estrecha”, y de una serie de regulaciones. Los gobernantes británicos también han podido mantener su propia moneda, la libra, en lugar de unirse a la eurozona. La campaña gubernamental por “Permanecer” argumenta que esto significa que el Reino Unido tiene lo mejor de ambos mundos.

La campaña por “Permanecer” tiene el apoyo de los partidos Laborista, Escocés Nacional y Demócrata Liberal, así como de la mayoría de la cúpula sindical, la Confederación de la Industria Británica, Washington, los principales gobiernos de la UE e instituciones financieras internacionales.

Trabajadores encaran crisis social

A pesar de esta formación de fuerzas políticas burguesas y de la cúpula sindical pro capitalista, el resultado de la votación pende de un hilo.

Millones de trabajadores votarán a favor de salir, frustrados por el deterioro en los niveles de vida y el crecimiento de la crisis social, indignados por la inmensa burocracia de la UE y la desconfianza hacia los partidos tradicionales gobernantes. Esta desconfianza se vio reforzada en abril cuando el presidente Barack Obama dijo durante su visita a Gran Bretaña, que si Londres se sale de la UE, el “Reino Unido va a quedarse al final de la cola” en los acuerdos comerciales con Washington.

El debate sobre el “Brexit” está impulsando una crisis política en el Partido Conservador. Casi el 40 por ciento de los parlamentarios del Partido Conservador (Tory) han declarado su apoyo a la campaña a favor de “Salir”. Algunos están pidiendo la renuncia del dirigente del partido, el primer ministro David Cameron, sea cual sea el resultado del referéndum.

El otro partido principal que hace campaña por la salida británica de la UE es el populista Partido Independencia, que sostiene que Londres necesita defender la “soberanía británica”, inclusive imponiendo más restricciones a la inmigración de otros países europeos. Dicen que una mayor expansión de la UE dará lugar a un aumento de la inmigración, especialmente de Turquía.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan ha tratado de aprovechar la oleada de refugiados de Siria, Afganistán y de otras partes del Medio Oriente y África del Norte para presionar para que Ankara sea aceptado como miembro de la UE. Durante más de dos décadas, los gobiernos miembros han encontrado excusas para bloquear la entrada del primer miembro “no europeo” de la UE. A cambio de que se permita a los ciudadanos turcos viajar sin visa a la UE, el gobierno turco está tomando medidas para frenar a los refugiados entrando a Europa por el Mar Mediterráneo.

Los activistas a favor de “permanecer” y “salir” han intercambiado amenazas exageradas de los peligros de la posición de sus oponentes. Cameron afirma que salir de la UE resultará en una inminente crisis económica y guerra. Su colega diputado Tory Boris Johnson argumenta que la UE “es un intento de hacer … por diferentes métodos” lo que Napoleón y Hitler intentaron al tratar de “recrear el sueño del imperio romano”.

Pero el apoyo a favor de salir tiene poco que ver con estos argumentos. “Votaré por salir”, dijo al Militante Kevin Gallagher, un obrero de Dagenham en el este de Londres. “El dinero que se gasta en la UE debe ser usado en cosas que necesitamos, como hospitales. Cualquiera que sea el resultado de la votación el gobierno seguirá sus medidas contra los derechos de los trabajadores”. Otros trabajadores le dijeron a este reportero que votarían a favor de quedarse, a pesar de que no les gusta la UE, puesto que no están seguros de qué significaría una salida británica para los niveles de vida.

El debate sobre el referéndum está agudizando la tensión entre las facciones dentro del Partido Laborista, cuyo recién elegido alcalde de Londres, Sadiq Khan, se ha unido a Cameron para hacer campaña a favor de “Permanecer”. Mientras que el dirigente del partido Jeremy Corbyn se ha opuesto a compartir una plataforma con el dirigente conservador, él sostiene que las regulaciones de la UE protegen a los trabajadores.

La salida conduciría a una “hoguera de derechos”, dijo Corbyn. Pero esto suena falso cuando se tiene en cuenta los ataques contra los trabajadores en Francia dirigidos por el gobierno del Partido Socialista de François Hollande.

Eventos similares están alimentando una crisis política en todo el continente.

A pesar de las medidas de “estímulo”, el crecimiento sigue siendo lento en toda la eurozona. Mientras que el promedio del desempleo es de más del 10 por ciento, hay enormes diferencias regionales. La tasa de desempleo oficial de Alemania es de 4.5 por ciento y la de Grecia afecta a una cuarta parte de la población.

Cualquiera que sea el resultado del referéndum en el Reino Unido, la UE se verá dominada por crecientes presiones de resquebrajamientos.
 
 
Artículos relacionados:
Liga Comunista: Vote por salir de la UE, opóngase al imperialismo británico
 
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto