Los partidarios de la campaña socialista se han sumado a las líneas de piquete del sindicato AMFA en el aeropuerto de San Francisco. Hasta la fecha han ayudado a vender 138 ejemplares del Militant con el editorial que plantea: “Solidaridad con huelga de Northwest”.

“En estos momentos la tarea número uno de todo sindicato y sindicalista consiste en realizar acciones de solidaridad para ayudar a los huelguistas a repulsar la ofensiva de la compañía”, dijo Romina Green, una obrera de la costura. “Para fortalecer el movimiento sindical, los trabajadores necesitamos lograr el apoyo de nuestros locales para la huelga y traer a otros sindicalistas a las líneas de piquete. Sería un desastre permitir que los patrones opusieran entre sí a AMFA y la IAM [el sindicato mecanometalúrgico]. Todos los trabajadores deben respetar las líneas de piquete de los huelguistas de Northwest”.

El 26 de agosto, trabajadores en la base de mantenimiento de la aerolínea United compraron 63 ejemplares del Militant en el cambio de turno de la tarde. Otros 15 trabajadores compraron el periódico en el cambio de turno de la noche del 30 de agosto.

El 27 de agosto, trabajadores de las aerolíneas compraron 25 ejemplares del Militant en la línea de piquete y en el parqueo frente a la sección de cargamento de Northwest.

Muchos trabajadores en Northwest, United y otras aerolíneas que son miembros de la IAM dijeron a los socialistas que se oponían a la posición de la cúpula de la IAM en contra de la huelga.

Kathryn Sides, agente de ventas y veterana miembro de la IAM, dijo que piensa asistir a la manifestación del Día del Trabajo para promover la solidaridad con la huelga. Su opinión del ataque brutal contra los mecánicos y otros trabajadores se expresó en una chapa que decía en letras grandes: “¡No está bien!

Los trabajadores se alegraron de ver los reportajes del Militant sobre la reciente huelga en el Reino Unido donde los trabajadores de British Airways paralizaron la aerolínea en solidaridad con los trabajadores abastecedores de comida que fueron despedidos. “Lo que hicieron fue tremendo”, dijo Jim Erb, un mecánico de la Northwest. “Eso es lo que debería estar pasando aquí”.

Erb, veterano de la huelga en 1989-91 de la aerolínea Eastern, tuvo que mudarse a San Francisco para mantener su empleo cuando la Northwest cerró la base de mantenimiento en Atlanta en 2001. Ahora dice que es posible que pierda su trabajo aquí.

Un maletero de la aerolínea United, al tomar un descanso durante su trabajo, dijo que estaba decepcionado de que la IAM y AMFA no se unieran frente a los ataques de la compañía.

Dos mecánicos de American Airlines, miembros del sindicato TWU, dieron una especial bienvenida al editorial del Militant, el cual destacó la importancia de unirse en la lucha contra la Northwest. Hicieron ese comentario cuando se les preguntó si habían rehusado hacer trabajo rompehuelga.

Un buen número de trabajadores hicieron contribuciones al periódico y compraron varios ejemplares para hacerlos llegar a otros trabajadores y amigos.

Trabajadores en el centro de contratación del Local 10 del sindicato del estibadores ILWU expresaron orgullo por el apoyo incondicional de su sindicato a la huelga de los trabajadores de la Northwest. Varios de ellos dijeron que habían participado en la línea de piquete en el aeropuerto.

El eje central de la campaña del Partido Socialista de Trabajadores es el apoyo a la luchas para organizar sindicatos y para, movilizar y ampliar la fuerza sindical en defensa de la clase trabajadora frente a la ofensiva patronal contra los salarios y las condiciones de trabajo. Un volante que repartieron los partidarios de la campaña del PST invitó a los trabajadores a “conocer a los candidatos” el sábado 3 de septiembre, donde la discusión se centrará en cómo resistir el ataque de los patrones.
 

Los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores y sus partidarios han estado haciendo campaña en forma similar. Han vendido decenas de ejemplares del último número del Militant a trabajadores de aerolíneas y a otros más. En Minnesota-St. Paul, los socialistas vendieron 78 ejemplares en cinco días y en Chicago vendieron 66.
 
 
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