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   Vol. 69/No. 37           September 26, 2005  
 
 
Mitin en N.Y.: cómo los
trabajadores se transforman al luchar

POR BRIAN WILLIAMS  
NUEVA YORK—Más de 350 personas asistieron aquí a un mitin público el 11 de septiembre titulado “Cuatro años después: resistiendo el ataque global de los gobernantes de Estados Unidos contra los trabajadores y agricultores”. Fue auspiciado por el Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores y la Juventud Socialista.

Jack Barnes, secretario nacional del PST, reconoció los esfuerzos de los voluntarios que habían ayudado a publicar un número especial del Militant para divulgar la verdad sobre el desastre social en la Costa del Golfo. Presentó a Sam Manuel, corresponsal del Militant que había formado parte de un equipo de reporteros en esa región. Manuel describió cómo se había salvado la vida de miles de personas gracias a la iniciativa y el esfuerzo colectivo de trabajadores que habían sido abandonados antes y después del huracán.

“Tuvieron que organizarse para defenderse de la policía y las pandillas, algunas de las cuales tenían conexiones con la policía”, señaló. Dijo que Debra Posey, una cocinera para una escuela en Nueva Orleans, le había explicado que ”más familias quedaron separadas por el llamado rescate organizado por el gobierno que por la inundación”.  
 
Una clase luchadora
“Todas estas experiencias subrayan una lección que Federico Engels, fundador junto a Carlos Marx del movimiento comunista, nos enseñó hace unos 150 años”, dijo Manuel, “que la clase trabajadora es una clase luchadora que se liberará a sí misma”.

Todos los acontecimientos que produjeron la catástrofe social impuesta a la población de la Costa del Golfo los habían preparado de antemano los demócratas y republicanos a nivel federal, estatal y local, señaló Barnes. Bajo la administración Bush, Louisiana recibió casi 2 mil millones de dólares en los últimos cinco años para las obras del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, más que cualquier otro estado. Los funcionarios municipales se jactaban de tener el plan más ambicioso para combatir inundaciones.

Estas promesas resultaron ser mentiras, señaló Barnes. En 1998 el gobierno de Louisiana, controlado por los demócratas, tenía un presupuesto de 2 mil millones de dólares para proyectos de construcción. Pero menos del 0.1 por ciento —2 millones de dólares— se dedicó al mejoramiento de los diques en Nueva Orleans. Ese mismo año se gastó 22 millones de dólares para renovar un edificio de la Corte Suprema de Louisiana y otras obras que muestran la típica corrupción de los gobiernos burgueses. Al mismo tiempo, las autoridades sabían que el sistema de diques no se había diseñado para aguantar huracanes más fuertes que la categoría 3, y Katrina fue de categoría 4.

Los funcionarios del gobierno, desde el ayuntamiento de Nueva Orleans hasta la Casa Blanca, son responsables de la matanza que ocurrió, dijo Barnes. Solo la iniciativa de trabajadores evitó que hubiera miles de muertos más.

Barnes dio ejemplos para ilustrar lo normal que es para los capitalistas aprovechar catástrofes como ésta para enriquecerse más. Describió una entrevista de televisión en la que el multimillonario Donald Trump aseguró que en Nueva Orleans construiría un hotel y una torre gigantescos. Cuando los periodistas le preguntaron qué más estaba haciendo para ayudar, dijo que había empezado a comprar propiedades cerca de la playa. Barnes dijo que es la “reacción burguesa normal” de los ricos que aprovechan las situaciones de muerte y destrucción buscando aumentar su riqueza.

“Hay muchas Nueva Orleans”, dijo Barnes. Los barrios más acomodados tienen electricidad y agua corriente, pero no es así en los vecindarios obreros.

Sin embargo, lo más importante que está sucediendo allí es el comienzo de la transformación de la clase obrera: de una clase que toma conciencia de su opresión a una clase que toma conciencia de su capacidad y que se organiza a sí misma, dijo Barnes. Esto fue lo que quedó demostrado por las iniciativas de trabajadores que consiguieron alimentos y agua para distribuir a los más necesitados y que rescataron a los que se habían quedado atrapados.

Los trabajadores se ponen a luchar porque no les queda alternativa. En ese proceso pueden convertirse en una clase movilizada, unida y con conciencia de clase para derrocar al capitalismo y reemplazarlo con una sociedad cuyo fin es satisfacer las necesidades de la población y no las ganancias de unos pocos. Este proceso es producto de la lucha, dijo, al presentar a la siguiente oradora.

Alyson Kennedy, una minera del carbón y protagonista de la lucha de los obreros de la mina Co-Op en Utah para ser representados por el sindicato minero UMWA, habló sobre el significado de esta batalla. “Hemos aprendido que lo decisivo son nuestras propias acciones”, dijo. Añadió que la patronal no ha logrado aplastar el espíritu de lucha de estos mineros, muchos de los cuales ahora están trabajando en otras minas de la región.

Kennedy describió también otras batallas como las exitosas luchas de sindicalización de los obreros de la costura en la empresa Point Blank Body Armor y de la empacadora de carne Dakota Premium Foods en Minnesota. También destacó la “importante contribución que pueden hacer los trabajadores con conciencia de clase al solidarizarse con los obreros que hoy están en huelga contra Northwest Airlines y Boeing”.  
 
Enfrentamiento en América Latina
Mary-Alice Waters, directora de la revista Nueva Internacional, destacó un editorial que apareció bajo el título “Jugando a médico” en el diario Investor’s Business Daily del 9 de septiembre. Este aducía que la oferta del gobierno cubano de enviar casi 1 600 médicos a la región asolada de la Costa del Golfo “no tiene nada que ver con entregar ayuda” y que “Castroofrece médicos ‘gratuitos’ para confundir a los pobres”.

Lejos de estar confundidos, dijo Waters, la mayoría de los residentes de Nueva Orleans estarían agradecidos si Washington aceptara la oferta cubana de enviar médicos a los lugares más aislados y peligrosos.

Esta oferta, que se enmarca en la larga historia de internacionalismo de Cuba, muestra lo que es posible cuando el pueblo trabajador detenta el poder estatal y cuenta con una dirección revolucionaria, dijo. Hoy hay 18 mil especialistas médicos cubanos en Venezuela. Además, 100 mil venezolanos viajarán a Cuba este año para recibir tratamiento médico para mejorar la vista.

El Investor’s Business Daily denuncia que los “médicos gratuitos” cubanos están desplazando a los “médicos auténticos” venezolanos. “Pero los supuestos médicos auténticos rehusan acercarse a los lugares donde los trabajadores y campesinos más necesitan auténtica atención médica”, dijo Waters.

En una gira reciente por Latinoamérica, el secretario de defensa norteamericano Donald Rumsfeld acusó a Cuba y Venezuela de “subversión” en el continente. Waters señaló que otro funcionario del Pentágono describió a Hugo Chávez como “un hombre que parecía una figura cómica hace un año [pero] que se está volviendo una auténtica amenaza estratégica”.  
 
Festival mundial de la juventud
Hay mucho en juego en el conflicto que se va agudizando en el continente americano. Cuba y Venezuela se están preparando para defenderse de un ataque de los gobernantes norteamericanos, dijo Waters. Si bien no se ha quebrado el poder político, económico y militar de los capitalistas de Venezuela, dijo, “sí se están afectando los privilegios y las prerrogativas del capital, conforme ambos lados se preparan para enfrentamientos de clases”.

Ante todo, tanto Venezuela como Cuba se están preparando políticamente para prevenir una guerra, dejando claro que el precio de un ataque imperialista sería demasiado alto, dijo. Esto se vio en el festival mundial de la juventud, celebrado recientemente en Caracas, dijo Waters, donde la delegación cubana tomó la iniciativa de promover la lucha contra el imperialismo, ejemplificado con su consigna “Cuba, Venezuela, una sola bandera”.

Annalucia Vermunt, una empacadora de carne en Christchurch, Nueva Zelanda, y candidata de la Liga Comunista en esa ciudad, y Jacob Perasso, miembro del Local 789 del sindicato de la carne UFCW y candidato para alcalde de St. Paul por el Partido Socialista de los Trabajadores, describieron con más detalles el éxito político del festival mundial juvenil.

Perasso dijo que antes del festival, la Juventud Socialista envió una carta a los organizadores del festival respondiendo un desafío de las fuerzas estalinistas en Europa al enfoque antiimperialista del evento. Estas fuerzas habían propuesto dedicar el último día del festival a una celebración del 60 aniversario de la “victoria popular antifascista” al final de la Segunda Guerra Mundial, lo cual habría debilitado ese enfoque. La actividad sobre la Segunda Guerra Mundial resultó ser un evento secundario, al que asistieron unos pocos centenares de personas, mientras que 12 mil jóvenes se reunieron en otro lugar para escuchar a Chávez hablar sobre la lucha de Venezuela contra el imperialismo.

Vermunt destacó la importancia de la decisión de los organizadores del festival de facilitar la participación de 2 mil delegados de Colombia al rebajar la entrada a un dólar por persona. Esa medida fue uno de los esfuerzos ara para que a Washington le resulte más difícil utilizar a Colombia como trampolín para un ataque contra Venezuela.

Barnes dijo que la transformación de las fuerzas armadas norteamericanas se acelerará tanto en el Medio Oriente como dentro Estados Unidos en respuesta a la crisis de la Costa del Golfo, y que sus planes para la “guerra contra el terrorismo” dentro de las fronteras norteamericanas van dirigidos contra la futura resistencia del pueblo trabajador en este país que irá creciendo.

Las tropas norteamericanas desplegadas en la Costa del Golfo están bajo el mando del Comando Norte, el cual dirige las operaciones militares en territorio estadounidense. El Pentágono ahora buscará más autoridad para poder usar tropas norteamericanas bajo el mando federal en tiempos de crisis nacional, dijo Barnes.

El dirigente del PST instó a los presentes a aprovechar las oportunidades presentadas por este momento extraordinario. Estas oportunidades, dijo, se manifiestan en el creciente interés entre trabajadores en los reportajes y la posición editorial del Militant sobre luchas obreras como la huelga contra la aerolínea Northwest y el desastre social en la Costa del Golfo. Invitó a todos los presentes a sumarse a la campaña para ampliar la difusión del Militant, y a todos los jóvenes que fueron a Caracas, así como a otros jóvenes, a unirse a la Juventud Socialista y al PST para participar en las luchas obreras que se desarrollan aquí.

El evento culminó con una solicitud de Bill Estrada, miembro del Comité Nacional del PST, de contribuir a un nuevo fondo de 90 mil dólares para impulsar el partido. El público contribuyó o se comprometió a aportar 29 mil dólares. Las contribuciones se pueden hacer a nombre del SWP y enviar al 306 W. 37th St., piso 10, New York, NY 10018.
 
 
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