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   Vol. 70/No. 19           15 de mayo de 2006  
 
 
Inmigrantes reviven el 1° de Mayo.
L.A.: Hasta 1 millón
(Portada, principal no. 1)
 
POR NAOMI CRAINE  
LOS ANGELES—Hasta un millón de personas marcharon para protestar las leyes en contra de los inmigrantes y para exigir la legalización de los trabajadores indocumentados.

La policía dijo que aproximadamente unos 250 mil participaron en una marcha al ayuntamiento en el centro de la ciudad que tuvo lugar al medio día y que más de 400 mil habían marchado cuatro millas a lo largo del Boulevard Wilshire, al oeste del centro de la ciudad al atardecer. Los organizadores dicen que ambas acciones fueron mucho más grandes, alcanzando hasta un millón de manifestantes. Acciones más pequeñas tuvieron lugar por toda el área metropolitana.

En su conjunto, por todo el país, cerca de 2 millones de personas se manifestaron a favor de los derechos de los inmigrantes en más de 120 ciudades en 40 estados (vea la lista en la página 6) y muchos faltaron a la escuela y a sus trabajos para sumarse al boicot.

La marcha y mitin en el centro de la ciudad fue convocada por la Coalición 25 de marzo contra el HR 4437, como parte de un boicot nacional de un día de trabajo, escuela y consumo. La ley HR 4437 fue aprobada por la Cámara de Representantes en diciembre, prendiendo la llama de las movilizaciones por los derechos de los inmigrantes. Esta propuesta convertiría en delito grave vivir en Estados Unidos sin documentos.

La marcha posterior fue convocada por la Coalición Somos América, la cual no apoyó ni el boicot, ni el paro. La Federación del Trabajo del Condado de Los Angeles, varios sindicatos, la arquidiócesis de Los Angeles y la Coalición por derechos humanos para inmigrantes de Los Angeles eran algunos de los principales miembros de la coalición.

La respuesta a la convocatoria al paro aquí fue sustancial así como en otras partes de California y de la Costa Oeste. Muchas de las centenares de fábricas de costura del centro de Los Angeles estaban vacías. Miles de trabajadores agrícolas, desde Oxnard a Salinas, California, se mantuvieron fuera de los campos.

Unos 200 mil protestaron en la parte norte del estado, incluyendo a unos 100 mil en San José, 30 mil en San Francisco, 15 mil en Santa Rosa y 10 mil en Watsonville. El sindicato agrícola UFW ayudó a coordinar las acciones desde sus oficinas en Salinas, Fresno, Santa Rosa y otras áreas agrícolas.

A lo largo de la costa central, muchos agricultores, empacadoras y servicio de carga le dieron el día libre a los trabajadores. Muchas de estas compañías apoyan el programa de “trabajadores huéspedes” para emplear a trabajadores inmigrantes como temporarios mientras atan su estado legal a los patrones y así poder mantener salarios bajos. Pero en los mítines en Santa Rosa y otras áreas agrícolas miles de trabajadores agrícolas exigieron amnistía y legalización inmediata.

En el Valle de Yakima, en el estado de Washington, miles de trabajadores agrícolas y sus partidarios marcharon con demandas similares. Según el Departamento del Trabajo de Estados Unidos, un 53 por ciento de los trabajadores agrícolas en el país son indocumentados.

Trabajadores en la gigante planta procesadora de pollos Foster Farms en Livingston, California, le dijeron a reporteros del Militante que los supervisores los habían amenazado con medidas disciplinarias si faltaban al trabajo. Pero fueron tantos los que se tomaron el día libre que la compañía se vio prácticamente forzada a parar la producción en la tarde, cuando se realizaron las manifestaciones. Los trabajadores en esa planta están luchando por un convenio sindical.

El tráfico de camiones en los inmensos puertos de Los Angeles y Long Beach bajó en un 90 por ciento. Los más de 10 mil choferes de camiones del puerto han estado luchando por años para organizar un sindicato y mejorar sus condiciones.

En el mitin frente al ayuntamiento de Los Angeles, Victor Alonso, un chofer de Fiesta Mexicana, dijo que la compañía había cerrado su cadena de tiendas y almacenes cuando se quedó claro que muchos trabajadores tenían planes de tomarse el día.

María Martínez dijo que la pequeña fabrica de tortillas donde ella trabaja continuó sus operaciones, pero ella y muchas de sus compañeras no fueron a trabajar cuando el patrón dijo que podían faltar. “No estamos perdiendo con este boicot, estamos ganando”, dijo, al luchar por la residencia permanente. “ˇNuestra paga es tan baja que un día no es tanto de todas maneras!”

A pesar de las súplicas del alcalde Antonio Villaraigosa y del cardenal Roger Mahony de permanecer en las escuelas, 27 por ciento de los estudiantes de secundaria del distrito escolar unificado de Los Angeles no se presentaron a sus clases.

Mientras la gran mayoría de los manifestantes eran latinos o chicanos, en ambas acciones hubo un aumento notable en la participación de negros y de otros inmigrantes, comparada a la movilización de tamaño similar el 25 de marzo.

“Toda persona de color debería estar aquí”, dijo Gwen Maddox en compañía de varios familiares en el mitin en el ayuntamiento. Los gobernantes ricos “han estado oprimiendo a la gente de color por todo el mundo. Tuvimos que venir aquí y marchar para que esto cambie”.
 
 
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