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Christobal Mayorga (derecha), un dirigente de campaña por sindicalización en el matadero PM Beef, en Windom, Minnesota, habla con reportero del Militante el 10 de junio.

“Las cosas pueden cambiar cuando los trabajadores nos unimos", dijo al Militante Christobal Mayorga, quien ha trabajado para la PM Beef Holdings por cinco años y ha estado ayudando a distribuir calcomanías del sindicato en el trabajo. “Antes no nos daban importancia. Los patrones se comen vivos a los trabajadores que no están organizados".

Aunque los medios de difusión no han dado cobertura a la elección sindical, la información sobre los resultados se ha esparcido rápidamente y el ánimo sigue alto tras la victoria. Especialmente entre los trabajadores en la matanza de la Swift & Company en Worthington, a solo 30 millas de aquí. La mayoría de los 500 trabajadores en la PM Beef son inmigrantes latinos. Muchos de ellos trabajaron anteriormente en la Swift, donde el mismo local sindical representa a más de 2 mil trabajadores.

Las elecciones tuvieron lugar seis meses después de que la migra hiciera una redada de la planta en Worthington, en la que arrestaron a 239 obreros, muchos de los cuales ya han sido deportados.

Una de los principales objetivos de la policía de inmigración es sembrar miedo entre los trabajadores e intimidarlos para que no luchen por sus derechos. El voto a favor de la unión representa lo contrario.

Los reporteros del Militante hablaron este fin de semana con trabajadores de la PM Beef sobre su lucha. La mayoría pidió que no usáramos sus apellidos, o que solo los citáramos anónimamente, por temor a represalias de los patrones o el gobierno.

"Buscamos al sindicato por que estábamos hartos de las humillaciones y abusos de los supervisores", dijo María, una trabajadora de PM Beef. "Estábamos cansados de que nos hicieron trampas con los salarios, de la velocidad de la línea, de que no nos permitan ir al baño y de que nos cobren por los cuchillos, que cuestan entre 25 y 30 dólares cada uno".

Francisco, un trabajador en el piso de corte, dijo que empiezan ganando 9 dólares la hora. Cuando la compañía dice que estas “preparado” ganas 10. Pero es difícil ganar más que eso. Dijo conocer a alguien que ha estado trabajando ahí por cuatro años y no ha recibido un aumento. Además, la compañía a menudo los estafa en los cheques semanales. "Nos pagan por 38 horas cuando trabajamos 40", dijo.

Los esfuerzos organizativos empezaron el verano pasado. En las semanas previas al voto, la compañía organizó una campaña de intimidación. Realizaron reuniones con trabajadores y les decían "que el sindicato no es bueno, que vamos a ganar menos", dijo María. "Los supervisores nos amenazaron diciendo que la migra iba a venir a la planta".

"Los trabajadores resistieron las reuniones individuales con los patrones y mantuvieron la solidaridad y el valor para votar juntos por el UFCW", dijo Kevin Williamson, un vicepresidente internacional y director de la Región 6 del sindicato, en un comunicado de prensa del 29 de mayo. "Su exitosa campaña inspirará a otros trabajadores empacadores y procesadores de carne en la región para que luchen por respeto y dignidad en el trabajo".

El 45 por ciento de los votos fueron en contra del sindicato. Varios trabajadores fueron persuadidos por los supervisores que les pedían "que les dieran una oportunidad" y prometían que las cosas “mejorarían”.

Otros trabajadores dijeron que la compañía hizo fraude enviando a supervisores a que votaran en la elección.

Después del voto la compañía inició una campaña para colectar firmas en contra del sindicato. Los trabajadores dijeron que la mayoría se ha rehusado a firmar.