Vol. 71/No. 28      23 de julio de 2007

"El fracaso del Congreso en hacer algo…es una decepción", dijo Bush después del voto. "El estado actual de nuestras leyes de inmigración es inaceptable. Muchos trabajamos duro para encontrar un terreno común. No funcionó".

La derrota de la propuesta de ley refleja agudas divisiones entre la clase gobernante sobre la reforma migratoria. El voto no fue partidista, con 33 demócratas, 12 republicanos y un independiente votando a favor de avanzar la propuesta, y 15 demócratas, 37 republicanos y un independiente en contra.

Entre los que apoyan el plan se encuentran organizaciones patronales preocupadas por mantener una fuente estable de mano de obra superexplotada. La derrota del proyecto de ley "deja a la mayoría de nuestra gente en una situación muy difícil", dijo al New York Times Brewster Bevis, director de asuntos legislativos para Contratistas y Constructores Asociados. "Querían esta reforma para poder dormir mejor por la noche y no temer que potencialmente sean visitados por ICE", la agencia federal de Control de Inmigración y Aduanas.

Muchos oponentes de la propuesta la denunciaron calificándola de "amnistía" para transgresores de la ley. Tras la derrota de la propuesta de ley "podemos avanzar en la expansión de nuestra seguridad fronteriza, con una tarjeta de identificación para trabajadores que sea verificable ", dijo el senador republicano Jim DeMint en una rueda de prensa el 28 de junio.

El debate en el Senado ha dividido al movimiento sindical, a medida que los funcionarios sindicales se pusieron al lado de una u otra sección de la clase gobernante con respecto al paquete de reforma migratoria. El sindicato internacional de trabajadores de servicio SEIU, el de trabajadores agrícolas UFW y el de trabajadores de hoteles y de la costura UNITE HERE respaldaron la propuesta, calificándola de defectuosa pero considerándola como el "mejor" acuerdo posible. La AFL-CIO y muchos de sus afiliados hicieron campaña en contra de la propuesta.

La propuesta fue ampliamente promovida en los medios de difusión en español y en algunos de los medios de prensa liberales en inglés como la única oportunidad para obtener alguna forma de legalización para por lo menos algunos de los 12 millones de indocumentados.

Algunos trabajadores, sin embargo, lo ven de manera diferente. "La gente no debe estar triste de que la propuesta no fue aprobada", dijo Guillermo Avalaz, un obrero de la construcción, durante una protesta el 30 de junio en Santa Ana, California, en contra de las redadas de inmigración. "Por culpa de los medios de difusión la gente cree que es una amnistía. No lo es. Es una ley de trabajadores huéspedes. Esto debe ser motivación para salir y protestar más". Avalaz llevaba un cartel grande en español que decía "No a la Z. Naturalice al extranjero laboral". Unos 60 trabajadores y jóvenes participaron en la marcha y mitin en Santa Ana, donde recientemente han aumentado las redadas de inmigración.

Mientras tanto, la Coalición 25 de Marzo y otros grupos han convocado una protesta en Los Angeles el 4 de agosto para demandar la legalización incondicional de todos los inmigrantes indocumentados y el fin de las redadas y deportaciones.
 
 
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