Vol. 71/No. 30 20 de agosto de 2007
La solidaridad activa de otros sindicatos y trabajadores, tanto los que tienen unión como los que no, puede ayudarles a ganar esta lucha.
Hay mucho en juego. Una victoria para los patrones sería un golpe contra otros obreros empacadores de carne en el Medio Oeste, quienes enfrentan condiciones similarmente bestiales y en muchos casos peores. Sería un revés para todo el movimiento obrero.
Las condiciones peligrosas de trabajo, la intolerable velocidad de la línea de producción y el abuso patronal provocaron un plantón de siete horas por parte de los obreros de la Dakota el 1 de junio de 2000. La huelga fue el inicio de una batalla de dos años por el reconocimiento del sindicato y por un convenio. En el transcurso de esta lucha los empacadores forjaron un local combativo y ejercieron su poder sindical: la única forma de defenderse contra las condiciones brutales y los salarios bajos.
La lucha se destacó por la fuerza de su ejemplo. Los trabajadores se adueñaron de su lucha, según lo expresó el año pasado Bernie Hesse, director de proyectos especiales del Local 789. El Local 789 en la Dakota se convirtió en un centro de activismo sindical en el Medio Oeste y de solidaridad con luchas obreras a través de Estados Unidos.
Por eso los patrones tienen tantas ganas de deshacerse de la unión en esa planta, y por eso hay tanto en juego para la clase obrera. La compañía quiere volver a imponer las condiciones que los obreros resistieron hace siete años. Pretenden quebrar la confianza que los trabajadores cobraron en la lucha para defenderse de los abusos patronales. Quieren avanzar lo suficientemente en su intento de destruir este sindicato local para que les resulte más fácil atacar las uniones y las condiciones en otras fábricas.
La lucha para defender el sindicato en Dakota está ligada a la batalla por la legalización de los trabajadores inmigrantes, especialmente dada la composición de la fuerza laboral en esa planta y en plantas empacadoras en todo el Medio Oeste. La campaña para revocar la certificación de la unión coincide con las actuales redadas de la migra en empacadoras y otros centros de trabajo. En una redada reciente arrestaron a Braulio Pereyra, vicepresidente del Local 1149 del UFCW en la fábrica Swift en Marshalltown, Iowa, bajo cargos de dar refugio a extranjeros ilegales.
La lucha por la legalización de los inmigrantes indocumentados pone a todos los trabajadores en una posición más fuerte para luchar por los derechos sindicales. Socava las divisiones entre trabajadores que los patrones fomentan para mantener débiles a los sindicatos. Estas luchas se pueden reforzar mutuamente.
Una victoria de los obreros de la Dakota ayudará a echar atrás otros ataques de los patrones y su gobierno. Puede inspirar a trabajadores y agricultores en toda la región y el país.
Muchos de los obreros de la Dakota son luchadores aguerridos, pero les será mucho más difícil derrotar este ataque si lo hacen solos. La solidaridad puede ser decisiva para su lucha, al igual que fue vital la solidaridad que ellos organizaron con otras luchas obreras en los últimos años.
Como primer paso para obtener apoyo, hace falta divulgar la historia de su lucha. Los partidarios del Militante harán un esfuerzo especial para difundir ampliamente este número del periódico a trabajadores por todo el Medio Oeste y a nivel nacional. ¡Súmese!
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