Vol. 72/No. 18 5 de mayo de 2008
Insto a los trabajadores en todo Estados Unidos a unirse a los centenares de miles que no irán a trabajar el Primero de Mayo y que participarán en actos de protesta para exigir la legalización inmediata de todos los trabajadores indocumentados, sin condiciones.
Esto es parte de la lucha para retomar el Primero de Mayo como jornada internacional de lucha de los trabajadores. Nos sumaremos a millares de trabajadores en ciudades y pueblos por todo el país para exigir: ¡Legalización para todos! ¡Alto a las redadas y deportaciones! ¡Alto a las cartas no-match del Seguro Social!
La clase gobernante de Estados Unidos que extrae ganancias de la superexplotación de un sector grande de la clase trabajadora está escalando sus intentos de intimidar a los trabajadores en los días previos al Primero de Mayo. La odiada agencia de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) efectuó redadas en centros laborales en nueve estados el 16 de abril. Este fue un intento abierto de socavar la confianza que nuestra clase ha ganado en las calles en los últimos dos Primeros de Mayo y de intimidar a los trabajadores indocumentados para que permanezcan en casa este año.
La legalización no solo es un problema que enfrentan los trabajadores nacidos en otros países. Toda la estructura laboral en Estados Unidos ha cambiado en las últimas décadas a medida que la clase patronal ha llegado a depender más y más de una capa de la clase trabajadora privada de derechos legales, con la esperanza de intimidarlos para que acepten salarios inferiores, peores condiciones de trabajo y menos seguridad en el trabajo. Los patrones han intentado usar a los trabajadores inmigrantes para deprimir los salarios de todos y echar a los sindicatos de los centros de empleo.
Pero ha sucedido algo distinto: más y más trabajadores inmigrantes y nacidos en Estados Unidos se han unido y se han enfrentado como clase a los ataques antisindicales y de la migra. Hemos rehusado permitir que los patrones nos dividan en base a nuestra nacionalidad. Una nueva vanguardia de la clase trabajadora se está forjando en el transcurso de estas luchas. Si bien en su mayoría son trabajadores inmigrantes, no es una vanguardia inmigrante. Sus acciones enriquecen las luchas de los trabajadores de todas las nacionalidades y orígenes étnicos porque estamos mostrando que los trabajadores podemos enfrentarnos a lo que parecen ser retos insuperables y demostrar nuestro valor propio. Este es el camino a seguir para forjar un movimiento obrero combativo.
Esta también es la cuestión nacional más importante en la política de Estados Unidos. El resultado del debate sobre este tema es decisivo para forjar un partido obrero independiente en este país basado en sindicatos combativos. La clase trabajadora no tiene voz en el gobierno capitalista. Mis tres principales contrincantes en la contienda presidencial Hillary Clinton, John McCain y Barack Obama están a favor de mantener la condición de segunda clase para los trabajadores indocumentados. Todos están a favor de fronteras más estrictas y en el Senado votaron a favor de financiar el muro sobre la frontera con México.
La clase trabajadora necesita un partido obrero que luche por los intereses más amplios de la clase trabajadora tanto en Estados Unidos como a nivel internacional en el terreno político.
Un partido obrero presentará propuestas de ley para la legalización inmediata e incondicional de todos los inmigrantes. Luchará para poner fin a todas las deportaciones.
Dicho partido hará campaña para que se tomen todos los tractores y equipo de construcción que están utilizando para el muro fronterizo y movilizarlos para un proyecto de obras públicas que podrá dar trabajo a millones de personas con salarios a escala sindical.
¡Todos al Primero de Mayo! ¡Legalización ya!
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