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Vol. 72/No. 29      21 de julio de 2008

 
Industria de la carne, Departamento del
Trabajo, ocultan lesions ocupacionales
(portada)
 
POR DOUG NELSON  
Están incrementando las luchas en contra de la falta de seguridad en el trabajo, y la industria de la carne no es una excepción. Con la aceleración de las líneas de producción a consecuencia de la campaña patronal para aumentar sus tasas de ganancias, las enfermedades producidas por movimientos repetitivos y otros tipos de lesiones están aumentando en los mataderos y plantas empacadoras por todo el país.

Sin embargo, según el Departamento del Trabajo la tasa anual de lesiones y enfermedades en las plantas empacadoras de carne bajó en un 64 por ciento en los últimos diez años, de 30.3 por cada 100 trabajadores en 1996 a 10.9 en 2006.

Durante los años ochenta, cuando tuvo lugar un ataque amplio contra los salarios y condiciones de trabajo en las plantas empacadoras de carne y contra el sindicato de la industria alimenticia UFCW, las cifras de lesiones reportadas por el Departamento del Trabajo subieron vertiginosamente.

Entre 1981 y 1991 las enfermedades ocupacionales, principalmente el síndrome del túnel carpiano aumentaron en un 442 por ciento.

Protestas sindicales en contra de la gran cantidad de lesiones incapacitantes en la industria resultaron en una investigación por parte del Congreso norteamericano de las prácticas de seguridad en la compañía IBP a finales de los años 80. Los resultados demostraron que tan descarados los patrones se habían vuelto. La compañía mantenía dos tipos de registros. Los que entregaban a la agencia de seguridad del gobierno contenían menos del 10 por ciento de las lesiones reportadas por los servicios médicos de la propia compañía en el otro registro. Bajo presión pública la agencia gubernamental multó a IBP por varios millones de dólares.

La tasa de lesiones llegó a su cifra más alta unos años después, en 1991. En los diez años siguientes la tasa de lesiones reportadas bajo a la mitad.

La velocidad de la línea de producción y la jornada laboral han continuado aumentando desde 1991. Los sindicatos también han continuado debilitándose, creando más condiciones para que las lesiones no sean reportadas.

Un estudio en el Boletín de Medicina Ocupacional y Medio Ambiental calculó que compañías en todas las industrias no reportaron hasta el 69 por ciento de las lesiones sucedidas en el trabajo.

Las lesiones reportadas y la perdida de horas de trabajo debido a lesiones de los trabajadores le cuesta dinero a los patrones por aumentos en los precios de los seguros y la perdida de producción. Muchas compañías empacadoras de carne grandes, tales como IBP, Excel y ConAgra, tienen sus propias aseguradoras, aumentando la posibilidad de poder esconder y disputar lesiones. Las compañías garantizan que las lesiones no sean reportadas haciendo que los pagos a supervisores y capataces dependan de los promedios de lesiones.

En 1981 casi la mitad de todas las lesiones y enfermedades relacionadas al trabajo reportadas resultaron en perdidas de días de trabajo. Para el 2001 esta cifra estaba por debajo del 10 por ciento.

Las compañías fueron más tenaces y eficaces en desafiar cada lesión reportada por trabajadores. Una encuesta realizada por el sindicato UFCW en 2003-2004 encontró que solo el 24 por ciento de los trabajadores que reportaron lesiones recibieron indemnización por lesiones o enfermedades ocupacionales y tratamiento.

En 2002, el Departamento del Trabajo aprobó nuevas reglas para determinar las estadísticas de lesiones, las cuales causaron una caída inmediata en las cifras. Los nuevos procedimientos de colección también crearon más vías para que las compañías no reporten las lesiones.  
 
 
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