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Vol. 72/No. 41      20 de octubre de 2008

 
La fundación de la Liga Comunista de América
La lucha para mantener una dirección marxista genuina en Estados Unidos
 
El Partido Socialista de los Trabajadores está celebrando 80 años de dedicarse a la construcción de un partido comunista en Estados Unidos; desde 1928 hasta el presente. Para celebrar este hecho histórico, ha lanzado un Fondo de 90 mil dólares para la Construcción del Partido que durará ocho semanas (vea tabla resumiendo el progreso logrado hasta ahora abajo). Para promover el fondo, El Militante publicará una serie de artículos, comenzando con el artículo a continuación, que destacarán capítulos claves de la historia de esta lucha para forjar una vanguardia revolucionaria proletaria.

POR BEN JOYCE  
El 25 de octubre de 1917, los trabajadores y agricultores de Rusia tomaron el poder de manos de los capitalistas y terratenientes abriendo el camino hacia la primera revolución socialista en la historia. Fueron dirigidos por el Partido Bolchevique bajo la dirección de V.I. Lenin.

La Revolución de Octubre inspiró al movimiento obrero internacional, incluso en Estados Unidos. “Como un amanecer radiante, una luz política inspiradora llegó desde el Este”, escribió Farrell Dobbs, un dirigente veterano del movimiento comunista norteamericano.

Previamente se había creado un ala izquierda en el Partido Socialista de Estados Unidos, primordialmente por oponerse al apoyo de la dirección del partido a la entrada de Washington a la primera guerra mundial imperialista. Los liderazgos de la mayoría de los Partidos Socialistas alrededor del mundo se alinearon con las burguesías de sus países, presagiando la muerte de la Segunda Internacional como organización revolucionaria.

Una gran parte del ala izquierda del Partido Socialista aplaudió la victoria bolchevique en Rusia y el renacimiento de un liderazgo marxista genuino. En 1919 rompieron con el ala derecha del Partido Socialista y fundaron el Partido Comunista.

Estos comunistas pioneros, incluyendo a James P. Cannon, quién después sería el primer secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, se tomaron la tarea de construir el tipo de partido que sería necesario para dirigir la venidera revolución socialista norteamericana.  
 
Degeneración estalinista
De 1918 a 1921 el nuevo gobierno soviético movilizó al pueblo trabajador para confrontar la guerra civil y la intervención de una docena de potencias imperialistas que intentaban derrocar el poder obrero y reestablecer las relaciones de propiedad burguesa. Mientras tanto, la derrota de levantamientos revolucionarios en varios países europeos, incluyendo a Alemania en 1923, dejó aislado al estado obrero ruso. Persistió la hambruna en una buena parte de las áreas rurales.

Estas presiones materiales, combinadas con la muerte de Lenin en 1924, promovieron el desarrollo de una casta pequeño burguesa conservadora dentro del aparato del estado soviético. El principal vocero de esta casta fue José Stalin. La facción de Stalin tomó control del aparato del partido y aunque afirmaba actuar en nombre del bolchevismo, en efecto llevó a cabo una sangrienta contrarrevolución política.

Para justificar esta trayectoria contrarrevolucionaria Stalin formuló la llamada teoría del “socialismo en un solo país”. Para servir los estrechos intereses nacionales de la casta dominante, la Internacional Comunista (Comintern) estalinisada instó a los partidos afiliados de todo el mundo a subordinar las luchas obreras en sus países al apoyo de las maniobras diplomáticas del régimen burocrático.

En 1923, León Trotsky, uno de los dirigentes principales de la Revolución Rusa, organizó la Oposición de Izquierda dentro del partido para dirigir la oposición a la trayectoria trazada por Stalin entre los trabajadores de vanguardia en Rusia. Los partidarios de la Oposición de Izquierda fueron perseguidos, encarcelados y asesinados.

Trotsky organizó desde el exilio un movimiento internacional cuya meta era restaurar en la Internacional Comunista el programa internacionalista proletario de Lenin. Trotsky analizó la trayectoria desastrosa de Stalin dentro de la Unión Soviética e internacionalmente, y presentó un curso de acción para avanzar la revolución socialista mundial.  
 
Un error afortunado
El Sexto Congreso Mundial de la Comintern fue organizado en Moscú en 1928 para adoptar un programa con la línea política de Stalin. James P. Cannon era uno de los delegados del Partido Comunista de Estados Unidos y fue asignado a la comisión encargada del programa. De casualidad le entregaron una copia de un documento presentado por Trotsky que había llegado a la sala de traducciones del congreso. Durante el resto del congreso estudió el documento y lo compartió con Maurice Spector del Partido Comunista canadiense.

El documento titulado “El proyecto de programa de la Internacional Comunista: Una crítica de sus fundamentos”, era una poderosa contribución marxista. Disecaba los argumentos de Stalin a favor del “socialismo en un solo país”, y contraponía esta estrategia a la perspectiva internacionalista por la que abogó Lenin de construir un movimiento revolucionario mundial.

El documento respondía a las políticas de colaboración de clases de la falsa dirigencia estalinista, abogando por una trayectoria internacionalista que promoviera la revolución socialista a nivel mundial como la única manera de fortalecer el estado obrero en la Unión Soviética.  
 
Oposición de Izquierda en EE.UU.
Cannon rápidamente adoptó la lucha por mantener una vanguardia marxista que promovía Trotsky. El y Spector sacaron a escondidas copias del documento y empezaron de inmediato a organizar a favor de la Oposición de Izquierda. La tarea resultó difícil dado el control que la Comintern estalinista tenía sobre el partido, así que inicialmente la oposición no pudo desarrollar una lucha faccional abierta.

Después de varios meses de lucha desigual dentro del partido, la oposición fue sometida a un juicio amañado por su “trotskismo”, en el cual los dirigentes dominantes usaron calumnias y suprimieron los hechos. Impasible, la oposición leyó su declaración de apoyo a Trotsky y una trayectoria comunista, y fue expulsada. En unos cuantos días la lucha empezó en público cuando el primer número del Militant, con fecha del 15 de noviembre de 1928, salió de la imprenta.

Casi un año después de que Cannon y Spector regresaron de Moscú, tuvo lugar el congreso fundador de la Liga Comunista de América. Estableció una organización nacional con el fin de reconquistar una trayectoria leninista para el movimiento comunista internacional y para construir un partido que siguiera estas líneas, capaz de dirigir la revolución socialista en Estados Unidos.

Tabla de fondo para Construcción del Partido: Otoño 2008 - cuotas

 
 
 
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