Vol. 72/No. 42 27 de octubre de 2008
El recorrido incluyó un programa radial de media hora en la emisora WRFB y una mesa redonda en la Biblioteca de la Avenida Auburn de Investigaciones sobre el libro Nuestra historia aún se está escribiendo: la historia de tres generales cubano-chinos en la Revolución Cubana. Waters es la editora del libro (ver artículo en esta página).
Spelman College es una de las cinco universidades históricamente negras que forman parte del Centro Universitario de Atlanta, que hoy día cuenta con unos 10 mil estudiantes. La historia del Centro Universitario de Atlanta se remonta al fin de la Guerra Civil y a la época de la Reconstrucción Radical.
Waters fue invitada por la profesora Bahati Kuumba para que hablara sobre la mujer y la Revolución Cubana en su curso de introducción a los estudios sobre la mujer. También fue invitada por la profesora Kathleen Phillips-Lewis para hablar sobre el sistema de salud cubano en su clase sobre estudios caribeños.
En la clase sobre la política exterior norteamericana, Waters respondió a preguntas sobre los cambios que se dan hoy día en Cuba y si el presidente Raúl Castro está yendo hacia un rumbo capitalista.
La mayoría de lo que se escribe aquí sobre los cambios en Cuba no es acertado, dijo Waters. Ella señaló lo que ha escrito la prensa norteamericana sobre el hecho que ahora los cubanos pueden comprar teléfonos celulares y servicio móvil. Esto no es un cambio de política iniciado por Raúl para cambiar una política comunista represiva aplicada por Fidel, según lo ha presentado la prensa norteamericana, apuntó. Estos cambios se habían ido preparando por mucho tiempo.
En Cuba estaba limitado el uso de los teléfonos celulares porque hacía poco que se estrenaba la nueva infraestructura para los teléfonos móviles y este sistema aún no podía sostener un número mayor de usuarios, dijo. Se está reconstruyendo todo el sistema telefónico para convertirlo por primera vez a un servicio digital mediante una empresa mixta con una compañía italiana. El uso de los teléfonos móviles en Cuba no es una cuestión de derechos sino de condiciones económicas.
En la clase sobre estudios caribeños, Waters explicó que en Cuba la atención médica no es una mercancía. No se compra y vende. Es un derecho humano fundamental, gratuito para todos, como también lo es la educación hasta el nivel universitario y de posgrado. Ella también describió lo que está haciendo Cuba para ayudar a entrenar a personal médico y construir un sistema de salud pública en Guinea Ecuatorial, país que ella acababa de visitar.
En respuesta a un estudiante del sur de Florida que cuestionó los hechos que ella había presentado sobre Cuba y que objetó que no hay democracia o libertad en Cuba y China comunistas, Waters dijo, Hablemos de Cuba, no de Cuba y China. No son la misma cosa. De hecho, son polos opuestos. En Cuba la salud pública y la educación son derechos, pero en China no. En China si tu familia no puede pagar, no recibes ni atención médica ni educación.
Existen problemas de vivienda en Cuba, apuntó, problemas muy grandes. Ahora van a ser aún más graves dados los destrozos causados por los huracanes Gustav y Ike, que dañaron o destruyeron más de 400 mil viviendas. Pero Cuba no es Nueva Orleans después de Katrina. En Cuba nadie está desamparado.
Es simplemente falso decir que no existe libertad de culto en Cuba, dijo. Anteriormente los creyentes religiosos no podían ser miembros del Partido Comunista, pero hasta eso cambió hace casi 20 años.
El gobierno norteamericano dice que no hay elecciones en Cuba porque no le gustan los resultados, agregó. Washington quiere restaurar el capitalismo en Cuba, con un gobierno que defienda ese sistema. Pero en Cuba el pueblo trabajador decide su propio gobierno y su política, y no Wall Street o Washington, dijo.
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