Vol. 73/No. 9      9 de marzo de 2009

Durante la ceremonia de inauguración el 12 de febrero, Abel Prieto, ministro de cultura, señaló que desde que empezó hace 25 años, la feria del libro anual se ha convertido en el mayor evento cultural del país. El gobierno revolucionario y el Partido Comunista de Cuba, dijo, estaban empeñados en que se celebrara la feria del libro a pesar de los diez mil millones de dólares en daños causados por los tres ciclones de gran magnitud de la segunda mitad del año pasado.

“La cultura es un derecho, no un lujo”, dijo Prieto, citando a Fernando Ortiz, uno de los escritores sobre la cultura y la identidad nacional de Cuba más destacados del siglo veinte.

Desde el comienzo, señaló Prieto, la dirigencia revolucionaria cubana ha dado prioridad a extender el acceso a la cultura y la educación para amplias masas del pueblo cubano. También señaló que a los pocos meses de la victoria revolucionaria en enero de 1959 se fundaron dos de las principales instituciones culturales, Casa de las Américas y el instituto nacional de cinematografía, ICAIC.

En 1961 el gobierno revolucionario estableció escuelas de arte que abrieron sus puertas a los jóvenes de familias obreras y rurales, y cien mil maestros voluntarios fueron a las zonas rurales eliminando virtualmente el analfabetismo en un año.

Prieto recordó que la fundadora de Casa de las Américas y su presidenta fue Haydée Santamaría, una heroina del asalto de 1953 contra el cuartel Moncada, que abrió la lucha revolucionaria dirigida por el Movimiento 26 de Julio y el Ejército Rebelde bajo la dirección de Fidel Castro. Casa de las Américas publica una revista literaria del mismo nombre y auspicia un prestigioso concurso literario para escritores de América Latina y el Caribe.

La feria del libro de este año está dedicada a la celebración del 50 aniversario de Casa de las Américas. El actual presidente de la institución, el conocido ensayista Roberto Fernández Retamar, también se dirigió al público en la ceremonia de apertura.

Prieto dijo que incluso en los peores años de la década de 1990, cuando Cuba atravesaba una profunda crisis económica y social después del abrupto fin de las relaciones comerciales favorables y la ayuda de la Unión Soviética, la dirigencia revolucionaria estaba determinada a que se conservaran los recursos para promover la literatura, la música y el arte.

Dijo que hoy, cuando hay que confrontar los daños causados por los ciclones, se mantiene este mismo compromiso. Este año estaba programado que se publicaran más de mil títulos nuevos para salir a la venta en 46 librerías por toda La Habana dos semanas antes de la inauguración de la feria.

Después de diez días en La Habana, la feria del libro viajará a otras 16 ciudades por toda la isla, culminando en la ciudad oriental de Santiago de Cuba. El número de ciudades del recorrido ha sido reducido este año debido a las prioridades de reconstrucción después de los ciclones. Sin embargo, un “festival del libro de la montaña” se celebrará en marzo, llevando nuevos títulos a las zonas más remotas de las montañas del Escambray en el centro de Cuba. A nivel nacional, unos seis millones de libros estarán disponibles para su venta durante toda la feria.

Decenas de editoriales de Cuba y otros países tienen casetas en la feria del libro. Como en años previos, una de estas casetas es la de la editorial Pathfinder Press.

Entre los presentes en la ceremonia de apertura se encontraban el presidente cubano, Raúl Castro, y la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Chile es el país de honor este año. La feria también está dedicada a dos destacados escritores cubanos, la poeta Fina García Marruz, ganadora del premio nacional de literatura de 1990, y el historiador Jorge Ibarra Cuesta, galardonado con el premio nacional de ciencias en 1996.

Ibarra, conocido por sus escritos sobre la historia de Cuba en los siglos 19 y 20, tomó la palabra durante la inauguración.

De jóven, Ibarra fue miembro fundador del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, una de las organizaciones que tomaron parte en la lucha revolucionaria contra la dictadura de Batista y posteriormente formaron el Partido Comunista de Cuba.  
 
 
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