Vol. 73/No. 31      17 de agosto de 2009

La creciente crisis del capitalismo mundial —que está en la etapa inicial de una depresión— está impulsando a las familias acaudaladas que dominan al gobierno estadounidense a acelerar su campaña bélica, a medida que intentan mejorar su posición en relación a sus competidores en otros países. Su meta —establecer aliados estables en esa región del mundo para ayudarles a explotar más eficazmente al pueblo trabajador ahí— está demostrando ser una tarea más difícil en Afganistán.

Aunque los gobernantes estadounidenses han obtenido logros políticos y militares en Iraq, siguen enfrentando obstáculos sustanciales hacia su meta de establecer un régimen estable en Bagdad. Esto es puesto en relieve por el carácter explosivo de la lucha por la autodeterminación y los derechos de los kurdos en Iraq y en la región. El Gobierno Regional de Kurdistán, una administración autónoma en el norte de Iraq, ha reclamado territorios y depósitos petroleros que disputan con el gobierno en Bagdad.

La administración de Obama ha ordenado el envío de unas 21 mil tropas a Afganistán durante sus menos de siete meses en el poder. El Pentágono dice que su meta es tener 68 mil tropas en Afganistán para finales del año, casi el doble del nivel que había cuando el ex presidente George Bush dejó la presidencia. El número total de tropas estadounidenses en Iraq y Afganistán combinados está llegando al nivel que tenían en el punto más alto de la “oleada” en 2007. Aun así, los más altos funcionarios militares y del gobierno estadounidense están diciendo que necesitarán más tropas.

El gobierno de Estados Unidos, sus aliados imperialistas, y los medios de comunicación bombardean a diario al pueblo trabajador con escenas de ataques dinamiteros suicidas y otras tácticas de grupos armados islamistas que conducen a un callejón sin salida. Lo que más necesitan los trabajadores en la región es tiempo y espacio político para hallar métodos eficaces de lucha y desarrollar un liderazgo revolucionario. Sacar a las tropas imperialistas es el golpe más importante que se puede dar para llegar a esta meta, y sería un golpe a favor de los intereses del pueblo trabajador en Estados Unidos y en el mundo entero. ¡Tropas fuera ya!
 
 
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