POR CINDY JAQUITH  
NUEVA YORK—Los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores están haciendo campaña a favor de “la atención médica de por vida y garantizada para todos”, dijo Maura DeLuca, la candidata del PST para defensora pública en la ciudad de Nueva York, en un mitin de la campaña aquí el 11 de septiembre.

Mientras los políticos de los partidos Demócrata y Republicano quieren excluir a los trabajadores indocumentados de cualquier servicio médico costeado por el gobierno, y algunos hasta quieren prohibir que puedan comprarlo, “nosotros exigimos atención médica de alta calidad para toda persona en este país, nacida aquí o en el extranjero, tengan papeles o no”, dijo DeLuca. “Y estamos en contra de cualquier restricción a la cantidad de atención o que clase de tratamiento uno pueda recibir”.

El presidente Barack Obama ha dejado en claro que su plan no incluirá fondos gubernamentales para servicio de abortos, señaló DeLuca. “Los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores se oponen a cualquier restricción al derecho de la mujer a elegir un aborto —dicen no a los requisitos de que una mujer deba recibir ‘consejos’ antes de un aborto, a que tenga que mirar fotos del feto, o que tenga que esperar un día antes de tener el procedimiento, o a tener que obtener la aprobación de sus padres si no es adulta”, dijo la candidata.

Los gobernantes capitalistas están aprovechando el debate sobre la reforma de salud para dividir a los trabajadores y socavar la solidaridad de clase, dijo.

“También rechazamos la idea de que aquellos de nosotros que no tienen seguro porque no pueden pagarlo son ‘irresponsables’. Soy uno de estos trabajadores, una trabajadora de la industria de confección de ropa que no puede pagar las cuotas del seguro”, dijo DeLuca. “No soy una ‘irresponsable’. Los gobernantes capitalistas con su desdén para el pueblo trabajador ahora están exigiendo que todos compremos seguro médico, una manera más de obligarnos a pagar por su crisis social y económica”.

La candidata socialista respondió a la acusación de la ex gobernadora de Alaska, Sarah Palin, de que el plan de Obama contempla “paneles de la muerte” que negarían servicios a los ancianos o a los discapacitados. “Esto no es nada nuevo”, dijo DeLuca. “Los ancianos, tan pronto deja de ser posible que un patrón los explote para que produzcan ganancias, el sistema capitalista los considera inútiles. Ya les están negando la atención que necesitan y les van a negar aún más en la medida que los demócratas y republicanos recorten miles de millones de dólares del Medicare, como propone el plan de Obama”.

DeLuca dijo que no es cierto que los proyectos de ley que hoy se discuten en el Congreso sean un socialismo encubierto, como alegan algunos conservadores. Un sistema socialista, dijo, sería uno en el cual los trabajadores y agricultores tienen el poder político y usan ese poder para satisfacer las necesidades de la gran mayoría, no las de un puñado de familias acaudaladas. “Esto podría pasar solamente con un sistema social y económico completamente diferente”, enfatizó DeLuca, “no un sistema basado en la atención médica como mercancía y que se basa en el cobro de pagos de seguros, sino uno que garantiza los servicios médicos”.

La cuestión no es de inventar un mejor “plan” para servicios médicos hoy en día, sino de construir un movimiento que pueda “llevar a cabo una revolución que quite el poder a los capitalistas”, dijo DeLuca. La Revolución Cubana es un buen ejemplo de lo que se puede lograr cuando la clase trabajadora toma el poder político, dijo.

POR SETH GALINSKY  
Aunque los congresistas demócratas y republicanos no han podido llegar a un acuerdo sobre el proyecto de ley de “reforma” de la salud, sí existe un acuerdo bipartidista de que cualquier nueva ley debe socavar los derechos de los inmigrantes y el derecho de la mujer al aborto.

En su discurso el 10 de septiembre al Congreso de Estados Unidos, el presidente Barack Obama dijo que se debe negar la asistencia médica a los inmigrantes “ilegales” y que “no se va a usar el dinero federal para financiar abortos”.

El ataque simultaneo contra los trabajadores indocumentados y los derechos de la mujer, serán incorporados en el principal proyecto de ley, redactado por el senador Maxwell Baucus, el demócrata que encabeza el Comité de Finanzas del Senado. Otros cinco miembros de este comité, entre los que se encuentran tres republicanos, han estado trabajando con Baucus para redactar una ley que ambos partidos puedan aceptar.

Obama dijo al congreso que “bajo mi plan, será exigido que las personas tengan un seguro médico mínimo, de la misma forma que la mayoría de los estados exigen que uno tenga un seguro de automóvil”. El senador republicano Charles Grassley dijo querer reconsiderar esta propuesta. La propuesta de Baucus multaría a familias sin seguro médico hasta 3 800 dólares al año.

El sistema de salud “está poniendo una carga inaguantable sobre los que pagan impuestos”, señaló Obama. Su plan, alegó, “frenaría el aumento de los gastos en el cuidado médico” y extendería la cobertura médica para los “norteamericanos”.

Bajo el pretexto de eliminar “el despilfarro y el fraude” y “los subsidios indeseados” a las empresas aseguradoras, Obama quiere eliminar el programa “Medicare Advantage”, lo que recortaría hasta 177 mil millones de dólares. Establecido en 2003, Medicare Advantage permite que unos 10.2 millones de ancianos utilicen los fondos de Medicare para comprar planes médicos de aseguradoras privadas. Este recorte sería la apertura de una nueva brecha para más ataques contra el Medicare y el Medicaid.

El día siguiente al discurso de Obama ante el Congreso, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que el presidente planeaba tomar medidas más restrictivas contra los inmigrantes que las exigidas por algunos conservadores. Obama se opondrá a permitir que los inmigrantes indocumentados compren seguro médico por medio de los “intercambios de compra” establecidos para reducir el costo de seguros, incluso de empresas privadas.  
 
Contra los fondos para el aborto
Además de descartar toda utilización de fondos públicos para abortos Obama también ha dicho que las leyes federales de conciencia continuarán en efecto. Estas dan a los médicos y a otros profesionales de la salud el “derecho” a negarse a dar tratamiento médico, tales como recetar métodos anticonceptivos o realizar abortos.

A pesar de las afirmaciones por parte de derechistas opuestos al proyecto de ley de que este promovería la medicina socializada en Estados Unidos, Obama ha dejado claro que lo que él quiere es reforzar el sistema capitalista de mercado en el cuidado médico.

“No tengo interés alguno en hacer que las compañías de seguros quiebren”, dijo ante el Congreso.